sábado, 7 de febrero de 2015

LA CRÍTICA. Bob Esponja: Un héroe fuera del agua

Otra vuelta de tuerca
El comienzo y el desenlace de esta segunda aventura cinematográfica del personaje creado por Stephen Hillenburg vienen a funcionar como nexo de unión de lo que fuera el comienzo de la serie animada de Nickelodeon. “Bob Esponja: Un héroe fuera del agua” se convierte en algo así como un episodio piloto de larga duración de la serie original, un regreso a los orígenes de la carismática y tontorrona esponja amarilla ataviada con pantalones cuadrados.

No es la única vuelta de tuerca que atesora esta propuesta para toda la familia. Porque un personaje como Bob Esponja necesita no acomodarse en su asiento y el éxito fácil, y la película se preocupa por contener momentos de auténtico ingenio. Y el más importante de todos ellos es que cambia constantemente de géneros, estilos narrativos, técnicas de animación e incluso sector de la audiencia en sus ajustados noventa minutos. Coquetea sin vergüenza con la ciencia-ficción de viajes en el tiempo y universos apocalípticos –soberbias las referencias a filmes tan dispares y poco infantiles como “Mad Max”, “El resplandor” o “2001”- y los sueños de golosina, a la vez que pasa en un abrir y cerrar de ojos del cartoon de Tex Avery a la animación 3D mezclada con la imagen real, pasando por el cine de superhéroes y el uso de marionetas.


Pero si bien se muestra subversiva en lo que a narrativa se refiere, ya su guión e historia son otro cantar. La acidez y el surrealismo del que hace gala la serie están presentes aquí en ocasiones puntuales. Es como si el conjunto se hubiese dejado contagiar por esa ingenuidad impostada que desprenden Bob, Patricio y los demás habitantes de Fondo de Biquini, por ese aura de infantilismo que desprende el convenientemente sobreactuado pirada al que interpreta Antonio Banderas. En eso está a años luz de la anterior película del personaje, mucho más anárquica en su libreto que la que nos ocupa, que parece más preocupada por satisfacer al público más familiar antes que mantenerse fiel al espíritu de su referente catódico. Posiblemente, la razón esté en el cambio de guionistas y de director, y sobre todo, en la menor implicación del creador en el proyecto.


Y con todo, lo que da “Bob Esponja: Un héroe fuera del agua” es puro entretenimiento sin miramientos, sin tomarse nada en serio a sí misma y sin preocuparse por ser algo más que un pasatiempo lúdico. Eso sí, desde aquí es conveniente lanzar un mensaje de advertencia: no se dejen llevar por su tráiler y su póster, y en general por ese salto al 3D que ha centrado toda su campaña de promoción. Porque empieza tarde y dura poco, y puede decepcionar a todo aquel que acuda a buscar precisamente lo que le han vendido. Pero sobre todo porque no es sino otra vuelta de tuerca más, y no la más importante.

A favor: sus constantes vueltas de tuerca narrativas, argumentales y estilísticas
En contra: a su guión le falta más ese surrealismo y acidez que definen al personaje

Calificación ***1/2

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