miércoles, 26 de septiembre de 2007

La semana de Manuel Lasaga

Muerde el ladrillo

Improvisación, experimento cinematográfico, mediometraje artesanal que nos devuelve un cine hecho entre amigos, de ese que tanto divierte y enseña, y una moraleja final sin precedentes. Lo que da de sí un ladrillo. Y si no que se lo digan al pobre “infraurbanista” de esta película, un despojo humano (dicho con todo el cariño del mundo) que vive una crisis personal. El aleccionador final y una especie de profesor Miyagi con el inmejorable rostro y sabiduría de Carlos Ortega (este hombre chupa cámara en cuanto aparece) convierten a “Muerde el ladrillo”, la primera incursión a medio camino entre el corto y el largo de Manuel Lasaga, en una opera prima fresca, nada pretenciosa y con mucha coña puesta en ella. Se la presento más injustamente mutilada que “Grindhouse”, pero es lo que tiene Youtube y las subidas y demás historias. Que la disfruten.

Cacho 1 de 4

Cacho 2 de 4

Cacho 3 de 4

Cacho 4 de 4

Ganador en la Sección Bizarra del Festival Caostica IV


Web de Manuel Lasaga en telefonica.net
Space Planeta Imaginario
Foro cineydvd.com

4 comentarios:

  1. Sin duda, "Muerde el ladrillo" deja huella. Existe todo un culto hacia él e incluso a quien no le gusta le llama la atención por uno u otro motivo. No deja indiferente.

    Yo, sin embargo, soy más de "Familia colateral" que de "Muerde el ladrillo". ¿Tú?

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  2. Pues personalmente me quedo con "Muerde el ladrillo", sin desmerecer para nada a "Familia colateral". El ladrillo no para de crecer en mi memoria.

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  3. Otra vez, tus comentarios y honestas palabras me hacen sentir que ha merecido la pena rodar ese mediometraje.

    Realmente estoy muy orgulloso de todos los que participaron en el proyecto.

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  4. Yo también prefiero Muerde el Ladrillo, aunque está increíble también Familia Colateral. Valli, machottte, no te nos vayas a quedar en el camino; y si para coger el ritmillo, tienes que tirar de una nueva aventura de Joe, ¡hala pues! Tienes muchas cosas que contarnos, ¡ánimo, Manus Tremendus!

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