martes, 22 de noviembre de 2016

LA CRÍTICA. Animales fantásticos y dónde encontrarlos

Una pizca de magia
El séptimo arte necesita de la magia para sobrevivir. Ambos conceptos siempre han estado estrechamente relacionados. De hecho, el cine es pura magia. Y como dijera Coppola, las primeras personas que hicieron el cine fueron auténticos magos. Otra cosa muy distinta es que toda obra cinematográfica te haga sentir la magia en una sala.

Estamos en una época a la que sin duda le falta esta sensación. La de entrar en una sala de cine y que te embauquen, te maravillen y te extasíen. Una época de hypes supra vitaminados por campañas promocionales más colosales que el producto que tratan de vender. De trucos de manos perpetrados por trileros a los que se les ve el cartón demasiado rápido.

“Animales fantásticos y dónde encontrarlos” es una ilusión más, pero una muy bien orquestada. No es que vaya a conseguir recuperar la fe en el celuloide como fábrica de sueños, pero bien que se acerca. Una más que encomiable manera de dar la bienvenida a la cartelera navideña, a la que ayuda un envoltorio de ensueño. La correcta dirección y los juegos de cámara de un ya habitual prestidigitador de la franquicia del mago de la cicatriz, David Yates, la fotografía, la elfmaniana composición de James Newton Howard, y un reparto de lo más acertado en el que Dan Fogler se convierte en el alma de un dúo de lo más clásico, compensando esa sempiterna cara de ser retraído a la que Eddie Redmayne nos tiene acostumbrados. Y por supuesto su ambientación, que une con soltura el universo Potter con los locos años 20. Con el charlestón y la mafia. Con el contrabando y los cabarets.


Una presentación de lo más atractiva que, no obstante, no acaba por ocultar del todo bien su condición de producto forzado hecho para rellenar las arcas de Warner. Y es en el guión donde más se nota. A este cruce entre “Jumanji” y la fiebre Pokemon le cuesta arrancar durante prácticamente todo su metraje. Uno tiene la sensación de que la trama no termina por definirse del todo, y que va dando tumbos entre el bestiario que suponía el libro original y su intento por comenzar una aventura que dé lugar a una nueva serie de filmes. No tiene ningún as bajo la manga, salvo uno en forma de cameo que más que sorpresa acaba generando risas. Un sentimiento que no se abandona ni con un delicioso desenlace que se preocupa por el devenir de unos personajes a los que acabas cogiendo cariño por el halo de clasicismo que desprenden, como salidos de una comedia de Laurel y Hardy.


Pero no deja de ser lo que es, esa pizca de magia que la cartelera necesitaba urgentemente, dadas las fechas que se aproximan. Sus fans acérrimos la adorarán. A aquellos a los que les importe un comino, puede que incluso les aburra. Y por ello es importante lanzar un aviso antes de su visionado: abstenerse muggles, por favor.

A favor: Dan Fogler y un envoltorio que la hace de lo más deliciosa
En contra: un guión que no termina por definirse y arrancar del todo

Calificación ***
Merece la pena

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