American Remix
Cómo le gustan a estos
americanos vendernos una y otra vez la misma historia. Referencias lo llaman
sus defensores, especialmente cuando salen bien. Refritos lo llamamos por estos
lares, salgan bien, porque hay un buen cerebro repleto de buenas ideas que sabe
hacer un buen producto con todos esos ingredientes manidos, o mal, que es
cuando se lo achacamos a la tan cacareada falta de originalidad que salpica al
Hollywood de nuestros días.
“American Ultra” es otro
refrito de esos que sus responsables aderezan con una buena carga de referentes
para contarnos la historia del típico pardillo en cuyo interior habita una
máquina de matar entrenada por la CIA en estado de letargo. Por supuesto, la
trama ya suena conocida. Es algo así como una nueva “Superfumados pasada por el
filtro Bourne y con ecos a “El mensajero del miedo”, con cierto aire de novela
gráfica en su desarrollo y cierto humor deudor del dúo Cheech y Chong, pero
pasado de tiempo y época. Pero sobre todo, esto es una historia de amor bañada
en sangre que bien puede recordar a la excelente “Amor a quemarropa”, aunque
salvando las distancias.
Todo ello a partir de
un guión del encumbrado antes de tiempo Max Landis, autor del libreto de “Chronicle”,
contado con el estilo videoclipero del británico de origen iraní Nima
Nourizadeh, que ya dio buena muestra de su habilidad para el montaje en la
reivindicable radiografía juvenil contemporánea que suponía “Project X”. Con
esta mezcla, ¿puede salir algo mal? Pues “American Ultra” se encarga de echar
por tierra todas sus posibilidades, su mezcla de referencias acaba siendo sosa
y aburrida, y subyace bajo su superficie un espíritu juguetón que en ningún
momento llega a aflorar. Intenta tener gracia, y pudo haber funcionado como parodia del cine de espías, pero es tan insulsa como la cara
de su actriz protagonista, Kristen Stewart.
Una actriz que, junto a
su compañero Jesse Eisenberg, conforman lo mejor de esta ida de olla lisérgica
que tiene serios síntomas de haber sufrido un fuerte traumatismo craneal,
especialmente en un guión con no pocos baches -la trama conspiratoria
protagonizada por los mandamases de la CIA, bastante endeble y mal planteada-,
y cómo no, por su imperiosa necesidad de ser demasiadas películas a la vez, sin
llegar a explotar ninguna de sus bazas. Ella demostrando que puede hacer frente
a los momentos más dramáticos. Él interpretando a un neurótico que habla por
los codos, papel que le viene como anillo al dedo. Los dos son lo poco y mucho
que se puede rascar en un film que solamente en sus quince minutos finales, a fuerza
de plano secuencia cargado de violencia y dinamismo, parece dejar de lado el
remix americano que pretende ser para ofrecer algo con más personalidad.
A
favor: su pareja protagonista
En
contra: es un refrito sin gracia
Calificación *1/2
No merece mucho la pena
No hay comentarios:
Publicar un comentario