jueves, 16 de septiembre de 2010

Una semana de despedidas... y una alegría

Esta semana nos han dejado tres eminencias del celuloide, una de ellas mundialmente reconocida y las otras dos pertenecientes a esa estirpe de intérpretes secundarios de toda la vida, esos cuyas caras reconoces a la primera pero pocas veces conoces su nombre.

¿Qué decir que no se sepa de Claude Chabrol? La etapa que más recuerdo de Chabrol fue la que me tocó vivir, la de las dos últimas décadas, cuando nos regaló joyas como “Madame Bovary”, “La cérémonie”, “No va más (Rien ne va plus)”, “Una chica cortada en dos” y “Merci pour le chocolat”. Pero si por algo se recuerda a Chabrol en los noticieros estos últimos días es por ser una de las leyendas vivas de la Nouvelle Vague, movimiento que no obstante abandonó temprano por un cine más comercial, algo que la crítica nunca le perdonó. Hasta el año pasado, este genial cineasta francés seguía en activo a sus 80 años tras más de medio siglo en la profesión.

Me sorprende que de Kevin McCarthy sólo se destaque en las noticias su Globo de Oro y la nominación al Oscar por “Muerte de un viajante”, con la que triunfaría también en el teatro, y por ser uno de los protagonistas de “La invasión de los ladrones de cuerpos” en 1956. Y me sorprende porque yo le asocio con otros papeles, hasta un total de más de 200 títulos entre cine y televisión. Participó en series como “Historias de la cripta”, “Se ha escrito un crimen”, “Sigue soñando” o “El equipo A”, que es básicamente de lo que yo le recuerdo, aparte de sus habituales apariciones en filmes de Joe Dante como “Piraña”. Y a pesar de que a sus 96 años aún seguía participando en películas, sus papeles cada vez eran menos notorios.


Lo reconozco, a Harold Gould no le conocía hasta que vi su foto, e inmediatamente me vino a la mente una película, “El golpe”. Y eso que ha aparecido en otras películas como “Patch Adams”, “La última locura de Mel Brooks” o “Primera plana”, y en televisión ha prestado su inconfundible rostro en “Las chicas de oro”, “Nip/Tuck” (aunque en esta estaba bastante irreconocible sin su característico bigote) o “Superagente 86”. Más de un centenar y medio de títulos avalan una trayectoria de poco menos de 50 años. Gould falleció a los 86 años de edad de cáncer de próstata.

Y haciendo un paréntesis, y sobre todo para no acabar el post con tan mal sabor de boca, felicitar a Álex de la Iglesia, que ha conseguido dos premios en Venecia para “Balada triste de trompeta”, al mejor director y al mejor guión. Por cierto, que Sofia Coppola, ex pareja del presidente de la Mostra, Quentin Tarantino, ha sido la gran triunfadora por “Somewhere”, de la que se dice que es la cara B de “Lost in translation”. Esta decisión ha molestado a muchos, que han acusado a Tarantino de nepotismo por favorecer tanto a Coppola como a de la Iglesia, buen amigo suyo y por quien el realizador estadounidense ha confesado en más de una ocasión sentir admiración.

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