miércoles, 12 de marzo de 2014

LA CRÍTICA: Nymphomaniac (Volumen 1)

Pura provocación, pura insatisfacción
Sexo explícito y Von Trier. Una mezcla que es pura dinamita, tan explosiva como si se le permitiera realizar una película sobre el Holocausto. Una invitación a la provocación de un provocador nato, un cineasta que hace de la polémica que rodea a cada nuevo trabajo su mejor herramienta publicitaria, y que en esta ocasión ha precedido a cada aspecto de la producción del film. Hasta tal punto que a lo que asistimos es a la mitad de un cuadro que ni siquiera ha sido aprobado por su autor, que se reserva cinco largas horas para un fresco definitivo que, supuestamente, verá la luz a lo largo de este año.

Y así se nos presenta “Nymphomaniac”, su nuevo experimento fílmico, como un nuevo intento de insurrección fílmica de un gran danés que busca siempre poner el dedo en la llaga. Y visto este primer volumen, se puede decir que se ha pasado mucho de listo, y que no era para tanto semejante alboroto. No lo es puesto que el sexo es algo común, y a estas alturas ya somos mayorcitos para escandalizarnos ante cualquier escena de sexo explícito, como si estuviéramos viendo una película porno y por eso debiéramos taparnos los ojos para acabar mirando entre los dedos.


Lo realmente polémico es con qué mezcla sus escenas sexuales, que aviso desde ya que están totalmente justificadas dentro del relato, qué herramientas usa Von Trier como hilo conductor de la historia de esta mujer enferma incapaz de sentir algo más allá de su propia satisfacción carnal. El director tira de la pesca con mosca para definir la personalidad de su protagonista, de la secuencia de Fibonacci para describir las embestidas de sus amantes y los trítonos medievales y Bach para identificar sus prácticas sodomitas, la energía cinética como primera experiencia sexual, o a Edgar Allan Poe para hablar del delirio. Una suerte de búsqueda aleatoria en Wikipedia de la que le han salido conceptos que hilar con la historia.

Von Trier mira con desdén a su personaje principal, desde la distancia, a esa Joe que encarna con dureza, que no con convicción, Charlotte Gainsbourg de mayor, y en su juventud una frágil y sensual Stacy Martin, a esa mujer que es a la vez juez y verdugo de sí misma. Y con esa misma distancia te sientes viendo “Nymphomaniac”, como una colección de pasajes sexuales que funcionan bastante bien de manera aislada, yendo de lo sórdido a lo puramente tragicómico –hilarantemente trágica la escena con Uma Thurman-, pero que en conjunto esgrimen una sinfonía de notas discordantes, una obra irregular en intenciones y desarrollo, partiendo de un arranque que ya de por sí es poco verosímil.


Con “Antichrist” y “Melancholia” me vino a pasar lo mismo que con el cine de David Lynch, sin por ello acercarse el danés al maestro estadounidense. Un hombre capaz de hacer de la incomprensión de su obra una herramienta de atracción. En “Nymphomaniac”, esa atracción no se produce. Su cinismo y prepotencia habituales siguen presentes, pero no ha sido capaz de transmitirme lo más mínimo. Me he quedado como Joe al final, incapaz de sentir nada. Prometía una propuesta con pedigrí y se ha quedado en pura insatisfacción. Nada de carnalidad ni moralidad. Von Trier parece haberse quedado sin algo que contar. O será que aún me falta por ver la otra mitad del cuadro. Y aún así, algo ha conseguido, pues me despierta un morbo indescriptible saber cómo continúa.

A favor: algunos pasajes aislados realmente funcionan, y Stacy Martin
En contra: el mismo arranque de la historia y la sensación de que Von Trier no sabe qué contar y cómo rellenar el metraje
Calificación **

3 comentarios:

  1. No me gusta mucho Von Trier. Sus películas me parecen pedantes. Me da mucha pereza ver esta película.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. A mí hay filmes suyos que me encantan, como Melancholia, Dancer in the dark y Antichrist, pero otras como Los idiotas o Dogville me resultan pesadísimas. Ésta pertenece a este último grupo. A por la segunda iré en unos días, a ver si mejora ver el cuadro completo.

    ResponderEliminar