viernes, 1 de junio de 2012

LA CRÍTICA: Project X

La fiesta más salvaje del año

Cada generación tiene su propia comedia sexual adolescente. En los 70 surgía un clásico de la comedia americana titulado “Animal House” –en España conocida con el acertado título de “Desmadre a la americana”-, que venía a sentar las bases de un subgénero al que sucedieron referentes generacionales exitosos como “Porky’s”, “American Pie” o “Supersalidos”, que desgraciadamente dejaron por el camino otras obras destacables e injustamente olvidadas como “Ya no puedo esperar” o “Road Trip”. Pero, en clave de comedias desenfrenadas y alocadas, se escondía en cada una de ellas un fiel reflejo de la generación de adolescentes a la que retrataban.

Sólo el tiempo dirá si “Project X” es un divertimento pasajero a engrosar la lista o si bien merece ser considerada una pieza de culto más allá de los jóvenes que se dedican a copiar su espíritu: romper todas las reglas posibles organizando la fiesta más épica de la historia.


En su superficie, la película podría transcurrir perfectamente en una noche de resaca del trío protagonista de “Resacón en Las Vegas”, cuyo director, Todd Philips, es, casualmente, productor de la que nos ocupa. Lo que comienza siendo un proyecto de nombre más bien anecdótico –atrás queda esa Generación X a la que diseccionaba Ben Stiller en la estimable “Reality Bites”- acaba convirtiéndose en una fiesta fuera de control con adolescentes borrachos, drogas, chicas desnudas en una piscina en la que también tiene cabida un coche, un perro volador o un enano especialista en golpear las zonas bajas.


Pero, en esencia, viene a retratar con bastante acierto una generación perdida y desarraigada, adicta a las nuevas tecnologías –el uso del found footage, más que cambiar el estilo del género, es un recurso inevitable consecuencia de la cultura social actual-, hijos de unos padres excesivamente permisivos que no han sabido transmitir deberes, sino derechos. Y, claro está, una generación extremadamente salida, aunque en eso no hemos cambiado desde el clásico de John Landis.


Sin embargo, si bien da en la diana en su retrato generacional, falla estrepitosamente en su mensaje final, cuando llegan las consecuencias de esa bacanal imposible que, mientras dura, no deja de ser divertida si uno se deja llevar por la juerga. Las consecuencias de los actos del cuarteto protagonista en parte son realistas. La defensa de los padres hacia sus hijos, la actitud del padre que no riñe, sino que se sorprende de que su hijo perdedor haya sido capaz de montar semejante embrollo, el protagonista volviendo al instituto como un triunfador, consiguiendo incluso a la chica… Todo forma parte de una crítica hacia los fallos de la educación familiar moderna, lo cual está logrado, pero sus minutos finales parecen lanzar un mensaje subliminal de apoyo a la rebelión masiva. Un desenlace feliz muy forzado que, pese a su coherencia, parece transmitir la idea de que sus actos les harán ser héroes. Y este discurso, tengamos cuidado, es más incendiario que montar la fiesta más salvaje del año.

A favor: la desenfrenada fiesta, y que esconde bajo su superficie un acertado retrato generacional
En contra: el ambiguo mensaje subliminal de sus minutos finales, invitando a la rebelión adolescente
Calificación: ***1/2

4 comentarios:

  1. Oye pues me la voy a apuntar, que tiene buena pinta así de primeras.

    Me ha recordado un poco a una peli mítica para mí, porque la vi en plena adolescencia como fue Kids, otro himno generacional que me marcó.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, Kids es mítica. También la vi en plena adolescencia, con apenas 15 tacos, unos pocos años después de estrenarse. Me pregunto qué habría pasado si Larry Clark hubiera dirigido Project X... Lo dejo caer.

    ResponderEliminar
  3. La peli me gusto, com para pasar el rato, no es la gran cosa, pero zafa!
    muy buena tu pagina!
    me interesaria agregarte como web amiga, si te interesa mandame un msj!
    http://cinerama-uy.blogspot.com

    salu2!

    ResponderEliminar
  4. Project X es de esas películas que sin duda esperas que sean malísimas pero al contrario, es muy entretenida, muy divertida y todo el tiempo te tiene con la boca abierta no sabes qué va a pasar.

    ResponderEliminar