jueves, 1 de noviembre de 2012

Especial Halloween: Momentazos del cine de terror (III)

Finalizamos con esta selección de momentazos dedicando el cierre a los niños, a los fantasmas, a las antologías y a los exorcismos. Porque no hay nada más sospechoso que un niño de mirada angelical.

Quién puede matar a un niño
Chicho Ibáñez Serrador, además de creador de programas de televisión míticos, tenía un gusto muy personal por lo macabro. Fruto de esto fue esta obra maestra, en la que arremete contra los niños. Porque no siempre podemos fiarnos de ellos. Incluso se atreve a cargárselos en pantalla.



Re-Animator
Los años la han colocado en el lugar que merece, pero en su momento, esta original mezcla de terror y comedia solamente convenció a los fans del género. Stuart Gordon hizo su particular “Frankenstein” a partir de la obra de Lovecraft, y la mezcla devino en un cóctel de resultados tan imprevisibles como escatológicos.




Rosemary’s Baby
El ejemplo perfecto de cómo no debe traducirse jamás un título. “La semilla del diablo”, así la titularon en España, y con ello se cargaron de paso el desenlace del film, en el cual Roman Polanski consiguió mantener la ambigüedad del conjunto. Esta vez, el bebé de Rosemary –Mia Farrow en el papel de su vida- era ya un peligro antes de nacer.




Scream
Segunda resurrección de Wes Craven, esta vez ayudado por el ácido guión del televisivo Kevin Williamson. Una propuesta que venía a reírse de los convencionalismos del género. Inauguró además la moda del slasher adolescente, cuyos coletazos seguimos sufriendo en nuestros días, y dio origen a Ghostface. Atentos a esta escena, porque en ella se resumen las reglas básicas para sobrevivir a una buena película de terror. Tomen nota.




Se7en
No, lo mejor de esta obra maestro de David Fincher no es sólo su atmósfera. Tampoco su fotografía. Ni su electrizante final. Lo más terrorífico era ver cómo John Doe justificaba sus actos. Porque, aunque nos pese, su base era del todo correcta.



Shutter
Una muestra más de que el terror oriental, cuando quiere, puede dejarnos calvados en la butaca. No es de las más recordadas, pero pese a su esquemática estructura, es de las más reinvindicables. Aunque sea por este escalofriante final, que da sentido a todo el metraje. Los pelos de punta se me quedaron.




Shaun of the dead
La cumbre de las spoof movies sobre zombis es, posiblemente, esta lúcida parodia surgida de la cabeza de dos genios como Simon Pegg y Edgar Wright, el primer ocupándose además de protagonizarla y el último de dirigirla. Muchos son los momentos a destacar, pero el momento indiferencia del protagonista ante el caos que le rodea, haciéndolo algo cotidiano, es desternillante.




Signs
Lo hemos dicho por active y por pasiva: Shyamalan es un excelente creador de historias y atmósferas. La prueba fue esta paranoica cinta algo denostada por muchos pero que dio una inteligente combinación de terror, ciencia-ficción y comedia. Y por si fuera poco, una interpretación más que memorable de Mel Gibson. Para quienes aún duden de que sepa actuar.



Silence of the Lambs
En realidad, Hannibal Lecter ya había aparecido en el cine unos cuantos años antes de que Jonathan Demme arrasara en los Oscar con esta película. Pero es tan jodidamente buena, con perdón de la expresión, que bien merece revisitarla. Aunque sea por este momento de sinceridad entre Jodie Foster y Anthony Hopkins, quien retomaría el personaje dos veces más pero sin ninguna capacidad de llevarlo más allá.




Suspiria
Dario Argento en su mejor momento, y dando Buena cuenta de lo que el giallo italiano era capaz. Un film tan salvaje que es bello. Y una joya para la Chicago Film Critics Association, que la incluye entre los 25 mejores filmes de terror de todos los tiempos.




Texas Chainsaw Massacre
El nacimiento de Leatherface y de una promesa que tardó poco en apagarse, Tobe Hooper, al que le persiguió durante toda su carrera el sonido de esa motosierra. Podría quedarme con el gancho para colgar carne, pero el sufrimiento psicológico y físico que sufre una de las supervivientes es suficiente para declararla de culto.




The Blair Witch Project
Daniel Myrick y Eduardo Sánchez revolucionaron el terror con esta cinta que, en realidad, no inventaba nada Nuevo. Pero hacía tantos años que el público no veía una propuesta regida por el found footage, y se vendió tan bien, como si de un hecho real se tratase, que fue un taquillazo mundial sin precedentes a pesar de haber costado unos pocos miles de dólares. Lo malo es que convirtió la técnica en algo tan recurrente que ha acabado cansando.




The Cabin in the Woods
Sí, es de este año, pero es tan inteligente para muchos –me incluyo- que bien merece figurar en la lista. Porque hace pocos meses que se estrenó, pero tiene madera de culto. En su última media hora, Joss Whedon y Drew Goddard nos regalaron el festival de los monstruos definitivo. Treinta minutos en el que veremos desfilar por pantalla todo tipo de monstruos del celuloide. Sí, incluidos los dichosos payasos.



The Devil’s Rejects
La obra cumbre de Rob Zombie fue esta secuela de “La casa de los 1000 cadáveres” en la que puso toda la carne en el asador, ofreciendo una road movie esquizofrénica y brutal, deudora tanto de “La matanza de Texas” como de “Bonnie & Clyde”. Una obra maestra, algo que hasta ahora no se ha repetido en su filmografía –recordemos su versión de Halloween-.




The Exorcism of Emily Rose
Un tema trillado, el de los exorcismos, pero que se sirvió con cabeza en esta mezcla de thriller judicial y terror coherente y muy bien hilado. Sorprendente el contorsionismo de Jennifer Carpenter.




The Exorcist
Trillado, sí, pero tuvo un comienzo. Porque esta obra magna de Willian Friedkin es al terror lo que “El padrino” es al cine de gángsters. Y lo de Linda Blair no tenía nombre.




The Fly
David Cronenberg se hace cargo de un remake, y da en el clavo. Esta versión es tan buena como la original, aunque aquella daba mucho más miedo para los que le tenemos pánico a los insectos. Eso sí, es de un asqueroso descomunal. Y si no que se lo digan a Jeff Goldblum, al que le salían auténticos tallos en la espalda.




The Mist
Frank Darabont es, seguramente, el mejor adaptador de novellas de Stephen King. Tras la fallida “The Majestic”, volvió a llevar a la gran pantalla una obra del popular escritor por tercera vez, y el resultado fue una pieza de culto con un desenlace de lo más desalentador. Magistral.




The Omen
Richard Donner debería estar sobre un pedestal. Tiene tanto oficio en sus venas que lo mismo te hace una de acción –“Arma letal”-, una de superhéroes –“Superman”- o una de aventuras para toda la familia –“Los Goonies”-. Incluso una de terror, haciendo de Gregory Peck el padre del Anticristo. Ha nacido un nuevo infante terrorífico, y se llama Damien. Esa mirada a cámara…




Ringu
Sí, la original, que da más yuyu. Porque Gore Verbinski hizo bien los deberes, pero el mérito pertenece a Hideo Nakata, que hizo pillar respeto a los televisores. Y otra niña, Shizuko, que convirtió en una moda en su país llevar el pelo largo y negro tapándote la cara para dar miedo en el cine. Lo peor es que la mayoría de cintas surgidas al rebufo de esta repitieron el mismo recurso.




The Serpent and the Rainbow
Última vez que veremos a Wes Craven en la lista, en una de sus infravaloradas aportaciones al género. Un acercamiento bastante veraz y fiel a la zombificación que sufrió todo tipo de reveses en la producción, hasta peligrar la vida de sus responsables a manos de los lugareños. El último tramo es desquiciante, pero delicioso. Gran trabajo de Bill Pullman, por cierto.



The Shining
Y última vez también que veremos a Stephen King en la lista, esta vez adaptado por el gran Stanley Kubrick, quien género que tocaba, género que bordaba. Aquí era la primera vez que se atrevía con el terror, y aunque en su momento fue un fracaso de crítica y público, con el tiempo se ha convertido en una obra de culto. Pocos han sabido crear un ambiente de mal rollo en el cine. Eso sí, todo a costa de no ser nada fiel a la novela original, para suerte de todos. Podría quedarme con la escena de la bañera, que me costó ver de pequeño, pero vamos con esas malditas gemelas.




The Sixth Sense

Venga, damos también carpetazo a los niños, esta vez con uno que ve a los muertos. Haley Joel Osment se convirtió en un prodigio, e hizo que su don se convirtiera en una pesadilla para todos. Este monólogo ante Bruce Willis revelaba por fin su maldición al gran público, en el salto de Shyamalan al cine mainstream.




The Thing
Para mí, la mejor cinta de John Carpenter, capaz de transmitir desconfianza e incertidumbre, amén de unos efectos de lo más rompedores. Como el de esa cabeza-araña que supone una delicia para la vista.



Tiburón
Los animales no son nuestros amigos, y los tiburones mucho menos. Spielberg consiguió con el mar lo que Hitchcock con la ducha en esta lucha entre el hombre y la bestia, entre el capitán Ahab y su ballena. Y todo sin mostrar al enorme escualo hasta el final. Porque siempre es mejor sugerir que mostrar.




Truco o trato
Y acabamos con una antología reciente, que desgraciadamente fue directa al mercado doméstico. Considerada por muchos como representativa de Halloween, esta reivindicable deudora de “Historias de la Cripta” consta de cuatro capítulos interconectados como en una peli de Tarantino que recopilan los tópicos de estas fiestas. Muy conveniente para estas festividades. Feliz Halloween, y cuidado con Jack O’Lantern... y con las golosinas, sobre todo si se las da un desconocido.



Especial Halloween: Momentazos del cine de terror (I)
Especial Halloween: Momentazos del cine de terror (II)

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