Splice: Experimento mortal **
El horroroso monstruo de Vincenzo Natali
El gran problema de ser Vincenzo Natali es que, tras una opera prima que se ha convertido, por derecho propio, en una obra de culto, con cada nuevo trabajo se espera de él que se supere, que geste otra obra maestra como fue aquella pesadilla en forma de insuperable cubo. Y resulta decepcionante que no lo consiga. Y a pesar de que “Cypher” fue más que acertada, diría incluso que brillante pero injustamente olvidada, con su nueva película sigue sin llegar su gran momento de grandeza. Es más, si con tan pocos medios era capaz de crear incómodas parábolas de ciencia-ficción que diseccionaban con atrocidad la dudosa moralidad del ser humano, con un presupuesto más holgado las expectativas eran mayores. Pero curiosamente, a más medios menor capacidad de resolución.
“Splice” habla de un experimento, a fin de cuentas, y de cómo se va desarrollando a la vez que se deconstruye la pareja protagonista, tanto en conjunto como por separado, cruzando incesantemente la delgada línea que nos hace superar los límites éticos. Dos científicos, convincentemente recreados por Sarah Polley y Adrien Brody, que ofrecen la luz y la sombra de su propia especie, y no respectivamente, para crear a esta criatura que pasa por distintas fases humanas como el miedo, la inocencia, la ternura y la voracidad sexual.
Lo mejor de esta película es su planteamiento moral y por supuesto, el desarrollo de la criatura en sus distintas etapas. Una criatura capaz de inspirar terror y compasión a partes iguales, y que incluso puede resultar seductora en su etapa de madurez. Pero Natali echa por tierra la prometedora premisa inicial pisando terrenos demasiado convencionales, resolviendo mal las situaciones que presenta, hasta derivar en un tramo final cercano a los horror films con monstruo suelto que crea el pánico, y culminando en una escena previsible y que pretende extender su debate moral más allá, cuando hace ya bastante metraje que transita entre la ridiculez y el interés de manera equitativa.
“Splice” está llena de grandes momentos, pero el realizador los lleva hacia el ridículo y el resultado final es frustrante. Sus protagonistas, a pesar de dar una solvente interpretación, resultan más bidimensionales que la criatura mezcla de CGI –bastante pobre a veces, por cierto, a pesar del galardón a los mejores efectos especiales en el último Festival de Sitges- y maquillaje –esto sí merece un diez, gracias al portentoso trabajo de Berger y Nicotero-. A medida que la trama avanza se pierde el interés por sus acciones, sus consecuencias, mientras crece en interés el estado de su creación.
Lo que comienza siendo un inteligente cruce entre Frankenstein y el primer Lynch de “Eraserhead” –dos personajes amorales que crean una criatura y que sin haber sido padres deben hacerse cargo de un monstruo humanizado- con ciertos toques a “la nueva carne” de David Cronenberg acaba por convertirse en una obra fallida en ejecución repleta, eso sí, de momentos fascinantes, pero que deja un regusto amargo, como si el espectador estuviera viendo más bien un episodio alargado de la serie “Masters of Horror”. La criatura de Natali en un sin sentido de ideas interesantes llevadas a mal puerto, que no acaban de despuntar del todo y que podrían haber dado para mucho más. En definitiva, en un monstruo. O será que aún sigo esperando esa gran película suya que no llega.
A favor: la criatura
En contra: Natali estropea la prometedora premisa de la que parte
1 comentario:
Muy buena crítica ,yo la vi la semana pasada y pienso lo mismo ,pasate por mi blog que tengo la crítica tambien de ayer ,como bien dices ,esperamos que natali cree su gran película que talento le sobra como demostro en cube,saludos!
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