Una nación renacida
Hace casi una década,
Michael Moore se preguntaba en la excelente “Bowling for Columbine” dónde se
encontraba el germen de la violencia en Estados Unidos a través de la relación
del pueblo con las armas. La tesis de Moore no apuntaba a factores como la geografía,
la cultura, la televisión o los sangrientos cimientos históricos sobre los que
se construyó la nación, sino a la difícil relación de sus habitantes con la
misma violencia, lo profundamente arraigada que se encuentra en su sociedad,
cómo la convivencia con ella se reduce a un mal necesario para definir a todo
un pueblo.
No resulta pues extraño
que la violencia se combata con la propia violencia en suelo estadounidense.
Esto es precisamente lo que propone “The Purge” en su prometedor planteamiento,
aunque rocambolesco y difícil de creer si lo sacamos de la distopía que supone en
sí misma la trama: una nación renacida, un sistema perfecto libre de desempleo,
miseria y criminalidad, conseguido justamente dando rienda suelta a la
población una noche al año para que liberen la bestia que llevan dentro. Todo
crimen está permitido. No hay servicios de emergencia ni policías. Sólo hay que
sobrevivir a esa noche.
James DeMonaco es un
experto en ambientes opresivos y aislados, en encerrar a sus protagonistas en
un espacio cerrado a merced de una amenaza externa que se empeña en alterar su
paz. Con “The Purge” mezcla el buen hacer de dos de sus obras más rescatables,
el remake de “Asalto a la comisaría del Distrito 13” o “Negociador”, con filmes
recientes como “Los extraños”, Secuestrados” o “Funny Games”, y lo que resulta
son ochenta minutos de tensión y atmósfera bien conseguidas. La envidia, la
exclusión social o sencillamente la necesidad de liberar a ese animal que todos
llevamos dentro son las bases de la violencia en la película. Una violencia
retratada desde uno y otro lado, desde el bando de los que infligen dolor hasta
los que lo padecen, pasando por aquellos a los que La Purga les resulta
indiferente y sacan tajada de ella. Incluso invita al espectador a ser
partícipe de la acción y se pregunte qué haría en tales circunstancias.
Y, con todo, pese al
buen trabajo de su reparto –Ethan Hawke y Lena Heady están tremendamente
convincentes, y el prácticamente desconocido Rhys Wakefield parece un cruce
entre el Paul de Haneke y el Alex de Kubrick-, la tensión in crescendo y su excelente premisa, “The Purge” acaba
convirtiéndose en un film lleno de tópicos y convencional. DeMonaco transforma
una idea prometedora en una historia de asalto a una casa típica, repleta de
sustos de manual y previsible en su desarrollo, aunque en sus minutos finales
ofrece un giro de guión que ayuda a remontar una película entretenida. Una
propuesta valiente en sus pretensiones tratándose de un producto
hollywoodiense, pero que en otras manos podría haber derivado en un producto de
mayor inteligencia. Llamémoslo cobardía, o sencillamente falta de ideas a la
hora de jugar todas sus cartas. Lo peor es que, ahora que ha sido un éxito,
piensen en elaborar una franquicia.
A
favor: su reparto, la tensión que genera, la idea de
partida
En
contra: que se convierta en un film convencional,
desaprovechando su prometedora premisa argumental
Calificación: **1/2
Da la impresión de que es una película otras veces realizada. Que no aporta nada nuevo.
ResponderEliminarBuena crítica.
Un saludo
Sí, otras veces realizada, y con mayor acierto. Una lástima. Muchísimas gracias, compañero
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