domingo, 23 de diciembre de 2007

LA CRÍTICA

SOY LEYENDA ***

El último hombre vivo

“Soy leyenda” es uno de los pilares de la ciencia-ficción y el terror psicológico del siglo XX. La historia del último hombre vivo en un mundo infestado de una especie de vampiros supone un relato en el que ciencia y fe, perseverancia y locura luchan frente a frente en medio de un ambiente apocalíptico en esta novela escrita por Richard Matheson. Robert Neville, su protagonista, busca obsesivamente la razón de la epidemia y el por qué de su inmunidad a la vez que intenta asumir su condición de único rastro de normalidad en ese universo de pesadilla.


Hay que decir que de todas las adaptaciones que se han hecho de la obra de Matheson la que ahora nos llega es con diferencia la mejor de todas. Continúa a años luz del producto original, pero supera considerablemente a sus predecesoras. Si bien los cambios son muchos, como ese forzado final que da fuerza al título y que sustituye al quizás poco cinematográfico desenlace del relato original, lo que importa es que el guión, obra del solvente Akiva Goldsman, que recoge parte del espíritu de la novela. Así, el debate de su protagonista entre creer o ver (u oír frente a escuchar, si prefieren) mezclado con la paranoia y los instantes de locura y soledad a la que se ve sometida están perfectamente plasmados.


Lo que resulta de esta cinta dirigida por Francis Lawrence, que mantiene parte de la estética que ya usara en “Constantine”, es un híbrido entre cine espectáculo, cine de ciencia-ficción con pinceladas de terror y algo de drama insertado de manera congruente. Y en contra de lo que pueda parecer a priori, la mezcla funciona. Los momentos de angustia de su personaje y su giro a la demencia encajan perfectamente con los flashbacks dramáticos y las secuencias de tensión, todo ello con un digno sentido del espectáculo para no aburrir al personal.


El último hombre vivo es Will Smith (olviden al Charlton Heston de la prescindible versión de los 70), la leyenda concienciada de su rol de único superviviente y de normal en un mundo anormal, aunque ambos apelativos son intercambiables. Durante más de la primera hora de película se encuentra solo en la pantalla, con la única ayuda interpretativa de un perro y un montón de maniquíes cual Tom Hanks en “Náufrago”. Demostrando una vez más que es un actor capaz de cualquier registro y de un indudable tirón, Smith es uno de los ejes fundamentales que da consistencia a la historia, junto al buen desarrollo de la trama.


Todo ello consigue lo imposible, mantener el interés del público con poco diálogo, con un sólo actor en pantalla y ese tramo inicial perteneciente a la atmósfera que Matheson imaginara. Juegan en su contra la sensación de que podría haber llegado a más y acabar siendo una brillante película, el exceso de efectos digitales para retratar a los infectados, unos personajes que un servidor prefiere ver maquillados al más puro estilo zombie, y un pasado del protagonista bastante predecible. Pero se engrandece a sí misma siendo un film muy entretenido en todo momento, con momentos magníficos como la vista aérea de una ciudad devastada o la dura secuencia de la muerte de Sam.


Lo mejor: Will Smith, capaz de mantener el interés aunque sea prácticamente el único actor en la película
Lo peor: el previsible destino de la familia del protagonista

Título original: "I am legend"; Año: 2007; Nacionalidad: EEUU; Género: Ciencia-ficción, Drama; Duración: 101 minutos; Dirección: Francis Lawrence; Guión: Mark Protosevich y Akiva Goldsman, basándose en la novela homónima de Richard Matheson; Intérpretes: Will Smith, Alice Braga

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustao mucho, mantiene un interés constante donde Will Smith posee una poderosa presencia y buenos registros para mantener al espectador convencido de lo que está viendo.
Genial la muerte de Sam, ideal como está filmada.

Los planos de NY postapocaliptico cojonudos.

Quizás lo que menos me ha gustado ese final tan positivo

Un saludo

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