LA CRÍTICA: R3sacón

Sin trampa ni cartón

Me irrita la actitud que buena parte de la “crítica especializada” ha mostrado hacia el culmen de la ¿trilogía? del macrorresacón de La Manada. “Resacón en Las Vegas” no descubrió nada nuevo, solamente actualizó al humor actual y por todo lo alto un género ya bastante relegado a productos de menos standing, el de aquellas comedias ochenteras que hablaban de cogorzas imposibles como “Jo, qué noche” o “Cuando llega la noche”. No obstante, de su secuela, inevitable si tenemos en cuenta los réditos en taquilla que dejó su predecesora, no podía esperarse nada mínimamente original. Todo el pescado estaba vendido, la saga Resacón había jugado sus cartas y el jugo no podía exprimirse mucho más.

Por eso me llama la atención que muchos críticos se sorprendan de que Todd Philips y sus responsables recurran a esquemas narrativos y cómicos ya explotados en la franquicia, que no sean capaces de ofrecer algo más original si ya de por sí no hay mucho más de donde rascar en ella. En este sentido, “Resacón 2” no  engañaba a nadie y ofrecía  lo que en su momento “La jungla 2”: un entretenimiento  que repetía la fórmula del éxito pero cambiando de escenario, plenamente consciente de su condición de producto hecho por y para la taquilla.

Y eso es ni más ni menos “R3sacón”, otra juerga imposible no apta para todos aquellos que esperen a estas alturas de la historia algo novedoso, pero sí para aquellos poco exigentes que solamente pretendan pasar un muy buen rato. Y pongo la mano en el fuego de que esto es lo que encontrarán, si bien no posea ni el factor sorpresa de la primera ni el humor políticamente incorrecto y descerebrado de la segunda.

Ahora bien, al menos aquí han cambiado ligeramente las reglas del juego. “R3sacón” ya no explota las consecuencias a corto plazo de una noche de borrachera de efectos más que donisiacos, sino que alterna las de largo plazo –aquí el desencadenante de la trama parte de las noches de locura de las dos anteriores- y hacen vivir a sus protagonistas la fiesta en pleno uso de sus facultades, sin alcohol ni drogas de por medio, imprimiendo al conjunto un cierto giro hacia el thriller de acción que le da un nuevo aire a la propuesta. Algunos verán este cambio de estilo una tara, un hándicap que la lastra como secuela y la posiciona por debajo de las anteriores. Y de hecho, es inferior a ellas, pero se agradece el nuevo enfoque, por eso de reformular la historia y no volver a ofrecer más de lo mismo.

Y punto, eso es “R3sacón”, un thriller con tintes de comedia que no pretende engañar a nadie, que cede más protagonismo a los dos pilares de la saga, Zach Galifianakis y Ken Jeong, y que en sus créditos vuelve a sus orígenes para plantear la posibilidad de una cuarta parte. Si el dinero lo decide, habrá cuarta parte. Sin trampa ni cartón.

A favor: la escena post créditos, el giro hacia el thriller de acción, y que no pretende engañar a nadie

En contra: que se espere de ella más de lo que es realmente

Calificación: ***