lunes, 10 de agosto de 2015

LA CRÍTICA. Terminator Génesis

Viejo y obsoleto
James Cameron lo sabía. Como si de un Terminator enviado desde el futuro que ya conocía el devenir de la franquicia, el director tuvo claro que la historia debía terminar en la segunda entrega. Cada nuevo intento de continuarla acabaría cayendo una y otra vez en los mismos esquemas. Es lo que pasa cuando la trama se basa en máquinas que viajan en el tiempo, que las posibilidades nunca acaban, y que la estabilidad del material se resiente con cada nuevo viaje temporal.

“Terminator Génesis” es la enésima prueba de que esta saga murió cuando aquel T-800 se autodestruyó para evitar el Día del Juicio, de que nunca debió pasar de este punto. Y eso que empieza bien. Su primera media hora es un homenaje absoluto a las dos primeras partes, tanto que consigue recuperar el tono oscuro y sombrío de la película de 1984. Comienza por tanto siendo una especie de remake que acaba introduciendo una serie de modificaciones en la línea temporal original que van creciendo como una bola de nieve.


Y aquí es donde radica el gran problema de la cinta de Alan Taylor, más allá de que su dirección sea impersonal y poco original y sus intérpretes, a excepción de Jai Courtney y Jason Clarke, no dan el tipo en sus respectivos papeles. Ni siquiera la gran estrella de la función, Schwarzenegger, que es más secundario que sus dos compañeros protagonistas –ella, Emilia Clarke, está floja floja-, ni un secundario como J.K.Simmons, cuya presencia está de más en la película. Su guión juega con el tiempo a su voluntad, tanto que acaba dejando por el camino no pocos agujeros de guión e inconsistencias. Se preocupa por cerrar de manera efectiva alguna que otra paradoja temporal, pero se deja en el tintero demasiados flecos, no sabemos si porque sus responsables quieren dejarlas para una secuela que jamás existirá a tenor de sus discretos resultados en taquilla, o peor, porque directamente no saben cómo solucionarlas.


Así, la cinta pasa por alto cuestiones tan importantes como [SPOILER] la razón por la cual se aplaza la fecha del Juicio Final, en qué momento la línea temporal original se modifica para justifica el ataque a John Connor, o muy importante, quién envía a la infancia de Sarah al Terminator para protegerla [FIN SPOILER]. A eso se une un giro de guión ya desvelado en los tráilers, y que ayuda a volver más inconsistente el argumento, y algunas muecas –una vez vale, siete ya se vuelve una burla- y chascarrillos en boca de su supuesta estrella principal y momentos tan bochornosos como el salto del Terminator-bala desde el helicóptero o las fotos durante la escena de la detención.


Una reliquia de una línea temporal borrada. Lo primero no se le puede aplicar a la película, pero sí lo segundo. Porque “Terminator Génesis” tiene la osadía de eliminar todo lo que hemos visto en entregas anteriores, y lo hace mal. Algo que ya se ha usado en el “Star Trek” de Abrams o “X-Men: Días del futuro pasado”, pero en ambas de una manera coherente. Estamos ante una herejía para todo buen fan que se precie. Pero ante una herejía que puede llegar a divertir. Aunque eso no ayuda a quitarse la sensación de que esta franquicia está acabada. De que está vieja y obsoleta.

A favor: los primeros treinta minutos, y que puede llegar a divertir
En contra: en lo que acaba derivando por culpa de su torpe guión

Calificación *1/2
No merece mucho la pena

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