Era con toda seguridad uno de los mejores actores españoles de la historia, perteneciente a la estirpe de los grandes, a ese selecto grupo que conformaban, entre otros, maestros como José Luis López Vázquez, Agustín González, Fernando Fernán Gómez o Paco Rabal. Manuel Alaxandre nos ha dejado a los 92 años de edad, más reconocido, admirado y activo que nunca -desde los años sesenta estrenaba hasta cinco filmes por año-, después de una carrera de más de 60 años y más de 150 películas a sus espaldas. El Goya de Honor en 2003 –uno de los momentos más emotivos de todas las ediciones de estos premios que puedo recordar-, el Fotogramas de Plata de Honor, la nominación al Goya y el premio de la Unión de Actores por “Elsa y Fred”, el TP de Oro a toda una vida, el homenaje en la Seminci del 94, el premio al mejor actor en Gijón en 1996 por “El ángel de la guarda” o el premio Pepe Isbert son sólo algunos de los muchos premios y reconocimientos que cosechó a lo largo de su dilatada trayectoria.
Tras abandonar sus estudios de Derecho por el estallido de la Guerra Civil, Alexandre probó suerte estudiando arte dramático en Madrid. Como un golpe de suerte definía su propia carrera y sus comienzos, cuando debutó en el Teatro Español de Madrid durante la guerra y los responsables de un cuadro artístico de la Confederación Nacional de Trabajo, que preparaba una representación, le ofrecieron uno de los papeles.
Comenzaba así una carrera artística que tuvo su debut cinematográfico en “Dos cuentos para dos” (Luis Lucía, 1947) y que proseguiría con títulos como “Bienvenido Mr. Marshall” (Luis García Berlanga, 1952), “Muerte de un ciclista” (Juan Antonio Bardem, 1955), “Calle Mayor” (J.A. Bardem, 1956), “Plácido” (L.G. Berlanga, 1961), “Atraco a las tres” (José María Forqué, 1962), “El verdugo” (L.G. Berlanga, 1963), “Tamaño natural” (L.G. Berlanga, 1974), “El año de las luces” (Fernando Trueba, 1986), “El bosque animado” (José Luis Cuerda, 1987), “Amanece, que no es poco” (J.L. Cuerda, 1988), “La marrana” (J.L. Cuerda, 1992), “Todos a la cárcel” (L.G. Berlanga, 1993), “Madregilda” (Francisco Regueiro, 1993), “Así en el cielo como en la tierra” (J.L. Cuerda, 1995), “París-Tombuctú” (L.G. Berlanga, 1999), “Clara y Elena” (Manuel Iborra, 2001), “Incautos” (Miguel Bardem, 2004), “Elsa y Fred” (Marcos Carnevale, 2005), o “¿Y tú quién eres?” (Antonio Mercero, 2007). En televisión protagonizó algunos episodios de “Estudio 1” en los años sesenta, setenta y ochenta, e hizo apariciones en “Curro Jiménez”, “Farmacia de guardia” u “Hospital Central”, pero sin duda la que mayor éxito cosechó fue “Los ladrones van a la oficina”, serie que durante tres años le permitió reunirse con intérpretes de diversas generaciones como Fernán Gómez, López Vázquez, Agustín González y Antonio Resines o Anabel Alonso, entre otros. Recientemente, también para la pequeña pantalla, encarnó al dictador Francisco Franco en “20-N”.
Un espectacular legado nos deja este intérprete que hasta el final mantuvo su humildad. “"Yo tengo una desgracia porque no creo en mí, no siento ese sensación de ser algo importante, no tengo ese sentimiento", aseguraba en 2006.
2 comentarios:
Vaya noticia para levantarse :S
La verdad que se nos va una persona que casi era parte de la familia por la cantidad de series en las que ha participado y nosotros disfrutado, sin duda una tremenda pérdida.
Descanse en Paz.
Ya incluso en Bienvenido Mr Marshall donde no abría la boca se notaba maestría. DEP
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