viernes, 7 de marzo de 2014

LA CRÍTICA. Jackass Presents: Bad Grandpa

Unidos por la maldad
Era cuestión de tiempo. Irving Zisman, el abuelete descarado de grandes atributos surgido de la cabeza de Johnny Knoxville, Spike Jonze y demás irreductibles del mítico serial “Jackass”, acabaría teniendo su propia película. Lo merecía, lo demandaba. No sé si el séptimo arte, pero alguien, al menos sus fans, lo pedían a gritos. Y aquí está, aguantando a su nieto de punta a punta del país solamente para librarse de  él y dejarle con su irresponsable padre ahora que su madre está entre rejas por fumar mucho crack, como dice el niño en esa escena inicial que es toda una declaración de principios acerca de qué será “Bad Grandpa” durante el resto de su metraje.

Que a su título le preceda un “Jackass Presents” ya nos pone sobre aviso. “Bad Grandpa” es una película hecha por y para los amantes del políticamente incorrecto show de la MTV. Tiene todo aquello que gusta a los fans del serial televisivo: humor irreverente y grosero, situaciones absurdas protagonizadas por personas anónimas a las que se les gastan bromas a veces bastante pesadas, y gags que, dentro del universo Jackass, son antológicos, como el de la diarrea en el restaurante o el del funeral de la señora Zisman.


“Bad Grandpa” posee puro espíritu Jackass, le debe mucho a la serie de la que nace, pero hay algo más bajo su superficie. Es humor escatológico y soez con un trasfondo amable apoyado en una historia que, a mí al menos, me ha resultado tierna. He congeniado con ese viejo y su nieto bastardo que acaban congeniando desde la maldad más absoluta e injustificada.

Por supuesto, que me haya tocado la fibra sensible a mí no es motivo ni argumento suficiente para convencer a nadie de que la vea. Se la recomiendo a todo aquel que haga migas con este tipo de humor. A los demás sólo les puedo decir que hagan la  prueba. Igual se llevan una sorpresa. Habrá más de un espectador que se sienta ofendido por ella, o al que la marca Jackass directamente le haga huir despavorido. Habrá quien no vea ese lado sensible, que no sensiblero, bajo tanto despropósito. Pero claro, será que soy un fan confeso de esa maldad descerebrada de la que hacían gala Knoxville y sus secuaces.

A favor: que tiene el espíritu Jackass con un toque de sensibilidad
En contra: habrá quien no vea más allá de la marca Jackass

Calificación ****

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