En paz descanse... James Rebhorn (1948-2014)

Uno de mis secundarios favoritos nos ha dejado. Un actor que atesoró más de 120 títulos a lo largo de su trayectoria de casi medio siglo. Un maestro que nunca estuvo en primera fila y que nunca gozó del reconocimiento que merecía como actor de reparto. James Rebhorn ha fallecido a los 65 años de edad víctima de un cáncer de piel del que se llevaba tratando desde 1992.

Con apenas 20 años convencía sobre los escenarios, donde encarnó principalmente a políticos, doctores y abogados. En la televisión debutó a comienzos de los 60, y en cine a finales de los 70, en productos más bien olvidables y prodigándose muy poco ante la pantalla. De hecho, hasta 1980 no había intervenido más que en dos series y una película, y seguía centrándose en su labor en el teatro.

En los 80 comenzó a despuntar como actor de reparto en títulos como “Silkwood” o “Los ojos del gato”, pero no fue hasta los 90 cuando su carrera empezó a ascender de manera meteórica, llegando a encadenar más de media decena de películas en un mismo año. Trabajó a las órdenes de cineastas como Mike Nichols (“A propósito de Henry”), Martin Brest (“Esencia de mujer”), Brian de Palma (“Carlito’s Way”), Woody Allen (“Sombras y niebla”), Jonathan Lynn (“Mi primo Vinny”), Paul Verhoeven (“Instinto básico”), George Miller (“Lorenzo’s Oil”), Roland Emmerich (“Independence Day”), David Fincher (“The Game”), Scott Hicks (“Mientras niebla sobre los cedros”), Anthony Minghella (“El talento de Mr. Ripley”, “Cold Mountain”), Jay Roach (“Los padres de ella”), Todd Haynes (“Lejos del cielo”) o Shawn Levy (“Acero Puro”), entre otros, y paseó su inconfundible e inolvidable porte por series como “Kojak”, “De la Tierra a la Luna”, “Seinfeld”, “El abogado”, “Boston Legal”, “Turno de guardia”, “Ley y Orden”, “Rockefeller Plaza” o “The Good Wife”.

Fue en la pequeña pantalla donde acabó refugiándose durante sus últimos años. De hecho, una de sus últimas apariciones, y de las más recordadas últimamente, fue como padre de Claire Danes en la célebre “Homeland”. Un actorazo más preocupado por interpretar que por los premios y los reconocimientos. Un secundario a reivindicar. Descanse en paz.