domingo, 8 de enero de 2012

2011 en 11 fotogramas (II): De Harry Potter, superhéroes, secuelas... y la taquilla

Fotograma 5. Harry Potter hechiza la taquilla

 
Traducida a más de medio centenar de idiomas, cientos de millones de copias vendidas, miles de millones de dólares recaudados, y una legión de seguidores que ha crecido con sus aventuras. El joven mago Harry Potter cerraba en verano de 2011 uno de sus capítulos más importantes: el esperadísimo estreno mundial de la segunda parte de “Harry Potter y las reliquias de la muerte”, que venía a culminar una exitosa saga cinematográfica de una calidad intachable y unas cifras mareantes que ascienden a casi 8000 millones de dólares cosechados en todo el mundo a través de ocho títulos que han visto reconocida su fenomenal adaptación del original de JK Rowling con el beneplácito de la crítica especializada.

El 15 de julio llegaba a las pantallas, y a pesar de no contar con cifras desorbitadas en sus pases 3D, el final de la saga, dirigido por David Yates, arrasaba en las taquillas de todo el globo. Batía récord internacionalmente con 314 millones de dólares y en Estados Unidos con 169 millones de dólares, que superaban con creces la marca de “El caballero oscuro”, hasta entonces el mejor estreno de la historia. Su dato final no fue tan apoteósico como el del film de Nolan, víctima de un desgaste típico de una producción de estas características, pero fue suficiente para poner broche de oro a una franquicia que permitió a Warner erigirse como la segunda productora más taquillera de 2011, por detrás de Paramount.

Los récords no quedaban ahí. Harry Potter cerraba su historia como mejor estreno de verano y otoño, como mejor estreno de un mes de julio, como mejor estreno de apertura de un viernes y de cualquier día en general, y como film más taquillero en sus cuatro primeros días de exhibición, siendo además el que más rápido ha llegado a los 150 millones (tan sólo tres días) y la cinta con calificación PG-13 con mejores datos de la historia. Por si fuera poco, se posicionó como la tercera película más taquillera de la historia en todo el mundo por detrás de “Avatar” y “Titanic”. 

En este sentido, en 2011 se creaba el club de los 1000 millones, formado por diez títulos que por primera vez superaban estas cifras, muchos de ellos aumentados gracias al 3D. Tras Harry Potter, “Transformers 3” se colaba como cuarta, seguida de “El retorno del rey”. •Y en octavo puesto, otro estreno de 2011, “Piratas del Caribe: En mareas misteriosas”, entraba con 1044 millones, un 77% conseguidos a escala internacional, pues a nivel americano tuvo que conformarse con unos buenos, pero no espectaculares, 241 millones. Johnny Depp se convertía así en el primer actor en colocar tres películas en esta lista, ya que tanto “Piratas 2” como “Alicia en el País de las Maravillas” figuran en ella. Al parecer, Potter hechizó una taquilla que, en términos generales, no ha igualado a la de 2010, cuando James Cameron acaparaba un alto porcentaje de la recaudación total anual.

Fotograma 6. El gran enemigo de los estudios

Los decepcionantes datos que arrojó “Piratas del Caribe: En mareas misteriosas” en Estados Unidos, muy alejados de los esperados por Disney, sacaron a la luz una verdad que llevaba meses oculta: la tecnología 3D empezaba a no ser rentable para la industria. Si en los dos años anteriores, filmes como “Furia de titanes” o “Avatar” veían infladas sus cifras gracias a este formato, en 2011 a pocos títulos les servía como empujón al éxito.

Entusiasmados por lo logrado el año anterior, los productores comenzaron a lanzar una ingente cantidad de títulos en 3D y un mayor número de copias en dicho formato, lo que encarecía los costes de producción y distribución, muchas veces no recuperados en taquilla. Cerca de 40 producciones aterrizaban en 3D en las salas, un 58% más que las de 2010, y en total acumulaban cerca de 1700 millones de dólares, por debajo de los 2000 millones de 2010. La diferencia no parece abismal, pero es preocupante si tenemos en cuenta la cantidad de estrenos en este formato y el precio de su entrada, muy superior a las de proyección habitual. Y el 3D no ha salvado de la quema a cintas como “El oso Yogui”, “Los viajes de Gulliver” o “Rio”. Pasados los blockbusters de Alicia, “Toy Story 3” y “Avatar”, el 3D fue en claro descenso

No obstante, lo curioso del caso es el poder que sigue teniendo el 3D fuera de los Estados Unidos. Ya se comentaba anteriormente el club de los 1000 millones, donde figuran tres películas de 2011 estrenadas en este formato, y cuyas recaudaciones internacionales fueron deslumbrantes. Así, “Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte 2)”, “Piratas 4” y “Transformers 3” salvaban el tipo gracias a una tecnología que comienza a despertar más dudas que expectativas. Incluso en España, un producto local, “Torrente 4”, se convertía en todo un taquillazo gracias a su cachondo uso del 3D. A nivel de espectadores, en cambio, la cifra era sustancialmente menor a la de su predecesora. Pero lo cierto de todo, la conclusión final que puede sacarse, es que el 3D supone una experiencia limitada, que deja de ser singular pasada media hora, cuando el ojo se ha habituado a lo que está viendo. Y esto ha quedado plenamente demostrado en las cifras conseguidas por el formato en el año que hemos dejado atrás.

Fotograma 7. Los Vengadores vs. La Liga de la Justicia

El 3D no ha sido el único que ha defraudado en 2011. Muchos de los títulos que llegaban en este formato comprendían secuelas y filmes de superhéroes, géneros que en otros tiempos generaban unos datos excepcionales de recaudación a sus responsables. El pasado año rompió con esta dinámica, y muchos de estos géneros se estrellaron en taquilla, al tiempo que otros quedaban por debajo de las expectativas.

El primer afectado fue el cine de superhéroes. “Iron Man”, “Spider-Man” o la saga “X-Men” eran un filón para Marvel, hasta el punto que la editorial, en compañía de productoras como Disney o Paramount, pretendían sacar adelante un ambicioso proyecto que veremos este 2012: “Los vengadores”, basado en el cómic homónimo y que une en una sola aventura a Iron Man, Hulk o Thor, entre otros. Para ello, durante 2011 se presentaron varios superhéroes que entrarían a formar parte de esta liga de héroes. Si ya en “Iron Man” hacía aparición Nick Fury, que reclutaba seres con capacidades excepcionales para su iniciativa S.H.I.E.L.D., el personaje hacía lo propio en “Capitán América” y “Thor”. En esta última, además, aparecía, aunque fugazmente, Ojo de Halcón, y ya hace años el propio Tony Stark (Robert Downey, Jr.) realizaba un cameo en “El increíble Hulk”.


El proyecto sigue adelante, a pesar de que las cifras de “Thor” y “Capitán América” no han sido todo lo provechosas que se esperaba. La crítica las trató bien, pero el público no parecía demasiado interesado en ellos, especialmente en el segundo caso, aunque en ambos casos podemos hablar de éxitos. Pero no ha sido un hecho aislado. “X-Men: Primera Generación”, reboot de la franquicia a cabo de Matthew Vaughn, se veía lastrado por el desastre de “Lobezno” y no generaba los ingresos proyectados. Pero en ningún caso hablamos de fracasos, y esto ha propiciado que “Los Vengadores” sea uno de los títulos más esperados de 2012, pero también el que más dudas está generando.

Peor le fue a Warner y su intento de lanzar la Liga de la Justicia, que uniría a Batman y Superman, entre otros. Christian Bale anunciaba que, una vez acabado el Batman de Christopher Nolan y sin este tras las cámaras, se negaba a encarnar de nuevo al superhéroe, por lo que habría que poner nuevo rostro al caballero de la noche, algo que no es problema pues la distribuidora prevé reiniciar la saga en unos años. A Superman le persigue una maldición que hace que las sucesivas entregas sean fiascos en taquilla, a la espera de ver lo que ha hecho Zack Snyder.

Pero si algo ha frustrado la unión de los héroes de DC Comics es el estrepitoso fracaso de “Linterna Verde”. Protagonizada por Ryan Reynolds a las órdenes del efectivo Martin Campbell, la cinta no sólo fue descuartizada cruelmente por la crítica, sino que se convertía en uno de los grandes fiascos de 2011. Costó poco más de 100 millones, pero tras el decepcionante pase previo, intentaron mejorarlo llenando el presupuesto hasta los 200 millones a base de efectos especiales. ¿La consecuencia? Apenas 115 millones en Estados Unidos y otros tantos en el resto del mundo, y toda una comunidad de fans molestos con la película, tachándola de larga, tediosa, incoherente y poco respetuosa con el material original.

Así que, ¿quién gana la partida? Evidentemente, Los vengadores. Marvel parece haber encontrado el punto exacto de comunión entre crítica y público con propuestas palomiteras destinadas a amasar millones en taquilla, producciones dinámicas y entretenidas que buscan hacer pasar el rato al respetable. Y, aún así, Warner no se da por vencida, y aparte de poner sus esperanzas en el Hombre de Acero de Snyder, pretenden sacar la secuela de “Linterna Verde”, pero sin Campbell tras la cámara. Increíble. Ah, y por supuesto, el 3D no mejoró los datos.

Fotograma 8. El cine adulto se hace con la cartelera

El cine de superhéroes no fue el único que sufrió los efectos del desinterés del público. 2011 será recordado también como el año en que las secuelas fueron generalmente a la baja. “Resacón 2”, “Sherlock Holmes 2”, “Amanecer (Parte 2)”, “Piratas 4” o “Transformers 3”, pese a ser taquillazos, han quedado por detrás de sus predecesoras, y en algunos casos sus datos del primer fin de semana han sido muy inferiores a los de las anteriores entregas, si bien poco a poco han ido recuperando terreno perdido. Las excepciones las ponen Harry Potter, “Fast Five” y “Mission Impossible: Ghost Protocol”, estas dos últimas éxitos sorpresa auspiciados por el nuevo y acertadísimo nuevo rumbo que sus responsables les han dado.

El hecho insólito se producía en los filmes de animación e infantil, hasta ahora dueños de la cartelera. Hasta Pixar pinchaba, aunque no estrepitosamente, con “Cars 2”. Otras secuelas como “Alvin y las ardillas 3”, “Happy Feet 2” o “Kung Fu Panda 2” decepcionaban a sus responsables. Esta última se salvaba, una vez más, gracias a la recaudación internacional, como ocurriera con la cinta de Pixar, en un año que ha dado pocas alegrías para este género con propuestas que no eran secuelas como “Gnomeo y Julieta”, “Arthur Christmas” o “Mars needs moms”, las tres absolutos fracasos de taquilla. Incluso Spielberg veía cómo su Tintín era mal recibido por los americanos, pero no fuera de sus fronteras, algo lógico considerando que hablamos de un producto eminentemente europeo. Una de las pocas alegrías la dio “Los Pitufos”, que se mantuvo internacionalmente número uno durante ocho semanas.

Los blockbusters también sufrieron la peor de las indiferencias. “Cowboys & Aliens” pinchaba en taquilla, mientras que hubo éxitos sorpresa durante el verano como “Super 8” o “El origen del planeta de los simios”, esta última toda una revelación, convertida ya en una de las mejores del año y dando una potente interpretación de Andy Serkis.

En medio de este panorama, el cine adulto se erigía como amo y señor de la cartelera. Las comedias calificadas R conquistaban a los espectadores, dando exitazos sorpresa como “La boda de mi mejor amiga”, “Cómo acabar con tu jefe”, “Crazy, Stupid, Love.” o “Bad Teacher”, además de la secuela de “Resacón en Las Vegas”, que pese a no superar a la primera entrega, barrió en taquilla. A estas comedias para adultos se unían propuestas serias y académicas como “Criadas y señoras”, todo un boom en Estados Unidos que alcanzó los 170 millones. En este grupo podría encajar perfectamente “Super 8”, producción modesta enfocada a un público adulto y nostálgico, y que también amasó millones.

Alejándonos de la comedia nos encontramos con una de las pocas secuelas que superan a su predecesora, “Paranomal Activity 3”, también calificada R para adultos, e “Inmortals”, la épica película del esteta Tarsem que ha sido muy bien acogida por los espectadores adolescentes de medio mundo.

España no se quedaba atrás, y los blockbusters que conseguían hacerse con la taquilla, como los simios o “Super 8”, no despeinaban a las propuestas adultas del momento. Esta falta de enormes taquillazos favoreció al gran cine adulto de nuestro país, el español. Las producciones de menor presupuesto, que son todas las que llegan desde nuestro territorio, se alzaban como triunfadoras, con sorpresas como “La cara oculta”. Otras extranjeras como “El árbol de la vida” o “La deuda” se convertían en inesperados números uno, aprovechando la sequía de un año carente de megaproducciones que convenzan al gran público. ¿Están cambiando las tendencias, los hábitos, o el sector juvenil y adolescente ya no llena salas como antaño?

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