miércoles, 19 de noviembre de 2014

LA CRÍTICA. Stretch

Recuperando el “mojo”
Echaba de menos al Joe Carnahan de los comienzos de su carrera, al director descarnado, febril y cargado de esteroides de “Narc” y, sobre todo, “Ases calientes”. Sí, defiendo al responsable de esa locura palomitera que es “El equipo A” –ningún otro director podría haber llevado mejor la mítica serie a la gran pantalla- y de la estilosa, trascendental y vibrante “The Grey”, pero seguía echando de menos al realizador que había antes de ser carne de la industria. Y con “Stretch” le recuperamos en parte.

Lo de esta película es una mezcla entre “Cita a ciegas” y “¡Jo, qué noche!”. Una noche interminable en la que el protagonista, un malogrado actor de segunda que sobrevive como conductor de limusinas para las estrellas, sufrirá para conseguir la astronómica suma de dinero que unos mafiosos le reclaman antes de que acabe el día. Un Hollywood anclado en los 90 –magistral el uso de los créditos, la música y el hilarante cameo de David Hasselhoff para recordar toda una década- en el que el personaje principal tendrá que lidiar a su vez con las excentricidades de un multimillonario adicto a los excesos o las iras de la competencia.


Carnahan hace sufrir hasta el ridículo a un Patrick Wilson puteado y carismático, al borde del abismo de la desesperación, en la noche en la que romperá sus ataduras y recobrará eso que los americanos llaman el “mojo”. El talento y el talante, el sex appeal que todos llevamos dentro, esa esencia que nos define y que clama por brotar a la superficie. Y a la vez, “Stretch” es el grito desesperado de un cineasta que ansía recuperar su propio “mojo”. Porque ésta es la película más difícil de Carnahan, ésa que nadie quería distribuir y que supone un riesgo a asumir por un realizador que ya tiene un pie asentado dentro de la industria. Sería como si Michael Bay dejase de vilipendiar clásicos de terror poniéndolos en manos de otro y se sentase en la silla a dirigir un film de género, por eso de quitarse la espinita clavada de “qué habría pasado si…”.


Por eso, estamos ante la cinta más libre del cineasta desde aquella “Ases calientes” que sigue siendo su mejor trabajo hasta la fecha. Un ritmo endiablado y un reparto tan potente como desatado –especialmente Chris Pine, que parece que tiene en Carnahan al director con el que desmelenarse del todo- completan el espectro que ofrece “Stretch”, una propuesta que puede hacerse excesiva pese a su corta duración, pero que nos devuelve en plena forma a un artista que ha recuperado parte de su esencia. No del todo, que la película pudo haberse desbocado aún más, pero ya es algo.

A favor: Patrick Wilson, Chris Pine, y recuperar al Carnahan desatado
En contra: podría haberse desbocado aún más, y aún así puede resultar excesiva para más de uno

Calificación ***1/2

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