LA CRÍTICA

RED ***1/2

Retirados, no jubilados

Dos agentes del gobierno retirados, uno soviético y el otro americano, charlan amistosamente copa en mano contándose batallitas pasadas y hablan acerca de cuánto echan de menos sus antiguas vidas, truncadas por una jubilación anticipada que ninguno deseaba. Ésta es la mejor estampa que define a “RED”, la de un grupo de viejas glorias que vienen a demostrar eso de que los viejos rockeros nunca mueren.

“RED” viene a inscribirse en la línea de “Los mercenarios” y “Noche y día”. De hecho, combina el despliegue de estrellas apagadas de la película de Sylvester Stallone con la acción descerebrada e imposible del film de James Mangold. Eso sí, con un mayor despliegue de buenos actores.

Porque lo que destaca aquí no es sólo su parodia de todo un género, su sentido del humor y el frenético sentido del ritmo que el realizador alemán Robert Schwentke imprime a la trama, sino el ver a un plantel de actorazos entregados al desenfreno del conjunto, y sin dejar de resultar convincentes. Bien merece pagar una entrada por volver a disfrutar de la socarronería de Bruce Willis en “La jungla de cristal”, de la solvencia del comedido Morgan Freeman, de la neurosis constante y el histrionismo de John Malkovich, del acento del siempre grande Brian Cox, de los recuperados Ernest Borgnine y Richard Dreyfuss o de la elegancia de toda una dama, Helen Mirren, empuñando un arma sin dejar de ser la reina de la pantalla. Hasta un “primerizo” como Karl Urban es por fin aprovechado como merece.

Poco importa su falta de fidelidad a la novela gráfica del mismo nombre creada por Warren Ellis y Cully Hamner –aún así podrían haberse ahorrado la presentación cinematográfica de DC Comics; no le hace ningún favor cualquier comparación con su modelo-. Lo que prima aquí es la diversión y la sobredosis de entretenimiento, algo de lo que “RED” hace gala casi desde sus minutos iniciales. Y aunque la acción y el interés decaigan un poco hacia el tramo final y que la propuesta no sea todo lo redonda que pudiera, da gusto ver a tanta estrella dejándose la carne como nunca en un papel y haciéndonos ver que puede que estén retirados en una industria que cada vez les deja menos sitio, pero jamás llegarán a jubilarse. Por suerte.

A favor: un espléndido plantel de actores totalmente entregado al desenfreno absoluto

En contra: podría ser aún más loca, y que algunos tenderán a compararla con su referente