sábado, 11 de agosto de 2007

LA CRÍTICA

Carretera al infierno (2007) **1/2

Lo que Michael Bay nunca haría

Michael Bay parece haber descubierto en su etapa de productor el filón cinematográfico perfecto para amasar fortuna. El cine de terror de los 70 y 80 se está viendo innecesariamente remakeado por un director no contento con castigarnos con sus propuestas veraniegas del estilo “La isla” o “Transformers”. Sin ser grandes películas de terror, sino más bien un eterno videoclip, “La morada del miedo” y “La matanza de Texas (2004)” eran dos dignas, en especial la última, vueltas de tuerca de dos clásicos que no requerían ser revisitados y que se veían mejorados por sus insatisfactorios remakes.

“Carretera al infierno” se ha convertido tras dos décadas de su estreno en todo un referente del slasher ochentero por méritos propios. El sufrido protagonista, un convincentemente estupefacto C. Thomas Hawell, veía su apacible travesía a San Diego ensombrecida por un sanguinario psicópata con el inmejorable rostro y provocante sonrisa de Rutger Hauer. La cinta de Robert Harmon era un delirio de principio a fin, a veces creíble y otras veces excéntrico, tan pervertido que en su propia falta de credibilidad poseía la clave de su éxito.

El objetivo en palabras del director de la versión de 2007 Dave Meyers era hacer una película mucho más realista, más cercana al público de nuestra era que a la serie B a la que nos tenían acostumbrados por aquellos años. “Carretera al infierno” versión 2007, a pesar de poseer ese look visual heredero del vídeo musical que supera al original, no soportaría un pulso con su modelo. Desde que empieza hasta que termina es un calco de la película de Harmon con escasas variaciones. Algo más sangrienta, con secuencias extendidas y alguna que otra suprimida y un cambio en los personajes protagonistas que buscará en el tramo final sorprender a los que hemos visto la película original con un cambio de roles que no hace más que empeorar la situación. Los que vieran la anterior, y no sigan leyendo este fragmento si no quieren deducir el final, posiblemente estarán de acuerdo conmigo en que la venganza final es más épica y evocadora en manos del chico protagonista, por no variar en exceso la película de Harmon.

Una copia mejorada visualmente, con golpes de efecto incluidos, pero no espiritualmente. Escrita en parte por el mismo guionista, Eric Red, lo que sí puede desprenderse de esta versión es que parece haber sido dirigida en ocasiones por el propio Michael Bay. Su característica fotografía, sus atronadoras secuencias de persecución adrenalítica, sus constantes movimientos de cámara. Todo eso está presente en una película que parece haber sido realizada por el director antes de su última “proeza” como director, pero que no contento con un género que no es el suyo, con algo que no le interesa hacer, ha atribuido a otro.

Versión adolescente y poco febril de un icono de los 80 del mismo título, “Carretera al infierno” copia a la original introduciendo algunas variantes en un ejercicio que nos recuerda al mimetismo de “Las colinas tienen ojos” de Alexandre Ajá. Sin embargo, lo que éste hacía propio de manera sobresaliente, Meyers convierte en más de lo mismo pero parcamente redimensionado, y con el tufillo a película bayniana en cada fotograma.

Título original: "The Hitcher"; Género: Thriller; Nacionalidad: EEUU; Año: 2007; Duración: 83 minutos; Dirección: Dave Meyers; Guión: Jake Wade Wall y Eric Bernt, basado en el guión de Eric Red para la película "Carretera al infierno" (1986) de Robert Harmon; Intérpretes: Sean Bean, Sophia Bush, Zachary Knighton, Neal McDonough

Estreno el 24 de Agosto

Crítica disponible en locoporelcine.com

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