martes, 5 de febrero de 2013

LA CRÍTICA: The Master

El maestro Paul Thomas Anderson
El ser humano es un animal. Hay animales que sucumben a sus instintos y pulsiones más primarios, que viven ajenos a toda forma de grupo social y permanecen en un estado del yo salvaje que vaga a la deriva. Otros, en cambio, canalizan toda esa rabia y la ocultan bajo una apariencia de falsos profetas e hipócrita espiritualidad, necesitados de un grupo al que manipular. Las mentiras de estos últimos, reconvertidas en dogmas de erróneo poder paliativo y enriquecedor, embaucan a los primeros, pero su verdadera naturaleza no tarda en aflorar cuando sus doctrinas son puestas en duda.

Hay, en definitiva, maestros y discípulos, una temática que no le es ajena a Paul Thomas Anderson. Más allá de que siempre esté presente, aunque en segundo plano, esa necesidad imperante en el ser humano de aferrarse a una creencia que dé sentido y control a su existencia, la filmografía del director ha transitado desde los conflictos paterno filiales de “Magnolia” hasta la relación mentor-alumno de “Boogie Nights”, bajo una mirada que no ha dejado de madurar y reinventarse con cada nuevo trabajo.


Desde “There will be blood” echo de menos al Thomas Anderson de sus comienzos, ese que cambió el retrato íntimo y personal por el grandilocuente. Pero en su lugar ganamos a un realizador destinado a pasar a la historia del séptimo arte, un autor de brocha fina y acabado exquisito que utiliza la historia de Estados Unidos para analizar las miserias del ser humano, sin renunciar por ello a los temas recurrentes de sus primeros trabajos.


Si en aquella servía un magistral recital sobre los albores de la codicia y el capitalismo y la inutilidad del poder del Señor como expiación del alma, en “The Master”, mucho mejor rematada y críptica, escribe un soberbio ensayo sobre los cimientos de una religión y la posibilidad de su instauración en los mismos mecanismos del poder. Y si entonces retrataba la relación padre e hijo y la soledad del primero por culpa del poder, aquí riza más el rizo y nos propone una relación maestro y discípulo cimentada en la manipulación y la mentira, en la que ambas partes pertenecen realmente a seres perfectamente complementarios, aunque superficialmente contrapuestos, condenados a encontrarse en sus múltiples vidas.


“The Master” es la confirmación definitiva de Thomas Anderson como cineasta de raza, maduro, capaz de construir historias de desarrollo simple pero estructura y segundas lecturas de lo más complejas, que invitan a la reflexión y al debate. Que sabe dirigir a sus actores ya lo sabemos, y ahí están los magníficos Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman para atestiguarlo, y que su uso de la banda sonora –gigante Johnny Greenwood- es inigualable. Ahora ya sabemos algo más, que su composición de los planos está a la altura del mismísimo Kubrick, con el que coincide también en su despreocupación a la hora de complacer a todo tipo de públicos, imponiéndose lo cerebral a lo emocional. Él es el verdadero maestro de esta cinta. Uno de los mayores  genios de nuestro tiempo. Cine con mayúsculas.

A favor: la sobriedad y exquisitez de su composición formal, y sus múltiples sublecturas
En contra: irremediablemente, este tipo de cine produce rechazo en buena parte de la audiencia

Calificación: *****

5 comentarios:

  1. Leyendo el primer párrafo fue inevitable acordarme de Harry Powell...

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  2. Xavier estaría orgulloso,jeje. Yo no le puse un 10 precisamente porque a veces es un poco complicada pero es una obra que rozará perfecciones para aquellos que logren adentrarse en la historia. Es una cinta que da que comentar y hay parte verdaderamente inmensas. Si te quieres leer el resto de mi opinión, publiqué la crítica justo ayer (eso sí es sincronización!); http://elrincondedomive.blogspot.com/2013/02/critica-de-master-paul-thomas-anderson.html

    Un saludo! Muy buena crítica :)

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  3. Vaya, creía que generaría más polémica, algo así como mi crítica de Holy Motors. Pero por ahora van dos comentarios positivos hacia ella. Muchas gracias a los dos. Coyo, lo captaste, lo escribí justo pensando en Harry Powell. No es pasa menos, La noche del cazador es mi película favorita.

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  4. Gran película 'The Master', la mejor del año, cine y conocimiento, sobre la naturaleza de la locura, la amistad, de la relación maestro y discípulo, sobre la vida misma. Interpretaciones geniales... y un barco que se dirige a China. a solas, para uno mismo. Un saludo!!!

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  5. Grandes palabras, manipulador de alimentos. Al final está generando menos polémica mi postura de la que esperaba.

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