La trampa del mal ***1/2
Las crónicas de Shyamalan (Episodio 1)
Estamos ante el primer título de la que esperemos sea una fructífera serie cinematográfica que ahonde en el horror que sale del propio ser humano, en un intento por romper la tendencia del género made in USA a tirar de remakes y reinterpretaciones de viejos clásicos con distinto nombre y no de historias originales, aunque no sean memorables. Con “La trampa del mal” se inicia “The Night Chronicles”, una serie surgida de la mente de M. Night Shyamalan que, si sigue esta línea, nos va a hacer pasar un buen mal rato en la oscuridad de una sala de cine.
Cinco personas. Un ascensor del que no pueden salir. Y una serie de hechos inexplicables si no nos adentramos en lo sobrenatural. Ésta es la premisa de este relato surgido de la mente del realizador, quien ha preferido ponerla en manos de un tercero. Ya sea porque su carrera ya transcurre en el seno de un Hollywood ávido de majestuosidad –algo para lo que realizador no sea el apropiado, aunque él mismo no se haya dado cuenta- y “La trampa del mal” es demasiado sencilla para sus aspiraciones –esto es lo que venía a ocurrir con Spielberg en los 80, cuando producía filmes de terror y humor macabro que él mismo no se aventuraba a dirigir dado su status en la industria-, o porque prefiere no estropear aún más su reputación con un producto que en papel funciona de maravilla pero que en imágenes es otra historia, o simplemente por falta de tiempo, Shyamalan ha delegado sabiamente las responsabilidades en un cineasta que por fin tiene dónde demostrar su talento en el cine mainstream, John Erick Dowdle, realizador que ya plasmara en “Quarantine” –remake de la española “[·REC]”- y “The Poughkeepsie Tapes” el terror filmado en vídeo casero.
Dowdle vuelve a usar esta tendencia, aunque como pretexto para generar tensión, a través de esas diabólicas manipulaciones de los vídeos de las cámaras de seguridad del ascensor. Su dirección es más que solvente, y los intérpretes hacen su trabajo con convicción. Donde falla fundamentalmente “La trampa del mal” es en su exceso de previsibilidad –su título original y la voz narradora se encargan de descubrir el pastel antes de tiempo-, en un guión bastante flojo, unos personajes no del todo bien trazados –uno en particular es el colmo de la exageración fanático/religiosa- y en abandonar su claustrofóbico escenario para mostrar demasiadas veces el exterior. Pero no por ello pierde su poder de entretenimiento, de depararnos unos cuantos momentos de tensión intercalados con otros de lo más siniestros y algún que otro sobresalto que harán que sus escasos 75 minutos se pasen en un suspiro.
Pero si por algo debemos alegrarnos de que este divertimento no exento de gore, aparte de por unos créditos iniciales que ponen a la ciudad de Filadelfia patas arriba (y no es una manera de hablar) y por su condición de comienzo de una nueva franquicia, vea la luz es porque nos permite recuperar a un Shyamalan al que creíamos perdido, aunque sea parcialmente en la tarea de concepción de la historia. Sus temas fundamentales –a saber: redención, dolor, esperanza, fe, etc.- se combinan con ese sentido del entretenimiento desprejuiciado y ese humor cínico, sin importar el qué dirán, de sus primeros trabajos en corto y de sus dos obras más incomprendidas, “Señales” y “La joven del agua”. Pero de su filmografía en general toma prestado su arte para concebir historias, por rocambolescas que sean. Así que bienvenido sea este ángel exterminador, y los que vengan.
A favor: los créditos iniciales y recuperar, aunque sea parcialmente, al Shyamalan creador de historias
En contra: su previsibilidad y sus escollos de guión, y el abandonar demasiado el escenario principal
Tengo muchas ganas de ver esta película, pese a no estar dirigida por el director de origen indio, me encantan sus historias, o por lo menos la mayoría de ellas.
ResponderEliminarPues es una muy buena oportunidad para reconciliarse con él como creador de historias Celu. Muy recomendable para pasar el rato.
ResponderEliminarTuvo una gran promoción Devil en USA. Al final no tuvo la acogida comercial deseada aunque cómo tu se agradeció la vuelta de Shyamalan a su esencia narrativa. Se podia haber puesto el traje de faena y haber dirigido y quitarse el mal sabor de boca de Airbender. Yo me espero un film entretenido.
ResponderEliminarUn saludo Gerardo
Bueno, tengamos en cuenta que es un film de terror, y que el género no genera grandes cifras en taquilla. Si a eso le unimos la tirria que genera Shyamalan ya para el público, es normal que no fuera un taquillazo. Pero tampoco fue un fracaso, aunque como bien dices Emilio no tuvo la acogida esperada. Pero vamos, su condición de cine entretenimiento no se la quita nadie. Vas a pasar un buen rato.
ResponderEliminar