Cómo mola ser malo
Es una verdad incuestionable
que invertir los roles protagónicos y heroicos del séptimo arte es un ejercicio
tremendamente atractivo. Porque en muchas ocasiones, la némesis es mucho más
interesante que el héroe cinematográfico de toda la vida. Ser malo mola, y
mucho.
“Escuadrón Suicida” no
inventa nada nuevo en ese sentido. Es el enésimo intento por parte de Hollywood
de poner en primera línea de cartel a villanos. De convertirles en héroes a su
pesar, siempre provistos, cómo no, de un buen fondo que haga que el público sienta
empatía hacia ellos. A asesinos a sueldo, psicópatas, locos, pirómanos, payasos
de risa distorsionada y hasta monstruos come hombres.
Pero aquí el truco está
en hacerlo con una buena dosis de gamberrismo y falta de medicación. David Ayer
modula su dura manera de entender el cine de género para ofrecer un
entretenimiento en el que reina el caos y la locura en todos los apartados de
la producción. Desde el guión hasta el montaje, pasando por un reparto metido
en sus papeles hasta la médula, donde Margot Robbie y Will Smith
se erigen como reyes de la función. Incluso el ridículo se apodera de ella en
más de un instante, pero todo es parte del (sin)sentido del espectáculo carente de
prejuicios que ofrece durante sus dos horas de metraje.
Por supuesto, ese
exceso de locura tiene sus contras. Y los posibles recortes de Warner también. No
todos los personajes están tratados con el mismo mimo, y algunos, como el Joker
de Leto, están bastante mal dibujados e insertados casi con calzador. El
villano tiene poca chicha, el film no sabe cómo empezar y acabar, y hay momentos sin demasiado sentido por
mencionar otros ejemplos de defectos.
“Escuadrón Suicida” no es
la obra definitiva del nuevo universo cinematográfico DC, ni la mejor hasta la
fecha. Algunos podrían achacarle incluso cierta tendencia marvelita, aunque con
una marcada estética punk. Pero esta action
movie iluminada con luces de neón y acompañada de música de lo más cañera y
acertada da un paso más allá en lo que a adaptaciones de cómics a la gran
pantalla se refiere. No por poner a los malos como los buenos. Eso ya lo hemos
visto. Sino por hacerlo con descaro y poca cordura. Aunque el delirio vaya en
descenso conforme avanza el metraje. Ser malo mola más que nunca. Con ellos
estamos en buenas manos.
A
favor: Margot Robbie, Will Smith y su ingente dosis de
locura
En
contra: detalles de guión muy mejorables, y que el delirio
vaya en descenso
Calificación ****
No se la pierda
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