Vive,
muere y repite
Todos
hemos tenido la sensación de estar viviendo un determinado momento por segunda
vez. Eso que los franceses llaman déjá vu
. “Atrapado en el tiempo”, convertida a día de hoy en un clásico
contemporáneo por derecho propio, llevaba al extremo de lo razonable esta idea.
Un periodista gruñón, antipático y pagado de sí mismo condenado a vivir el
mismo día una y otra vez. Una comedia atemporal, con ecos del mejor Frank
Capra, que no caía ni en sensiblerías ni adoctrinamientos, a pesar de que su
original premisa daba para ello.
Desde
entonces, hemos vivido no pocas visitas al mismo concepto, ya fuera en formato
televisivo –la serie “Sobrenatural” ya flirteaba con la idea en un divertido
episodio que cambiaba el “I Got You, Babe” por el “Back in Time” de “Regreso al
futuro”, en un doble juego de referencias temporales- o en forma de inspirado
entretenimiento de ciencia-ficción –la siempre reivindicable “Al filo del
mañana”. Pero todas con algo en común: el uso de la original como excusa para
el divertimento, sin ahondar en moralina ni dobles lecturas.
“Feliz
día de tu muerte” adapta esta idea al subgénero slasher. Una scream queen,
con el sex appeal e incuestionable talento de Jessica Rothe –sin duda, uno de
los mayores reclamos de la cinta- metida en su particular bucle temporal mortal,
esta vez con un horroroso politono como tema central cada vez que sale el Sol.
Pero con una salvedad. Al final del día, su personaje sabe que va a morir a
manos del asesino enmascarado de turno. Como si Sidney Prescott concentrase
cuatro películas de “Scream” en una sola jornada.
El
mayor punto a favor de esta comedia de terror es su honestidad. No, no pretende
exprimir el discurso del film en el que se basa. Su protagonista aprenderá una
valiosa lección vital, sí, pero no es el centro de interés de la propuesta. Lo
que pretende Christopher Landon –responsable máximo de encarrilar por el buen
camino la saga “Paranormal Activity”, especialmente en aquel spin-off latino
que fue toda una sorpresa- es hacer pasar al respetable una hora y media
divertida, de desconexión. Por el camino, lo cual no está de más, alguna idea
ingeniosa, pero en ningún momento trata de ser más de lo que es.
Sin
embargo, lo mismo que se convierte en una fortaleza, se convierte en su mayor
impedimento para ser memorable. Porque “Feliz día de tu muerte” se conforma con
ser eso, un divertimento para grandes audiencias. No va más allá, no tira la
casa por la ventana, no se esfuerza por perdurar en la memoria. Lo que queda es
sencillamente un film que se deja ver muy bien, simplemente como pasatiempo,
pero que va perdiendo fuelle conforme avanza el metraje y se olvida uno de su
conocida idea principal. Hasta que llega a un desenlace que echa por la borda
con su facilona y convencional resolución la posibilidad de estar ante un nuevo
referente del género en lo que a psychokiller
se refiere. Tran convencional que, aunque suene a broma, se hace repetitiva. Una
pena, pues la máscara y el concepto del asesino podrían haber dado mucho más de
sí, y podría haber quedado una franquicia que explotar en el futuro. O en el
pasado, que con tanto bucle temporal ya me he perdido.
A favor: su protagonista, su honestidad,
y que entretiene
En contra: que no explote y exprima todas
sus bazas, y que se vuelva convencional conforme avanza el metraje
Calificación ***
Merece
la pena
No hay comentarios:
Publicar un comentario