miércoles, 13 de agosto de 2014

ACTUALIDAD. En paz descanse... Lauren Bacall (1924-2014)

Slim”. Así la apodaba el personaje de Harry Morgan en “Tener y no tener”, su debut en el cine de la mano de Howard Hawks. Humphrey Bogart se convertiría tras contemplar aquella enigmática mirada –la llamaban “The Look”- en su esposo, constituyendo una de las parejas más sólidas de Hollywood.  Tenía tan sólo 20 años y entró por la puerta grande tras dos años triunfando también en Broadway. La mirada del mundo del cine se apagó ayer por la mañana a causa de un derrame cerebral. La fea y triste manía que tienen las muertes en Hollywood de venir tan juntas es insoportable.

Bacall acompañó a su marido hasta el fin de sus días en 1957, y juntos trabajaron en “El sueño eterno”, de nuevo a las órdenes de Hawks, “La senda tenebrosa”, de Delmer Daves, y “Cayo Largo”, de John Huston. Entre medias, la actriz participó como cabeza de cartel de “El trompetista”, de Michael Curtiz, “Cómo casarse con un millonario”, de Jean Negulesco, “Escrito sobre el viento” o “La tela de la araña”, de Vincente Minnelli.

En 1961 se casó con otro grande, Jason Robards, pero la relación duró menos de una década a causa de los problemas con el alcohol del actor. Ya entonces la actriz, considerada una vieja gloria del Hollywood dorado, comenzó a espaciar cada vez más sus trabajos ante la cámara, y se centró más en el teatro y en su vida privada. De esta etapa entre los 70 y los 80 merece la pena destacar “Harper, investigador privado”, “Asesinato en el Orient Express” o “el Último pistolero”. A partir de los 90 sus apariciones en cine serían cada vez menos frecuentes y en filmes de muy poca repercusión, destacando “Misery”, “Prêt-à-Porter” o “El amor tiene dos caras”, con la que llegó su única nominación al Oscar –sí consiguió el premio honorífico de la Academia- y varios premios de la crítica, además de conseguir el Globo de Oro. Posteriormente aparecería en “Reencarnación”, de Jonathan Glazer, y en “Dogville” y “Manderlay”, de Lars Von Trier.

Tras más de medio centenar de títulos en cine, La Mirada nos dice adiós con 89 años de edad. Uno de los últimos rostros del Hollywood clásico se nos va. Para mí siempre será Slim. Descanse en paz.


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