domingo, 6 de julio de 2008

LA CRÍTICA

Los crímenes de Oxford ****

Atrapados por el efecto mariposa

En un arranque casi mitómano de honrar la memoria de Hitchcock, o la del efecticismo de Brian de Palma, Álex de la Iglesia resuelve la presentación del asesinato en su última película con un prodigio de montaje y puesta en escena que usa el plano secuencia y el travelling como principales recursos. El realizador vasco, uno de mis favoritos dentro del panorama español, suple con estos artificios de realización el único factor que puede hacer frente a su obra: el libreto en el que se basa.

La mayor fuerza de “Los crímenes de Oxford” reside en la historia, más o menos fiel a la novela original, en su planteamiento, consecución y sus diálogos tan encorsetados dentro del mundo de las teorías matemáticas y lógicas, las incógnitas y las verdades absolutas. El director se ha dado cuenta, y el aspecto formal se presenta tan clásico que podría no parecer una película suya. Esto no es para nada un inconveniente, sino la prueba de la madurez que es capaz de alcanzar, a pesar de que ya la haya alcanzado y de sobra con otros filmes anteriores menos trabajados formalmente que este.

De la Iglesia se muestra cómodo en esta adaptación de la novela de Guillermo Martínez, y en la misma proporción de saber estar se muestran sus protagonistas. Ha sabido tomar las riendas de su ansiado proyecto a todos los niveles, incluido el trabajo de sus actores. Poco hay que aportar al magistral John Hurt, Elijah Wood está donde debe estar, ni más ni menos, y Leonor Watling luce tan bella y espontánea como siempre. Es el suyo el papel quizá más flojo del conjunto, pero lo lleva convincentemente.

Para hacernos una idea, “Los crímenes de Oxford” es una especie de código Da Vinci, pero mejor dirigido y acabado. De la Iglesia no es Ron Howard, por suerte, y su película comparte con aquella la complejidad con que se ha realizado la adaptación al cine de la novela original, intentando insertar en su ajustado metraje la mayor cantidad posible de información y pasajes del relato. Pero, y he aquí donde el director español ha ganado al americano, el guión en esta ocasión resulta menos atropellado, a pesar de que en algunos momentos peque de cierta grandilocuencia y que las conversaciones sean un poco difíciles de seguir, lo que le confiere un aspecto frío y difícilmente accesible.

Esta complejidad, que obliga a razonar a un ritmo vertiginoso, es similar al efecto mariposa. Una reacción en cadena frenética en la que se ve envuelto todo el equipo y que se sustenta en el suspense y en los diálogos, y en la que no descubriremos hasta el último minuto a la mariposa que ha batido sus alas y desencadenado todo el desastre.

Lo mejor: el plano secuencia que precede al asesinato
Lo peor: el exceso de grandilocuencia en sus diálogos, que pueden hacerla fría y poco accesible

Título original: "The Oxford Murders"; Género: Thriller; Año: 2008; Nacionalidad: España/Reino Unido/Francia; Duración: 104 minutos; Dirección: Álex de la Iglesia; Guión: Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría, según la novela de Guillermo Martínez; Intérpretes: Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling, Julie Cox, Dominique Pinon, Jim Carter

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