jueves, 20 de noviembre de 2014

En paz descanse... Mike Nichols (1931-2014)

Un cineasta clásico, mítico, un genial director de actores y responsable de algunos títulos memorables. Mike Nichols, nacido en Alemania bajo el nombre de Michael Igor Peschlowsky y trasladado a Estados Unidos con apenas ocho años para huir de los nazis, ha fallecido a los 83 años, tras una carrera de casi medio siglo como director, guionista, cómico y productor. Fue en la comedia donde empezó a forjarse un nombre, pero en el ámbito teatral, medio en el que fundó una compañía junto a Alan Arkin, Elaine May y Barbara Harris, haciéndose famoso en Broadway y en los cabarets de Nueva York gracias a sus dúos musicales junto a May.

Fue gracias a esta colaboración que se alzó con el primer premio de su carrera, el Grammy. Después llegarían los Tony, que reconocerían su labor sobre los escenarios como director en obras como “La extraña pareja” o “Plaza Suite”, hasta un total de una decena de galardones en estos premios. Porque Nichols, aunque llevaba desde 2007 sin estrenar un film, nunca abandonó el teatro, y en 2012 obtendría el último Tony de su carrera por dirigir “Muerte de un viajante”, de Arthur Miller.

Pero si en el teatro no dejó de cosechar alabanzas, éstas le siguieron en su salto al cine. Fue en 1966, y no pudo ser más rotundo su debut. “¿Quién teme a Virginia Wolf?” supuso su fenomenal puesta de largo en el celuloide, una cinta que bebía directamente del teatro y que le valió a Elizabeth Taylor un Óscar, galardón al que optó también el propio Nichols. Gracias a ella, eso sí, se haría con el primer BAFTA de su carrera. La primera y única estatuilla le llegaría tan sólo un año después con “El graduado”, que también se convertiría en el único Óscar que la Academia concedería a la cinta. Por ella se haría también con su único Globo de Oro y su segundo y último BAFTA.


A partir de aquí, Nichols no se prodigaba tanto en la gran pantalla como en el teatro, pero cuando lo hacía dejaba huella gracias a su sobresaliente mano para llevar a sus actores. Suyas fueron  “Trampa 22”, protagonizada por su amigo Alan Arkin, “Silkwood”, “Armas de mujer”, “Postales desde el filo”, “A propósito de Henry”, “Lobo”, “Una jaula de grillos”, “Primary Colors”, “Closer” o “La guerra de Charlie Wilson”, la última de su carrera. En ellas dirigiría a actores fetiche de su filmografía como Harrison Ford, Jack Nicholson, Julia Roberts o Meryl Streep.

Fue nominado tres veces más al Óscar, una de ellas como productor, al Globo de Oro y al BAFTA, y recibió menciones del Sindicado de Productores y Directores, así como el Emmy por la miniserie para tv “Angels in America”, su segunda incursión en la pequeña pantalla. El realizador, casado desde 1998 con la presentadora de tv Diane Sawyer, nos deja de manera inesperada, de un paro cardiaco, pero con un importante legado a sus espaldas de buen cine y buen teatro, siempre fundiendo ambos medios con elegancia e inteligencia. Descanse en paz, maestro.

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