sábado, 2 de abril de 2011

LA CRÍTICA: Invasión a la Tierra

Tío Sam te necesita

Jonathan Liebesman, antaño realizador de joyas –espero que se pille el sarcasmo- como “En la oscuridad” o “La matanza de Texas. El origen”, parece haber realizado su mejor película hasta la fecha con “Invasión a la Tierra”, el poco original título español de “Battle: Los Angeles”, último ejemplo de ese cine de invasiones alienígenas que tantas veces ha aterrizado en las pantallas. Algo que, por otro lado, es fácil de conseguir.

Lo que plantea esta última revisión del género está más cerca del cine bélico y de acción de la Kathryn Bigelow de “En tierra hostil” y del Ridley Scott de “Black Hawk Derribado” que de la ciencia-ficción que se le presupone a un producto de sus características. Combina pues la acción adrenalínica con el patriotismo más exagerado.

Pero, y esto es muy importante, convierte al igual que “Independence Day” y otras hermanas de espíritu a Estados Unidos en el centro del ataque, dándole la vuelta a la realidad política e histórica de una nación que ha sido en más de una ocasión potencia agresora antes que esa víctima que expone el film.


No es el único rasgo que comparte con otras cintas similares. Porque “Invasión a la Tierra” es una colección de tópicos –los invasores recuerdan incluso a los de “District 9”- envuelta por una cubierta fastuosa y convincente en lo visual, pero hueca en lo esencial. Pero lo que más destaca posiblemente sea ese tufillo a película propaganda, glorificando al ejército estadounidense hasta el paroxismo, únicos salvadores posibles de una humanidad que tiene los días contados. Vamos, que con ella parece que se pretenda lo mismo que con aquellas películas que servían de propaganda de la Alemania nazi.  


“Invasión a la Tierra” debió llamarse “Tío Sam te necesita”, y si algo no se le puede negar es el hecho de ser entretenida. Su look de film bélico es convincente, los efectos cumplen su objetivo –un punto a su favor es que no se abusa de ellos; de hecho los alienígenas aparecen más bien poco-, los actores dan la talla –en especial Aaron Eckhart, actor desaprovechado en productos de este tipo- y en general sirve como blockbuster para matar el rato. No es una mala película. No es “Skyline”. Pero tampoco  es “La guerra de los mundos”.

A favor: que entretiene
En contra: su descarada oda al ejército estadounidense

Valoración: **1/2 (5/10)

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