sábado, 30 de junio de 2007

LA CRÍTICA

28 semanas después ****1/2

Cine de zombies en estado puro

Un grupo de personas se dispone a comer en el interior de una casa rural alejada del mundo en la que domina la oscuridad. La apacible velada se ve interrumpida cuando alguien golpea desesperadamente la puerta. En el momento en que la luz irrumpa en la casa comenzará la pesadilla. Éste es el prometedor comienzo, y no conviene desvelar mucho más del mismo, de “28 semanas después”, la secuela de esa pesadilla en formato digital que realizara Danny Boyle en 2003. “28 días después” constaba de una apocalíptica presentación en medio de un Londres desolado y que se iba diluyendo temerariamente en las aguas del análisis social, convirtiendo a la película de zombies que debía ser en una historia bélica de hombres matando hombres. Es uno de los puntos débiles de la película de Boyle, que en su afán continuo de reinvención de las constantes cinematográficas de los distintos géneros olvidó que lo que tenía entre manos era una de zombies.

Temía este crítico que esta secuela sería una película de encargo en la que Boyle como productor exigiría al elegido, el cineasta nominado hace ya una década al Oscar por “Esposados” y ganador de un Goya por “Intacto” Juan Carlos Fresnadillo, que se atuviera férreamente al esquema de la primera parte. Nada más lejos de la realidad. El cineasta británico ha dejado libertad absoluta al realizador canario, quien ha cogido a su productor de siempre y ha reescrito buena parte del tratamiento original. El resultado es un film de zombies al cien por cien, y deja en muy mal lugar a esa película de la que hereda la pocas veces esperanzadora coletilla de segunda parte.

Fresnadillo sigue en la explicación inicial sobre la situación y en la presentación del escalofriante final el mismo trazo que “28 días después”, pero ahí acaban las similitudes. El director sabe qué producto tiene entre manos y en ningún momento deja de pertenecer al género al que pertenece, lo que la encumbra de entrada por encima de la anterior. Se reconoce a sí misma esta cinta en las películas de Romero y no tiene reparos en pillar algunas ideas de las mismas (esas calles desoladas recuerdan a “El día de los muertos”, y la supuesta ciudad segura a “La tierra de los muertos vivientes”), pero en ningún momento deja de ser un artefacto autónomo, que no depende siquiera de su predecesora para ser entendida.

“28 semanas después” nos habla con gran acierto de la instauración de un nuevo orden que tiene sus días contados en medio del caos, curiosamente implantado por el ejército norteamericano. Un orden militar en el que no existe intimidad y que promueve pasar al código rojo si la situación se va de las manos; esto es, matar a todo el mundo, esté infectado o no. Pero aparte del análisis socio-político al que nos somete existe la historia de una familia desestructurada por el abandono forzado por el miedo de uno de sus integrantes, hecho que les marcará a todos durante el resto del metraje. Es entonces cuando Fresnadillo demuestra ser un excelente contador de historias humanas acerca de personajes con un arma apuntando directamente a su cabeza y que nos recuerda a esas situaciones límites a las que se veían sometidos los protagonistas de sus trabajos anteriores. Aquí el desencadenante de la pesadilla no es la estupidez humana por creer que se puede partir de cero en una zona devastada de esta manera, ni el descuido de dos niños que añoran ver por última vez su hogar. La razón del espectáculo gore del que hace gala el director sin titubear es el amor, el gran cáncer que hará que un marido hunda con sus propias manos los ojos de su esposa, y es la falta de amor precisamente la que salvará hacia el final a alguno de los personajes.

Juan Carlos Fresnadillo consigue una película para goremaníacos de estómago fuerte y lo intercala con su mensaje social y humano, en la que suenan a previsibles algunos pasajes y que no duda en usar algunos tópicos del género para subsistir, detalles que no estropean ese montaje frenético y de cámara temblorosa que busca la inseguridad en el público. Y por si esto fuera poco nos regala tres momentos que deberían pasar a la historia de este mal denominado subgénero: el exterminio de infectados y sanos previo paso por ese matadero en el que Robert Carlyle se pone las botas, la convincente manera en que un helicóptero acaba con una horda de zombies de una manera más contundente que cualquier arma biológica, y finalmente esa claustrofóbica secuencia en los pasillos subterráneos del estadio, con la única ayuda de una mira de visión nocturna como linterna.

Título original: "28 weeks later"; Nacionalidad: Reino Unido; Año: 2007; Duración: 99 minutos; Dirección: Juan Carlos Fresnadillo; Guión: Juan Carlos Fresnadillo, Jesús López Lavigne, Rowan Jofe y Jesús Olmo; Intérpretes: Robert Carlyle, Rose Byrne, Jeremy Renner, Harold Perrineau, Catherine McCormack, Imogen Poots, Mackintosh Muggleton

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ostia, vaya ganas le tengo ya. Un colega "Joe" para más detalles, me llamó ayer desde Albacete para recomendarmela ya que sabe que soy un gran fan del subgénero zombi.
Pero tal y como la pones creo que voy a ir a verla hoy mismo a ser posible.
Muchas cosas de las que pones me suenan demasiado romerianas aparte de las que mencionas, como esa caña que meten a los infectados y no infectados o las decapitaciones por aspas de helicóptero que quedaron en escenas eliminadas para "Zombi".
En fin, que hace un par de semanas vi por aquí la introdución y me pareció muy buena, despues me lo cuenta un amigo y ahore leo lo tuyo... A verla iré y ya te comento lo que me pareció.
Un saludo

Anónimo dijo...

Vista.
Despues de todas las expectativas puestas trás haber visto previamente esa magnifica intro y teniendo en cuenta los comentarios leidos y escuchados por personas a tener en cuenta...era lógico que iba a salir decepcionado.

No obstante me ha gustado y la he disfrato. La música muy guapa. Y secuencias como la que citas en camara notcurna subjetiva en los pasillos del estadio. O el intento de escapar de el francotirador.

Lo que no me ha gustado mucho son detalles de calzador como la supervivencia de la mujer (no me la creo despues de sugerir como entran en la casa y se la jaman), o lo previsible de cada acto de los niños. Tampoco me ha convencido mucho tanto ajetreo camaril, y es que solo lo he visto funcionar bien en el soldao Ryan.

Pero bueno, tiene mucho merito hacer una secuela y que salga tan bien, no se si mejor pero está mu currada.

El Cinéfago dijo...

Pues sí, suele ocurrir que las expectativas que la gente te crea con sus comentarios terminan estropeándote una película. Cierto es que abusa del montaje en plano corto, con esos movimientos de cámara imposibles, pero hasta eso me convenció. Daba una atmósfera todavía más frenética y nerviosa a la película. La sensación que tuve fue de absoluto caos, de estar allí en medio de esa tragedia. En cuanto a lo de la mujer sí me trago que saliera debido a su anomalía genética, pero lo que no me cuadró fue que saliera totalmente ilesa. Al menos podrían haberla mordido o algo así.

En general te digo que para mí sí que supera a la primera parte, y ya tan sólo en esos primeros 15 minutos que son una declaración de principios, de lo que se verá después apenas sin descanso, y que te mantienen pegado a la butaca sin poder articular palabra. Bravo por Fresnadillo y sus huevones, hombre.

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