jueves, 1 de enero de 2015

LA CRÍTICA. Nightcrawler

El cazador de imágenes
El personaje de Travis Bickle en la magistral “Taxi Driver” decía que por la noche salen todos los animales. Al caer el Sol, Los Ángeles no es muy distinta de aquella Nueva York nocturna por la que se movía el personaje interpretado por De Niro. Por ahí pulula Louis Bloom, un ave rapaz en busca de la mejor oportunidad. Un emprendedor persistente que se marca objetivos altos y los consigue, cueste lo que cueste. En plena autopista, por casualidad, encontrará una afición para la que, a partir de ese momento, sabe que ha nacido. Se convertirá en un rondador nocturno en busca del sensacionalismo y el morbo. Caiga quien caiga por el camino.

Pocas veces se puede disfrutar de una ópera prima tan bien orquestada como “Nightcrawler”, sin duda uno de los mejores debuts de los últimos años. Dan Gilroy asume la multidisciplinar tarea de dirigir, escribir, producir y montar su puesta de largo en la dirección tras años de guionista más bien limitado. Suyos son los libretos de aquella “Misión explosiva” de Dennis Hopper o de las recientes “Acero puro” y “El legado de Bourne”, dirigida esta última por su hermano Tony. Por primera vez se enfrenta a una aventura en solitario, y lo que resulta es una joya reciente que algunos se empeñarán en comparar con “Drive”, pero que tiene mucho más del film de Scorsese o de la también soberbia “Network”.


No es un film perfecto, y quizá abuse demasiado de la música en segmentos que no lo requieren, además de contar con actores a los que damos la bienvenida de nuevo como Rene Russo o Bill Paxton pero quedan a la sombra de su protagonista, pero el oscuro relato que esgrime sobre la voracidad de los medios y la falta de escrúpulos de quienes manejan nuestra información diaria es sencillamente portentosa. Gilroy lleva su frívola crónica hasta el extremo a través de la figura de su personaje principal, un auténtico psicópata desprovisto de cualquier atisbo de empatía y remordimientos, un cazador de imágenes dotado de un encanto superficial y una inteligencia sobresalientes pero también de una conducta antisocial y poco dada a las relaciones personales.


Uno de los mejores personajes del cine reciente, perfectamente trazado desde las páginas del guión de Gilroy, que tiene en los enormes ojos y la gran sonrisa de Jake Gyllenhaal su inmejorable reflejo de carne y hueso. El actor no deja de superarse a sí mismo en cada nuevo trabajo y confirma que es uno de los mejores actores de su generación, llegando a transmitir miedo al espectador, pero nunca repulsión. Louis consigue meterse en el bolsillo al respetable, como el experto encantador de serpientes que es, pero más nos vale no fiarnos mucho de su encanto personal.

A favor: Jake Gyllenhaal, y que estamos ante uno de los debuts más lúcidos de los últimos tiempos
En contra: ciertos defectos menores de principiante, como el abuso en el uso de la banda sonora

Calificación ****1/2

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