martes, 4 de septiembre de 2012

Michael Clarke Duncan (1957-2012)

Me llamo John Coffey, como el café, pero se escribe diferente”. Esta frase dio la vuelta al mundo y nos descubrió a un excelente actor, un intérprete todoterreno que, pese a su corpulencia, nunca permitió que le encasillaran. Anoche, justo cuando La 1 de TVE emitía “La milla verde”, nos enteramos de que Michael Clarke Duncan fallecía a los 54 años de edad a consecuencia de un infarto que había sufrido a mediados de julio, en el hospital donde recibía atención médica por el mismo.

Su 1.96m de estatura y sus más de 140 kg de peso le ayudaron en sus primeros trabajos como stripper, excavador de zanjas en una compañía de gas y encargado de seguridad en diferentes clubes de Chicago. Su carrera comenzó junto a las estrellas a comienzos de los 90, como guardaespaldas de celebridades como Will Smith, Jamie Foxx o Martin Lawrence, mientras hacía sus pinitos como actor en diversos anuncios. Gracias a las amistades que fue creando consiguió hacer apariciones en la pequeña pantalla en series como “Renegado”, “El príncipe de Bel-Air”, “Matrimonio con hijos”, “The Jamie Foxx Show”, “Una chica explosiva” o “Los hermanos Wayans”, hasta que le llegó su oportunidad en el cine en 1997 en la olvidable “Caught Up”.


No fue hasta el año siguiente que llegaría Warren Beatty con “Bulworth” y Michael Bay con su “Armageddon”, film en el que entablaría una duradera amistad con Bruce Willis, con el que actuó un por segunda vez en 1999 en “El desayuno de los campeones”. Pero sin duda fue “La milla verde”, de Frank Darabont”, la que más satisfacciones le proporcionaría en su carrera. Quién no ha llorado con John Coffey, personaje que le reportó innumerables reconocimientos, entre ellos la nominación al Oscar y al Globo de Oro al mejor actor de reparto, demostrando su enorme versatilidad.

Prosiguió desde entonces una carrera de éxito en “Falsas apariencias” y su secuela, “Sin City” –las tres junto a su amigo Bruce Willis-, “El planeta de los simios” –pese a estar maquillado, su porte y su voz le delatan-, “El rey Escorpión”, “Daredevil”, “La isla” –de nuevo a las órdenes de Michael Bay- o “Pasado de vueltas”, y tenía pendientes dos filmes más para este año y uno en pre-producción para 2013.


Prestó además su imponente voz en cintas y series de animación y videojuegos tales como “Como perros y gatos”, “Hermano Oso”, “Padre de familia”, “Kung Fu Panda”, “Green Lantern” o “God of War II”. Y esto sin abandonar la pequeña pantalla, donde intervino en “CSI: Nueva York”, “Dos hombres y medio”, “Bones” o este año en “The Finder”.

Una carrera meteórica de casi un centenar de títulos en menos de 20 años que demuestra la versatilidad de un intérprete imposible de encasillar por su físico, y para los que le conocen, un ser humano dotado de un enorme corazón. Al menos, era difícil verle en público sin mostrar una enorme sonrisa. En paz descanse.

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