viernes, 25 de marzo de 2016

LA CRÍTICA. Batman v Superman: El amanecer de la justicia

¿Necesita el mundo a los superhéroes?
En una ocasión, el guionista de cómics Grant Morrison dijo que los superhéroes constituyen una poderosa idea viviente que se niega a darse por vencida, una idea que regresa una y otra vez para recordarnos pacientemente quiénes somos y qué deseamos poder ser. Aunque nos burlemos de ellos, les matemos o los vetemos. Morrison, como otros tantos compañeros de profesión, cree en la figura del héroe como necesaria para el ser humano, para definirlo y complementarlo.

“Batman v Superman: El amanecer de la justicia” es la respuesta cinematográfica a una pregunta crucial. ¿Necesita el mundo a los superhéroes? Zack Snyder, un cineasta arriesgado e infravalorado por los críticos más sesudos, ya exploraba esta necesidad en la hoy en día de culto “Watchmen”, y planteaba las mismas cuestiones en torno a la figura de Superman en su particular visión del último hijo de Krypton. Su nueva epopeya fílmica no es más que una continuación directa y lógica de su trabajo. Porque si algo puede molestar a más de uno de este gran enfrentamiento es que trata de combinar la capacidad reflexiva y la oscuridad de su versión de la obra de Alan Moore y Dave Gibbons con el sentido del espectáculo cargado de esteroides de su “300”. Es decir, exactamente el mismo contraste de ritmos de los que adolecía “El Hombre de Acero”, con un extenso prólogo que sitúa una pantagruélica acción que cuando explota salpica al espectador con un carrusel de frenetismo y caos. Esto unido a algun a licencia perdonable -ese Doomsday- al hecho de que, como proceso de iniciación hacia La Liga de la Justicia, se haya visto forzado a meter demasiado material en dos horas y media de metraje, y esa primera mitad peca de exceso de información.


Sin embargo, hay otro prisma desde el que mirar estos posibles defectos. Snyder esgrime con esta épica aventura un nuevo tipo de adaptación de cómics a la gran pantalla. Una oda al héroe a través del enfrentamiento de dos fuerzas superlativas que encarnan simultáneamente, el bien y el mal. Dos puños enfrentados entre sí que se convierten en un bien y a la vez en un mal necesario en un mundo incapaz de valerse por sí mismo. Esto es cine de superhéroes con mayúsculas, alejado del sentido del entretenimiento ligero para grandes masas de su gran rival editorial. Un film no apto para todos los públicos, realizado por un auténtico fan para los fans, que puede dejar fuera a todos los demás.


Todo en ella es grande. Desde sus actores hasta su fotografía, su banda sonora y la dirección. Estos son los Batman y Superman más fieles vistos hasta ahora en pantalla, y especialmente Ben Affleck está inmenso. Los demás, desde Gal Gadot hasta Jesse Eisenberg, resultan convincentes, pasando por un Jeremy Irons cuyo Alfred constituye el más apegado a las páginas del cómic de la historia. Son los héroes que merecemos y necesitamos. Es la película que esperábamos ver. Un nuevo tipo de cine. Esto es puro DC. Y respondiendo a la pregunta, claro que el mundo necesita a los superhéroes. Y el cine a alguien como Zack Snyder.

A favor: Snyder conformando un nuevo tipo de cine de superhéroes, y todo lo que le rodea, especialmente Ben Affleck
En contra: no es un film para todos los públicos

Calificación *****
Imprescindible

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