viernes, 21 de febrero de 2014

LA CRÍTICA: Her

Pura emoción (virtual y real)
Inteligencia artificial. Esa área multidisciplinar que crea entidades capaces de un razonamiento propio similar al del ser humano. Sistemas que piensan y actúan racionalmente como humano. Pero sólo eso. Piensan y actúan racionalmente. ¿Qué hay de los sentimientos, de las emociones? ¿Puede uno de estos sistemas evolucionar y adquirir consciencia propia, cuestionarse su condición? ¿Puede encariñarse de un ser humano, desarrollar eso que llamamos amor? Y en ese caso, ¿sería un amor real o artificial? Infinidad de películas han explorado todas estas cuestiones. “Her” también lo hace. En ese sentido, no es un film novedoso. Pero lo es. Porque no es solamente esto.

Así que, ¿qué es “Her”? Es el reflejo de un futuro no muy lejano, tan poco lejano que prácticamente lo estamos viviendo hoy en día. Es el retrato de la sociedad de la incomunicación. Es también una película que disecciona las relaciones sentimentales y cómo muchas se deterioran por la falta de comunicación, cómo somos incapaces de relacionarnos físicamente con otra persona una vez hemos fallado. Cómo no aceptamos la pérdida y nos anclamos en el pasado. Es la incapacidad de relacionarse de una sociedad en la que los sentimientos se frivolizan, una sociedad que vuelve a sus orígenes y se comunica por cartas que otros escriben. Es la soledad a la que nos vemos irremediablemente condenados.


“Her” es ciencia-ficción realista, una ciencia-ficción de estética retro, luminosa fotografía y evocadora banda sonora. Es Joaquin Phoenix, el actor perfecto. Es Scarlett Johansson, la voz perfecta capaz de transmitir tanto sin verle una sola vez la cara. Es la relación de ambos, tan bien cimentada en su magnífico guión que nos creemos que un hombre puede entablar una relación sentimental con un sistema operativo de última generación. Es ese hombre, Theodore, con el que es imposible no simpatizar. Y es otro hombre, Spike Jonze, a quien debemos agradecérsela. No es su mejor trabajo, pero es que en realidad ninguno lo es. Un cineasta tan capaz de crear metáforas en celuloide que cada nueva propuesta es una obra de arte a admirar.


“Her” es todo esto, y mucho más. Son tantos los temas que evoca y sobre los que reflexiona que es difícil encontrar las palabras adecuadas para describirla. Es un estallido de sentimientos que van de lo artificial a lo real, sin delimitar la línea que existe entre ambos conceptos. Y una advertencia acerca de aquello en lo que nos estamos convirtiendo. Pura emoción. Virtual y real.

A favor: guión, dirección, fotografía, banda sonora, actores,… todo
En contra: habrá quienes no capten más matices que los que ven a simple vista

Calificación ****1/2

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