domingo, 29 de abril de 2012

LA CRÍTICA: Los Vengadores

El megablockbuster

Muy avispado lo que ha hecho Marvel con un proyecto tan titánico como “Los Vengadores”, que sin duda se aleja del frustrado intento de DC de llevar “La Liga de la Justicia” al celuloide. Han comenzado por tejer todo un universo cinematográfico para situar a sus personajes, un universo que conecta unas películas con otras, enfrenta y reúne a sus superhéroes  y marca el estilo de una franquicia que parece no ser una franquicia, pero que mantiene un estilo homogéneo en espectacularidad y profundidad. Algo así como esos spin-off que se hacen de determinadas series y películas, pero a la inversa, concibiendo lo que podríamos llamar el megablockbuster, concepto que engloba a toda esa serie de filmes en un sueño que ahora se ha hecho realidad.

Por supuesto, esta homogeneidad sacrifica cualquier atisbo de ingenio formal por parte de sus responsables. Es cierto que en “Thor” se abusaba, inteligentemente, de los planos inclinados, y que en determinados momentos Joss Whedon tiene destellos de autoría –el plano secuencia que recorre a los superhéroes en acción por una ciudad en ruinas, el momento enfrentamiento entre los personajes-, pero “Los Vengadores” está cortada por el mismo patrón que sus predecesoras, final tras los créditos incluido. Y esta vez, aviso, es importante quedarse para cerrar una trama que parece dejar deliberadamente un decisivo cabo suelto.


Este concepto de megablockbuster que ha definido Whedon no aporta nada nuevo en lo formal, pero no podemos negar que no podía haber caído en mejores manos. El director firma un guión que tiene tiempo para ser entretenido y para cuidar a sus protagonistas. Porque se equivocan aquellos que piensen que solamente Robert Downey, Jr. se lucirá en la función. Hay tiempo para que Tony Stark suelte sus chascarrillos, para que Mark Ruffalo componga el Hulk más carismático que haya dado el cine, para que el Capitán América imponga su estricto sentido de la justicia, para que la Viuda Negra presente una historia de la que deseamos saber más, y para que Thor y su hermano Loki –Tom Hiddleston, componiendo un villano formidable, el mejor de todo el reparto- solucionen sus cuentas pendientes. De acuerdo, Ojo de Halcón no aporta nada, pero el resto de vengadores tiene su momento de gloria repartido.


Y tan repartido, pues el nivel de caos de esta megaproducción asciende de manera directamente proporcional al número de vengadores que aparecen en pantalla y al protagonismo que juega cada uno de ellos. “Los Vengadores” es una incesante lucha de egos en la que las secuencias de acción son apabullantes, pero liosas, las relaciones entre nuestros héroes siguen una montaña rusa de lealtades y traiciones, y la acumulación de tramas acaba por saturar en un metraje que, aunque se pase en un suspiro, se agota a sí mismo.


Sin embargo, ante todo, queda un entretenimiento mayúsculo, muy digerible y superior a muchos blockbusters que llegan actualmente a nuestras pantallas. Un megablockbuster que, más allá del universo altmaniano que ha sido capaz de erigir, no supondrá un antes y un después en la historia del cine comercial. Pero qué más da, lo que prima es el espectáculo.


A favor: que se haya erigido todo un universo cinematográfico a partir del cómic
En contra: intenta abarcar tanto que se satura a sí misma
Calificación: ****

2 comentarios:

  1. A mi no me pareció que esta película se saturase a sí misma. Yo creo que tiene un guión calculado al milímetro, que cuenta lo que tiene que contar sin cansar.

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  2. A mí es lo que me pareció, que sobre sus hombros reposa tanto material que al final acaba por saturarse. Al principio le cuesta arrancar, el prólogo es larguísimo, el entreacto en el jet invisible es aún más largo y el final es el mayor espectáculo del mundo para que te convenzas de que sí, de que es buena. Pero todo esto a mí al menos me ha saturado. No siempre más y más significa mejor. Pero ojo, disfrutable de principio a fin, muy entretenida, profunda cuando debe serlo, y todo lo demás. Pero igualmente opino que la gente en general se está dejando llevar por el entusiasmo y la emoción, y con el tiempo se darán cuenta de que no fue para tanto. Ya llegarán otras superproducciones inminentes que no hace falta mencionar para que nos demos cuenta.

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