viernes, 5 de octubre de 2012

LA CRÍTICA: V/H/S

El formato maldito
Paco Plaza lo sabía, y lo dejó bien claro en la excelente “[·REC]3”: el found footage, usado tanto como excusa argumental como excusa formal, cansa, da ya síntomas de cansancio. Tanto es así que la tercera entrega de una franquicia que hizo del “grábalo todo, por tu puta madre” su grito de guerra, acabó dándole una patada –literalmente- a la cámara y abrazando inteligentemente el cine convencional. Porque la grabación casera cámara en mano, buque insignia de innumerables propuestas de terror y ciencia-ficción desde que la bruja de Blair atemorizara a medio mundo, es ya más un reclamo comercial sobreexplotado que una virtud artística.

Me gustaría decir que “V/H/S” viene a contradecir esta apreciación personal, pero no es así. Cuando un guión es tan endeble que necesita constantemente justificar la grabación casera con una o varias cámaras en los momentos fundamentales, el conjunto pierde credibilidad. Y, cómo no, cuando la realización mediante este formato obliga a los ya molestos y excesivos movimientos eclécticos de la cámara, ya se pasa de la falta de credibilidad a la ausencia de originalidad, a una peligrosa sensación de déjà vu que no te abandona si tienes reparos ante el mockumentary casero.


Afortunadamente, la novedad en este caso, y esto es un acierto, es el formato doméstico elegido para la propuesta. El VHS está presente durante toda la cinta, y sus responsables consiguen que, en plena era digital, a uno se le despierte cierta nostalgia ante la falta de resolución, de brillo y color, ante el tracking, ante los saltos de aquellas viejas grabaciones caseras a las que el tiempo acababa por pasar factura.  El formato consigue suplir, en parte, todos los inconvenientes que presenta el dichoso found footage.


Pero incluso este acierto puede desbarrar en malas manos, y es lo que ocurre en “V/H/S”. La película es un homenaje al fantástico, a los cuentos de fantasmas, casas encantadas, vampiros, muertos vivientes, al slasher campestre y demás clichés y criaturas de Halloween, pero un homenaje que se queda en intento. Todo por culpa de su condición de pretenciosa antología del terror, compuesta por cinco historias más una que sirve de hilo argumental, a cada cual más rocambolesca e inverosímil.  


Y es que el gran problema de manejar varios cortos al estilo “Creepshow” o “Historias de la cripta” es que se corre el riesgo de que no todos tengan el mismo poderío, y desgraciadamente en esta ocasión ninguno pasa del notable. Por comparación, eso sí, merece la pena destacar la primera, por su formidable criatura y su buen manejo de la tensión, y la última, un divertimento con unos excelentes efectos especiales. ¿Las demás? De poco interés pese a sus buenas ideas, muy mal aprovechadas, repletas de agujeros de guión y buscando más bien la sorpresa final. Por suerte, todas ellas duran poco, así que ninguna llegará a atragantárseles del todo.


A favor: el formato VHS en sí, y la primera y última historia
En contra: el found footage ya empieza a cansar, y no todas las historias tienen el mismo potencial

Calificación: **1/2

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