miércoles, 30 de septiembre de 2015

LA CRÍTICA. A Christmas Horror Story

A esperar al verdadero Krampus
Lo anti navideño parece estar de moda este año, al menos en el género de terror. Y más concretamente el Krampus, la antítesis de Santa Claus, que castiga a los niños malos de la manera más funesta posible. En unos meses llegará un film dedicado al personaje que promete amenizar nuestras vacaciones navideñas con una buena dosis de humor negro y un espíritu  nada propio de estas fechas. O sí, porque no hay nada más típicamente navideño que burlarse de manera macabra de sus tópicos, por eso de remover conciencias y lograr que, al menos una vez al año, seamos mejores personas. Aunque sea a base de amenazas cinematográficas.

Pero antes de que el señor Michael Dougherty nos sirva su ración de siniestros polvorones y nos haga su particular regalo estival, el trío formado por Steven Hoban , Grant Harvey y Brett Sullivan –cada uno de estos dos últimos, casualidades de la vida, responsable de una secuela distinta de “Ginger Snaps”- se adelanta a las fiestas con una antología que nos remite irremediablemente a esa gran joya de culto con la que Dougherty se dio a conocer en 2007, “Truco o trato”. Si ésta combinaba de manera soberbia y canalla brujas, hombres lobo, vampiros, fantasmas y demás productos típicos de Halloween, “A Christmas Horror Story” hace lo propio con elfos malignos, alumbramientos marianos, milagros divinos, cenas familiares incómodas, los dichosos villancicos y demás folklore propio de la Navidad, una época de amor y paz que estos señores se proponen despedazar vilmente.


Pero más allá de tratarse de una antología de terror y de la temática, no hay mayor correlación entre la que nos ocupa y “Truco o trato”. De hecho, es justo lo opuesto a esta. Mala realización, malos efectos especiales –tanto los digitales como los artesanales, salvándose justamente el Krampus-, mala fotografía, pésimas actuaciones –a pesar de contar con William Shatner, cuya presencia no pasa de la mera anécdota-, nada de humor negro y una serie de historias cruzadas a las que les falta garra y mala leche. Lo habitual en este tipo de antologías es que unas tramas compensen a las otras. Aquí eso no ocurre, el montaje paralelo de los relatos es ilógico y trata de dinamizar la película, pero lo que consigue es aburrir, pues la acción tarda una hora en despegar. Solamente la historia de Santa Claus y los elfos merece la pena por su planteamiento, desarrollo y desenlace, pero sin pasar aún así del aprobado raspado. Incluso su resolución es previsible si se está atento a cierta pista suelta que sus responsables dejan diseminada de manera más que evidente.


Y es una lástima, porque había material para hacer un film, cuanto menos, entretenido. Lo que queda en “A Christmas Horror Story” es un telefilm de baja categoría, sin alma ni arrojo, que ni siquiera es capaz de abrazar la serie B más enfermiza. No sirve ni para apaciguar la espera de la que sí promete ser la cinta más anti navideña del año. Habrá que esperar al verdadero Krampus. Dougherty, eres nuestra salvación.

A favor: la historia de Santa Claus y los elfos
En contra: todo lo demás 
Calificación *
                                                                                          Ni se moleste

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