viernes, 20 de mayo de 2016

LA CRÍTICA. Bunny, la cosa asesina

A carcajada limpia
Hay películas tan malas que acaban resultando buenas. Quizá no en el sentido más estrictamente cinematográfico, pero sí en uno aún más importante para quien esto escribe: el del disfrute. Porque ya puedes ser un perfecto ejemplo de cine mal hecho adrede, que si consigues que el espectador se divierta y goce, ya tienes muchos puntos a tu favor.

“Bunny, la cosa asesina”, es una de esas películas. Todo en ella es bizarro, huele a película de mala calidad a la legua. La banda sonora, la fotografía, los efectos artesanales vs los digitales –aunque el nivel de estos es bastante decente para un producto de estas características-, el nefasto guión, los diálogos sin sentido, las interpretaciones… Hasta el doblaje que le han plantado en España ayuda a que sea peor de lo que ya es.

Ya desde su propio título, desde su premisa argumental, deja bien claras sus intenciones. Porque no puede tomarse en serio, ni debe hacerse, la historia de un hombre convertido en una especie de conejo con ansias de penetrar todo aquello que recuerde vagamente a los genitales femeninos con su enorme pene de plástico. Y no se toma nada en serio a sí misma. “Bunny, la cosa asesina” no es más que un feliz delirio de ochenta minutos de duración en el que todo está permitido con tal de arrancar una carcajada al espectador, que no cesa ni en sus hilarantes y animados créditos iniciales. Es un film mal hecho adrede, a conciencia, a sabiendas de que la verá y disfrutará un determinado tipo de público.


No es, ni mucho menos, una obra cumbre dentro del subgénero, por llamarlo de alguna manera, de malas películas. Para eso, para poder formar parte del Olimpo al que entraron por derecho propio Sam Raimi, Peter Jackson, Brian Yuzna o Stuart Gordon, le falta unos cuantos años. Pero tiene todas las papeletas para lograrlo.


La cinta del finés Joonas Makkonen realiza, además, un divertido homenaje a toda esa serie Z de videoclub ochentera. Una propuesta que insulta y desprecia, y a la vez venera, a todo el género, y que no debe recomendarse a todo tipo de público. Solamente encantará a todos aquellos que vayan buscando pasar un rato entre risas. Sin más pretensiones. Una peli de festival, de esas para ver rodeado de amigos y de gente gritando y riendo a rabiar. De esas veces que agradeces que el público no te deje escuchar un film en una sala de cine. Para ver a carcajada limpia.

A favor: que si vas sabiendo lo que verás, lo disfrutas
En contra: acudir a ella pidiendo calidad

Calificación ****
No se la pierda

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