miércoles, 29 de diciembre de 2010

LA CRÍTICA


Imparable **1/2
(Unstoppable)

Tony Scott sin frenos

Si algo diferencia a los hermanos Scott entre sí es que mientras Ridley va dando tumbos tratando de realizar mastodónticas películas que le hagan recuperar la esencia de los grandes clásicos de su filmografía –para entendernos, títulos como “Blade Runner” o “Alien”, a los que sólo “Gladiator” se acerca- con bastante poco sello personal, su hermano menor Tony ha ido depurando su estilo frenético y videoclipero y convirtiéndolo en marca de la casa, a pesar de no haber concebido ningún film hasta la fecha que merezca el calificativo de película de culto. 


Hace un año estrenaba en España “Asalto al tren Pelham 1, 2, 3”, remake desenfrenado sobre raíles de una cinta notablemente superior. Pues bien, la cosa va de trenes otra vez en su nueva propuesta, esta vez inspirada en hechos reales. El gran protagonista es ese tren sin control que lleva como carga material tóxico y altamente inflamable, y los frustrados intentos de las autoridades y las grandes corporaciones por frenarlo, hasta que dos empleados de la compañía ferroviaria ponen en juego su vida urdiendo un ingenioso plan para ralentizar ese tren del infierno sin descarrilarlo.


“Imparable” es lo que puede esperarse de un trabajo de Tony Scott. Acción adrenalínica, una cámara nerviosa siempre en movimiento y tensión que hace que sus ajustados noventa minutos pasen en un suspiro. Por el camino se resienten los abusos estilísticos de su director, que sus fans esperarán ansiosos pero que a mí me resultan repetitivos, y un guión tan previsible como arquetípico, dando un resultado final entretenido pero que no aporta nada nuevo. Eso sí, todo servido como un gran entretenimiento en un género en el que Scott se mueve como pez en el agua, y volviendo a afianzar su estilo personal.


La película no deja tiempo para el respiro, ni para degustar lo que podría haber funcionado como crítica hacia las decisiones interesadas de los jefes de la empresa –en su lugar, su discurso en torno a este tema es previsible y presentado de manera muy tópica- ni mucho menos para simpatizar con las vidas de sus dos personajes, arquetipos de seres contrapuestos que se odian al comienzo pero acaban trabajando codo con codo al final. Eso sí, un disfrute de corta duración para los que no quieran ejercitar demasiado las neuronas con un trío protagonista de lo más solvente, con un actor que nunca falla, Denzel Washington, una joven promesa que afianza su talento, Chris Pine, y la estupenda Rosario Dawson dando la réplica perfecta a la pareja. Ni más ni menos.

A favor: su trío protagonista y la acción imparable
En contra: tanta acción no deja espacio para nada más, y que no aporta nada nuevo

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