miércoles, 12 de marzo de 2014

En paz descanse... Dunia Ayaso (1961-2014)

Decían de ella que era una personalidad portentosa, arrolladora, entusiasta, espontánea, un soplo de vitalidad para todo aquel que la rodeaba. Los que no tuvimos la oportunidad de conocerla en persona solamente podemos valorarla por su trabajo, que se puede catalogar de, entre otras cosas, chispeante, original y talentoso. Y me quedo corto. Dunia Ayaso nos dejaba el pasado 27 de febrero a la edad de 53 años, y con ella se ha ido uno de los mayores talentos del panorama cinematográfico español actual.

Fue siempre inseparable de su pareja y cómplice, Félix Sabroso, a quien conoció con 16 años en un aula de teatro en Gran Canaria, y con quien frecuentaba el cineclub a la caza de clásicos del séptimo arte. A los dos les unió instantáneamente la pasión por contar historias en celuloide, y un instinto paternal prematuro al tener que adoptar a los cuatro hermanos menores de ella tras la prematura muerte de sus padres.

A su llegada a Madrid en 1992 para trabajar Sabroso en TVE, juntos comenzaron a hacerse un nombre en el mundillo del cine, y en 1994 presentaron la que sería la primera de una trilogía de comedia petarda –con el mayor de los respetos- bastante deudora del Almodóvar de los 80 y un retrato hilarante y paródico de la España de los 90, llevado al extremo. La trilogía la compondrían “Fea”, la exitosa “Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí”, y “El grito en el cielo”. Todas haciendo gala de un humor estrambótico, fresco y pasado de rosca. Ya por entonces habían reunido una troupe de actores fetiche, como Mariola Fuentes, Pepón Nieto, Loles León, Bibiana Fernández, María Pujalte y Antonia San Juan, entre otros, a los que se unirían posteriormente Candela Peña y un primerizo Antonio de la Torre.


Más adelante llegaría la comedia “Descongélate!”, una de las mejores comedias españolas de comienzos de siglo, su homenaje al destape con “Los años desnudos (Clasificada S)”, y su obra de mayor repercusión, “La isla interior”, aquella con la que dieron el paso definitivo al drama, su obra más conseguida y completa. Su cine fue siempre para un sector del público ávido de historias sencillas pero servidas con un humor muy ácido y negro en ocasiones, aderezado con unas gotas de locura general que hacían que no siempre crítica y público estuvieran de su parte.

Recientemente, asaltaba los escenarios con "Lifting", había sido fichada para redactar los guiones de “La que se avecina”, y su último proyecto con su marido fue el cortometraje “Banjo”, su carta de despedida del cine que esperamos ver pronto. A mí, que me encantaba y me sigue encantando el trabajo de ambos, y seguiré los futuros proyectos de Sabroso de cerca, como de costumbre, me apena haberme enterado tan tarde de su triste fallecimiento. Fue anoche, en el sensacional homenaje que La 2 le dedicó en el espacio Versión Española, donde Candela Peña, Pepón Nieto y su pareja la recordaban con alegría y nostalgia. En paz descanse, paisana.

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