Todos somos Groot
Aquel “Somos Groot” con
el que daba por finalizada la space opera
de James Gunn en el primer volumen de este Awesome
Mix que amenaza con volver en un futuro más digital, con casi 300
canciones, definía aquello en lo que se convertiría con los años su entrada
triunfal en el universo marvelita. El realizador lograba insuflar de vida a una
casa en la que el ingenio y la autoría no son el ideal a seguir a través de
unos personajes, de un simpaticón toque retro y de un sentido del humor a medio
camino entre la comedia familiar y el chiste friqui y pasado de rosca.
Elementos todos ya tan característicos e identificables que nos obligaban a
todos a decir eso de “Todos somos Groot”.
Porque Starlord,
Gamora, Drax –bravo por darle más cancha-, Rocket Fox –perdón, Racoon-, Yondu y
ahora el pequeño Baby Groot, convertido en amo y señor de los momentos más
divertidos y tiernos de esta secuela, a sabiendas del enorme tirón que tiene
entre las masas, ya son viejos conocidos. Y es ésta la carta más difícil que
debe jugar “Guardianes de la galaxia Vol. 2”, la de desmarcarse de su
predecesora, la de evitar las comparaciones. No es que salga perdiendo, pero
tampoco ganando.
Gunn sabe de sobra que
superar lo hecho hace tres años es inútil, y se limita a dejarse llevar por el
devenir de su historia y por sus carismáticos personajes. Es ligeramente más
profunda y oscura, pero el espíritu festivo sigue ahí. El sentido del humor
sigue siendo cristalino y a veces subido de tono, pero ya lo hemos visto. La
escena de créditos iniciales, a ritmo de música y baile, y ahora plano
secuencia y a la vez fuera de campo, divierte, pero ya la hemos visto. A sus
protagonistas, aunque les conozcamos un poquito más con este film, ya les
conocemos.
Y así y todo, no le
hace falta desmarcarse para ser un ente propio. Sí, carece del elemento
sorpresa, pero Gunn sabe imprimirle la suficiente alma al producto para
asegurar dos horas de diversión a raudales, más una buena dosis de inventiva –atención
a la escena de fuga de la nave de los Ravagers, o el psicodélico viaje entre
universos-, que sigue alejándola de otros productos marvelitas. Incluso su
incidencia en la trama principal de “Los vengadores” es menos significativa,
por no decir que inexistente. Sabe cómo no copiarse a sí mismo, y ahí demuestra
su libertad creativa dentro de una casa en la que esto es prácticamente una
quimera.
Los Guardianes de la
Galaxia, ahora más salvadores que guardianes, volverán en una nueva odisea pulp espacial. Y seguramente la
capacidad de sorpresa será aún menor. Pero si el nivel de entretenimiento es
tan alto y la fuerza de las ataduras comerciales son tan flojas como en la que
nos ocupa, habrá que unirse de nuevo a la fiesta. Y decidir si somos de los que
bailan, o de los que no mueven un pelo hasta parecer cadáveres.
A
favor: su capacidad de inventiva y la sobredosis de
entretenimiento que propone
En
contra: ha perdido ligeramente la capacidad de sorpresa
Calificación ****
No se la pierda
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