sábado, 3 de julio de 2010

LA CRÍTICA

Dead Snow ****

Desconectemos nuestros cerebros

Tommy Wirkola tuvo lo que hay que tener para atreverse hace unos años a parodiar al mismísimo Tarantino, otro experto en hacer versiones propias de clásicos del séptimo arte, con “Kill Buljo”, trasladando parte de la acción a las heladas tierras noruegas. Y si algo desprendía aquel trabajo era el de película hecha entre amiguetes para pasar el rato, sin otro ánimo más que el de echarse unas risas entre ellos y con el espectador.

Por eso mismo un servidor temía que en su salto al cine de mayor presupuesto perdería parte de la esencia de su film anterior. Me equivoqué. De acuerdo, “Dead Snow” a ratos sigue los dictámenes del cine de terror a rajatabla, proporcionando tensión y sobresaltos, pero lo demás es puro divertimento entre Wirkola y sus amigos destinado a todos nosotros, siempre y cuando seamos capaces de desconectar nuestros cerebros y dejarnos llevar. Así, ahí tenemos de nuevo a algún miembro del reparto de la anterior –el protagonista de aquella y actor fetiche del realizador, Stig Frode Henriksen, por ejemplo, pero sin aquel molesto bigote- cercenando los miembros de estos zombis nazis cazatesoros sin escrúpulos en los gélidos parajes noruegos.

Lo que nos presenta Wirkola en “Dead Snow” –el título español de “Zombies Nazis” deja muy poco a la imaginación- es a un grupo de chavales bastante cinéfilos –uno de ellos, ahorrándole trabajo cerebral al resto, deduce que están enfrentándose a un grupo de podridos y que eviten a toda costa ser mordidos- que van a pasar juntos unos días a una cabaña perdida en las montañas, cuando una horda de muertos vivientes del régimen del Führer, que aún conservan la mala leche, les asedian y les dan caza. En definitiva, una comedia de terror que rinde homenaje a “Evil dead”, “Braindead”, a “Viernes 13”, a Romero y a un buen puñado de referentes del género fácilmente identificables.


A este slapstick tan bien trabajado en cuanto a guión, maquillaje, interpretaciones y dirección se le perdonan algunos escollos de guión y que le cueste tanto arrancar durante la primera media hora si lo que ofrece luego es una sanguinolenta y divertidísima cacería entre humanos y zombis nazis que nos regala secuencias tan orgásmicas como la del enfrentamiento, sierra eléctrica y demás herramientas en mano, entre ambos bandos y una de las más brillantes secuencias de mutilación de los últimos tiempos. Wirkola ha vuelto a conseguir un producto para echarse unas risas entre amigos y una sana parodia, aunque con más medios, pero sin perder en absoluto su espíritu gamberro. Y aún nos quedan por ver de él una especie de revisión de “El proyecto de la Bruja de Blair” y la relectura de “Hansel y Gretel” que prepara para 2011.


A favor: el enfrentamiento entre humanos y zombis, y que al menos llegará a nuestras salas
En contra: le cuesta arrancar al principio

2 comentarios:

  1. ¡Cojonuda! Ya podían salir unas cuantas más así al año.

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  2. Aire fresco para el género. Nada de original pero da lo que promete, que ya quisieran muchas conseguirlo

    Saludoss

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