La venganza es mía
El Paul Kersey que
clamaba venganza en “El justiciero de la ciudad” por la muerte y violación de
su esposa ya existía antes de que este John Wick decidiera ajustar cuentas con
los responsables de la muerte de su perro. Y Jack Carter, Max Rockatansky,
Mason Storm … Todos estos personajes han venido a coronar un subgénero que
lleva bastante tiempo en el mundillo del mercado doméstico, aunque
recientemente propuestas como “Venganza” o “The Equalizer” han rememorado el
brillo de aquellos días, cuando los justicieros tomaban la ciudad y demostraban
que la venganza es un plato que se sirve bien frío.
Así que esta cinta de
acción en apariencia modesta no viene para inventar nada nuevo, pero sí que se
preocupa de servirlo de una manera distinta. “John Wick” recicla la idea del
justiciero en una cinta de acción directa, violenta y visceral que consigue
hacer suyos los códigos del género y modularlos en torno a una cantidad de gadgets de guión de lo más originales.
Sí, su guión cojea en más de un tramo –algunas motivaciones de sus personajes
no están del todo explicadas, y el mismo leit
motiv de la vendetta puede resultar difícil de creer-, pero lo compensa con
el grafismo escénico del mundo del cómic. Porque en cada plano, en la
confección del peculiar y atractivo universo criminal en el que nos va
sumergiendo, repleto de hoteles para asesinos con su propio código de etiqueta
o empresas de limpieza de cadáveres, en la misma caracterización de sus
personajes y su concepción de la acción, esta película desprende un aroma a cómic
que sorprende precisamente porque no está basada en ninguna novela gráfica.
Estamos ante una de las
propuestas de acción más vibrantes y originales de los últimos tiempos, repleta
de ingenio en el libreto de Derek Kolkstad y buen hacer tras la cámara por
parte del debutante y doble de acción de su estrella protagonista en más de un
film, Chad Stahelski, que, además, supone la resurrección de un icono del
género como Keanu Reeves, totalmente cómodo en su rol de hombre del saco de la
mafia, de vengador implacable y prácticamente indestructible. Un vehículo para
su lucimiento personal que el intérprete usa y explota como tal con
sobresalientes resultados.
Pura orgía de disparos,
sangre, peleas acrobáticas y sentido del ritmo, “John Wick” ofrece cien minutos
de entretenimiento sin fisuras en lo que a divertir al respetable se refiere,
tanto que compensa la debilidad de su guión y un tramo final más convencional
que el conjunto que deja abiertas las puertas a la casi inevitable secuela.
Pero la verdad, si ésta consigue el mismo nivel que la que nos ocupa, como si
hacen una veintena, si bien la historia es lo suficientemente cerrada como para que no tenga sentido una secuela. Tenemos nuevo director y guionista en el panorama
cinematográfico a los que seguir muy de cerca si siguen esta línea. Vivimos la
vuelta de un actor al que, pese a sus baches, siempre hemos echado de menos. Y
hay un nuevo vengador en la ciudad al que respetar y temer.
A
favor: Keanu Reeves, los constantes momentos de ingenio de
su guión, y su alma de cómic
En
contra: los numerosos agujeros de guión y el
convencionalismo de su tramo final la impiden ser mejor de lo que ya es
Calificación ****
Totalmente excelente. Y es verdad, de verdad parece un resurgimiento del género de venganza (¿o nunca dejo de darse?). Igualmente, muy buena reseña, aquí yo también elogie la película. http://www.epicasobreelte.com/2015/01/john-wick-la-critica.html
ResponderEliminarMuchísimas gracias, la verdad es que no esperaba que fuera tan buena. Sí, su guión tiene baches, pero es tan entretenida y original en muchos aspectos que sus defectos de libreto simplemente no la permiten ser mucho mejor de lo que ya es. Toda una sorpresa
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