viernes, 31 de diciembre de 2010

Disculpas y ¡¡Feliz 2011!!

Por cuestión de falta de tiempo, me será imposible tener preparada la sección "La película del mes" para hoy 31 de diciembre. La misma estará disponible este fin de semana, presumiblemente antes del lunes. Mis disculpas a todos y FELIZ 2011.

jueves, 30 de diciembre de 2010

LA CRÍTICA


The Town. Ciudad de ladrones ****

Lo que sucede en Charlestown se queda en Charlestown

La trama de la novela de Chuck Hogan en la que se basa “The Town. Ciudad de ladrones” recuerda bastante a lo que Dennis Lehane describiera en “Mystic River” y sus guiones para la serie “The Wire”. Si Mystic diseccionaba a unos personajes perseguidos por los lobos de su propio pasado, en “Prince of thieves. A novel” su protagonista busca una vía de escape de ese suburbio de ladrones en el que todo lo que ocurra no saldrá de él. El ambiente en el que se desarrollaban ambas novelas era muy similar, con la mafia irlandesa como telón de fondo, con lazos de sangre y del pasado que comprometen a sus personajes y les impiden abandonar sus vidas.

En su adaptación a la pantalla grande, lo que deja claro Ben Affleck es lo que ya sabemos todos desde la magnífica “Adiós, pequeña, adiós”: que es mejor director que actor. Con este segundo trabajo lo confirma, y se acerca al mismísimo Eastwood de “Mystic River”, quien además de fenomenal actor es aún mejor director. Son puntos en común entre ambos realizadores; y es que en ciertos momentos, “The Town”, por su ambientación, sobriedad y clasicismo, contiene reminiscencias a ese glorioso film de Eastwood, mezclada con escenas de acción que bien podrían haber sido ejecutadas por el mismísimo Michael Mann.


Affleck consigue un film modesto en su presentación, sin recurrir a exagerados trucos de artificio en sus sensacionales escenas de acción, e intercalándolas con escenas dramáticas protagonizadas por un estupendo plantel de actores, entre los que destacan el mismo Affleck, omnipresente en casi de todos los fotogramas en lo que podrían ver algunos como un mero vehículo de lucimiento, y un formidable Jeremy Renner, un ladrón de planos y atención en toda regla. El cineasta demuestra por si fuera poco, además de madera de director, que el Oscar por el guión de “El indomable Will Hunting” no fue casualidad, plasmando a unos personajes principales mimados y perfectamente caracterizados.


Se echa de menos en la película una mayor profundización en algunos papeles secundarios determinantes como el del agente del FBI encarnado por John Hamm, pero en conjunto “The Town” es una obra modélica, pausada pero enérgica, acerca de la dificultad de cambiar en un barrio constituido por familias de ladrones, con sus propias reglas al margen de la ley, como las que regían las inmediaciones del río Mystic. Pero sobre todo es la confirmación de que podemos hablar de un nuevo y genial cineasta.

A favor: la sobriedad y clasicismo del Affleck director
En contra: algunos secundarios poco mimados

miércoles, 29 de diciembre de 2010

LA CRÍTICA


Imparable **1/2
(Unstoppable)

Tony Scott sin frenos

Si algo diferencia a los hermanos Scott entre sí es que mientras Ridley va dando tumbos tratando de realizar mastodónticas películas que le hagan recuperar la esencia de los grandes clásicos de su filmografía –para entendernos, títulos como “Blade Runner” o “Alien”, a los que sólo “Gladiator” se acerca- con bastante poco sello personal, su hermano menor Tony ha ido depurando su estilo frenético y videoclipero y convirtiéndolo en marca de la casa, a pesar de no haber concebido ningún film hasta la fecha que merezca el calificativo de película de culto. 


Hace un año estrenaba en España “Asalto al tren Pelham 1, 2, 3”, remake desenfrenado sobre raíles de una cinta notablemente superior. Pues bien, la cosa va de trenes otra vez en su nueva propuesta, esta vez inspirada en hechos reales. El gran protagonista es ese tren sin control que lleva como carga material tóxico y altamente inflamable, y los frustrados intentos de las autoridades y las grandes corporaciones por frenarlo, hasta que dos empleados de la compañía ferroviaria ponen en juego su vida urdiendo un ingenioso plan para ralentizar ese tren del infierno sin descarrilarlo.


“Imparable” es lo que puede esperarse de un trabajo de Tony Scott. Acción adrenalínica, una cámara nerviosa siempre en movimiento y tensión que hace que sus ajustados noventa minutos pasen en un suspiro. Por el camino se resienten los abusos estilísticos de su director, que sus fans esperarán ansiosos pero que a mí me resultan repetitivos, y un guión tan previsible como arquetípico, dando un resultado final entretenido pero que no aporta nada nuevo. Eso sí, todo servido como un gran entretenimiento en un género en el que Scott se mueve como pez en el agua, y volviendo a afianzar su estilo personal.


La película no deja tiempo para el respiro, ni para degustar lo que podría haber funcionado como crítica hacia las decisiones interesadas de los jefes de la empresa –en su lugar, su discurso en torno a este tema es previsible y presentado de manera muy tópica- ni mucho menos para simpatizar con las vidas de sus dos personajes, arquetipos de seres contrapuestos que se odian al comienzo pero acaban trabajando codo con codo al final. Eso sí, un disfrute de corta duración para los que no quieran ejercitar demasiado las neuronas con un trío protagonista de lo más solvente, con un actor que nunca falla, Denzel Washington, una joven promesa que afianza su talento, Chris Pine, y la estupenda Rosario Dawson dando la réplica perfecta a la pareja. Ni más ni menos.

A favor: su trío protagonista y la acción imparable
En contra: tanta acción no deja espacio para nada más, y que no aporta nada nuevo

martes, 28 de diciembre de 2010

2010 en 10 pasos (Parte I)

 1. La otra (vieja) dimensión


El 3D no es algo nuevo. Las primeras proyecciones en tres dimensiones datan de 1915, y se trataba de cortometrajes. No fue hasta 1922 que se proyectó el primer largometraje, “The power of love”, usando un sistema de doble proyección con dos tiras de película en las que se separaban los colores rojo y verde. Eso sí, en blanco y negro. Hasta los años 50 no llegaría el color al 3D, con “Bwana Devil” y “House of Wax”. Pero quedó relegado al ostracismo por culpa del Cinemascope. Y llegaron los avances. Space-Vision 3D e IMAX mejoraban el formato, y películas como “Ghost of the abyss” o “Polar Express” se han valido de él para amasar dinero en taquilla. Y precisamente ése es el objetivo del nuevo 3D, que es igual al existente desde hace años en cuanto a intenciones: ganar la batalla de la taquilla. Y así ha ido en 2010, con películas en 2D convertidas al 3D en la sala de montaje para mayor irritación del gran abanderado del soporte, James Cameron. “Furia de titanes”, Alicia en el país de las maravillas”, “Piranha 3D”… todas rodadas convencionalmente y con unos ingresos aumentados de una manera desorbitada gracias a una novedad que no es tan nueva como se piensa. Y lo que nos queda.


2. La crisis afecta a los reyes de la jungla

La crisis financiera ha afectado también a la industria y a grandes empresas como la Metro Goldwyn Mayer. Quién lo iba a decir de una productora tan gigantesca que podía presumir antaño de reunir a las mejores estrellas de Hollywood. Pero el león de la Metro tiene más hambre que nunca, y su rugido se ha ido apagando durante 2010. La empresa tiene deudas por encima de los 4000 millones de dólares, tanto que a principios del año ponía a la venta sus instalaciones. Pero ningún comprador podía asumir tal gasto. Así que los estudios comenzaron a suspender pagos y parar los escasos proyectos de los que aún disponían pero sin perder sus derechos, como el nuevo Bond o “El hobbit”. Otros grandes como Lionsgate o Time Warner han estado al acecho para comprar una parte del pastel, sin invertir más de 1500 millones en ella. En noviembre se declaraba en quiebra y tuvo que poner a la venta los derechos de los más de 4000 títulos propiedad de la casa, a la espera de que algún comprador la haga salir a flote.

Y no ha sido la única en caer. Disney cerró Miramax, su filial semi-independiente de los hermanos Weinstein, y en verano lo vendió a una empresa del mundo del ladrillo. Ahora Google planea con hacerse con ella para proyectar en Youtube obras como “Reservoir Dogs” o “Shakespeare in love”.


3. Internet Vs. Sinde
Para entendernos, la Ley Sinde forma parte de la Ley de Economía Sostenible (LES), la cual recoge una serie de medidas para modernizar la economía española, y su objetivo es proteger la propiedad intelectual y la regulación de webs. Ambos puntos han sido polémicos en 2010, y ambos están relacionados. La intención es, entre otras cosas, cerrar páginas web que vulneren los derechos de autor sin intervención judicial, por ejemplo poniendo enlaces de descarga a obras audiovisuales. Hasta ahora, la manera de permitir dicho cierre era denunciar la página y esperar a que el juez emitiera la sentencia. Pero el poder judicial ha dado la razón a los internautas alegando que los enlaces son meros datos que conducen a la obra, pero que no la albergan ni difunden públicamente. Ante esto, y viendo que todas las denuncias de las asociaciones pro-derechos de autor resultaban fallidas, éstas presionaron al gobierno para colocar a los magistrados afines a sus ideas y así poder cerrar webs de manera arbitraria. En diciembre, la ley Sinde era rechazada por el congreso por todos los grupos parlamentarios.
Por supuesto, algunas asociaciones como la SGAE, que hasta ahora cobraba abusivos cánones por lo que ellos llaman vulnerar los derechos de autor (por ejemplo, poner música en un gimnasio sin pagar derechos), ven positivamente la ley. Otras, como las de internautas, apoyadas por las redes sociales y diarios como “20 minutos”, se han manifestado abierta y ruidosamente contra ella. Para acabar, un dato: “Avatar” ha sido la película más descargada del año, y de la historia, en España, con más de 16 millones de descargas; algunos ilusos incluso dicen que de no haber sido por eso habría recaudado todavía más que lo que logró en su momento. España, eso sí, es una abanderada de la piratería.

4. Tío Oscar y las mujeres
 “Avatar” era la gran favorita en la edición de los Oscar de este año, pero poco a poco fue erigiéndose con fuerza entre la crítica estadounidense un film bélico cargado con bastante testosterona, 100% masculino y repleto de tensión titulado “The Hurt Locker (En tierra hostil)”, centrado en el día a día de un grupo de desactivación de explosivos del ejércitos de Estados Unidos destinado en Iraq. Un film carente de moralina, muy típico pero que a los americanos pareció caerles en gracia. Pero la noticia no fue que venciera al rey del mundo James Cameron, sino que su realizadora fuera una mujer y se llevara por primera vez en sus 82 años de historia el premio a mejor dirección. Además, la película consiguió otras cinco estatuillas, entre ellas película y guión original. La mala noticia fue para el mismísimo Cameron, ya que la vencedora, Kathryn Bigelow, era su ex esposa. Aunque se les veía muy amigos durante la ceremonia.


5. La gran renovadora de la ficción televisiva se despide, con polémica incluida



Muchos no entenderán a qué me refiero con polémica, pero los que hayan seguido “Lost” durante seis años y se hayan sentido estafados por su desenlace, sabrán a qué me refiero. “Lost” siempre trató de unos personajes perdidos en sus vidas, que cayeron en una isla mágica y misteriosa para tener la experiencia más importante de sus vidas. Fue lo más relevante que harían jamás, y acabaron descubriendo que se puede vivir juntos y morir en compañía de otros. ¿La isla? Un gran Mcguffin repleto de suspense que servía de maniobra de distracción. Sus cabezas pensantes, Carlon Cuse y Damon Lindelof, fueron habilidosos prestidigitadores, magos del engaño que compusieron una serie mítica, capaz de remodelar la narrativa televisiva. Cada temporada era independiente, aunque hubiera una trama total. ¿Qué ocurrió en Mayo de 2010? La serie acabó con un cierre de ojo ya mítico, un final muy místico y conceptual para una audiencia que buscaba más la ciencia que la fe, y que se vieron frustrados porque las incógnitas no se resolvían. Aunque buena parte de ellas se pueden adivinar en una revisión de toda la serie. Pero “Lost” creó al fan de ciencia más que al de fe, obsesionado por descubrir toda la verdad sin saber que una nueva respuesta llevará a otra pregunta.

No fue la única que nos dejó en 2010. Otras series acabaron, aunque no con tanta división de opiniones. Así, vivimos el emotivo desenlace de “El internado”, el inesperado de “24”, el de la fallida “Flashforward” o el de la repetitiva “Héroes”. Pero también el nacimiento de “Modern Family” y las magníficas “Boardwalk Empire” y “The Walking Dead”, con Martin Scorsese y Frank Darabont pasándose a la pequeña pantalla, y de las ambiciones producciones españolas “Hispania” y “Tierra de lobos”, que han arrasado en audiencia.


6. Los viejos héroes nunca mueren
2010 ha echado una mirada hacia los 80. Pero solamente la de Sylvester Stallone y sus mercenarios ha sido nostálgica. “The Expendables” unía a viejas glorias de los 80 y 90 como el propio Stallone, Dolph Lundgren, Eric Roberts, Mickey Rourke, Arnold Schwarzenegger y Bruce Willis con los nuevos valores de la acción cargada de testosterona como Jason Statham y Jet Li en una cinta de acción a la antigua usanza, de esas que Sly y sus colegas nos servían en los 80. El éxito de crítica y público fue tal que ya preparan la inevitable secuela. Pero no fueron los únicos que han vuelto a llenar la pantalla como antaño. Hollywood ha mirado hacia atrás y ha recuperado “El equipo A”, “Karate Kid”, “Pesadilla en Elm Street” o “Depredador” para hacer caja. Incluso hemos vivido una secuela tardía del clásico “TRON”. Pero para mirada nostálgica la del artesano Joe Dante, que aunque sus “Miedos 3D” no fueran lo que se esperaba, nos ha demostrado que aún tiene algo que decir en el cine.


7. La taquilla también está en crisis
2009 fue un año apoteósico para la taquilla mundial. Pero 2010 ha vivido un descenso cercano al 50% en recaudación y un 30% por debajo que en 2008 o 2007. Eso sí, Estados Unidos ha descendido en un 2% en espectadores pero aumentado en un 3% en recaudación. ¿La razón? Pues el 3D, claro está. Descontando el fenómeno Harry Potter y el tirón de la secuela de “Iron Man”, solamente una película no estrenada en este formato ha conseguido recaudaciones astronómicas. Hablamos de “Origen (Inception)”, la película de Christopher Nolan que arrasó las taquillas de todo el mundo haciéndose finalmente 825 millones de dólares. Y el año finaliza de manera catastrófica, sin ningún estreno masivo que centre el interés navideño. Hollywood ha vivido decepciones con “Prince of Persia”, “El aprendiz de brujo” o “TRON”, entre otras, salvadas en parte gracias a sus ingresos mundiales.

El caso de España es aún peor. Se han recaudado 9 millones de euros menos que en 2009 y se ha vivido un descenso del 10,5% en el número de espectadores. Y el cine español se lleva la peor parte. Cae un 25% con respecto a 2009 hasta noviembre, momento en el cual comenzó a subir gracias a películas como “Biutiful”, “Entrelobos”, “Los ojos de Julia” y el gran fenómeno de la temporada, “3MSC”. Cuatro filmes que han ayudado a salvar los muebles de una industria que languidece y que acaba con una buena cuota de pantalla tras comenzar el año de manera muy floja. Y encima la producción ha caído de una manera alarmante. La crisis también afecta al cine.


8. Los que nos dejaron
2010 ha sido un año de grandes pérdidas. El cine español daba su último adiós al mejor analista del tiempo y geografía españolas, Luis García Berlanga. Pero antes que de él tuvimos que despedirnos de cuatro grandes actores, Manuel Alexandre, Antonio Ozores, Vicente Haro y Antonio Gamero, y de los escritores Miguel Delibes y Jose Saramago, muy vinculados con el séptimo arte. Y otro cineasta, Iván Zulueta, nos dejaba con su arrebato de arte y cine. Y el productor Tedy Villalba y el inolvidable Jordi Estadella dijeron adiós con un inigualable trabajo a sus espaldas. Hasta el mundo de la canción hizo lo propio con la figura de Enrique Morente.

Hollywood también sufrió tristes despedidas de verdaderos iconos cinematográficos. Tony Curtis, Dennis Hopper, Peter Graves, Leslie Nielsen, Kevin McCarthy o el icono adolescente de los 80 Corey Haim fueron algunos de los nombres que llenaron tristemente los epitafios cinéfilos. El mundo del cine realizó también su particular despedida a tres icónicos nombres, Arthur Penn, Dino de Laurentiis y Blake Edwards. Y en el cine europeo, el cine francés vivió las trágicas pérdidas de Éric Rohmer y Claude Chabrol.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Cinéfagos Anónimos les desea FELIZ NAVIDAD

Curioso lo de estas navidades. O yo el año pasado no estaba atento e hicieron lo mismo, o a los canales de televisión españoles, tanto los temáticos de la TDT como los de toda la vida, les está dando por programar mis películas navideñas de la infancia.

Cuatroº no para de programar la trilogía de “Regreso al futuro”, y en Nochebuena no se les ocurrió una mejor manera de celebrar el nacimiento de Jesucristo que emitiendo “La vida de Brian”. Hace unos días, Neox nos regalaba “Los fantasmas atacan al jefe” en prime time, y anoche La 2 emitía “Gremlins”. Todo eso mezclado con las nuevas propuestas, igualmente propicias para estas fechas, como “Spider-Man 3” o la saga de Harry Potter completa hasta el quinto capítulo.
Y todo esto, si bien faltan títulos imprescindibles como “Los cazafantasmas”, “La familia Adams” o los Batman de Tim Burton y “Eduardo Manostijeras”, no hace más que poner en marcha mi propia nostalgia. Porque cada uno recuerda las navidades por hechos, vivencias, anécdotas, pero también por lo que emitían en la tele en un determinado año. Y, cómo no, cada uno es hijo de su tiempo, y en mi caso eran mayoritariamente las comedias de los 80 y principios de los 90, época a la que pertenecen todas las cintas mencionadas.

Así que muchas gracias a todos esos canales que prefieren programar en horario de máxima audiencia y en fechas tan señaladas como Nochebuena esas películas de toda una generación, fundiéndolas con las más recientes y con sus especiales navideños, antes que lo que hacen otras, darnos horas interminables de cotilleos y prensa rosa. Pero si por algún año nos fallan, siempre nos quedará el DVD y el Blu-Ray y la certeza de que podremos verlo todo a nuestro gusto y cuando queramos.

A todos los cinéfagos, FELIZ NAVIDAD.

martes, 21 de diciembre de 2010

Taquilla España: Mal fin de semana para la taquilla española


Hace un año, “Avatar” desembarcaba en las pantallas de todo el mundo barriendo la taquilla a su paso. Junto a ella lo hacían otros estrenos de peso como “Sherlock Holmes” o “Alvin y las ardillas 2”. En España incluso vivimos el efecto “Celda 211” y “Spanish Movie”. Pero 2010 no va a acabar de una manera tan redonda, recaudándose un 50% menos que en 2009 y un 22% menos que en 2007 y 2008, lo que demuestra la falta de interés del público.

“Tron: Legacy” se perfilaba como un estreno masivo de mucha potencia, pero a pesar de no considerarse un fracaso, no ha sabido cumplir las expectativas. En Estados Unidos, el film de Disney ha conseguido 43M$, e internacionalmente solamente 22M$, un pésimo dato para una película de esta envergadura. Y a pesar de contar con el aliciente del 3D, la secuela de “Tron” no ha sido un bombazo, ni siquiera en España, donde solamente ha recaudado 1.3M€ en 580 cines.

El otro estreno fuerte, “Balada triste de trompeta”, que partía con unas muy buenas 303 copias, se tiene que conformar con 0.625M€, muy por debajo de las expectativas generadas en Internet por el interés de los espectadores ante una película que se perfila como favorita para los próximos Goya y que triunfó en Venecia. Al otro título español de la semana, “Don Mendo Rock, ¿la venganza?”, le ha ido todavía peor, recaudando solamente 0.112M€ en 226 salas y entrando directa al puesto 11 de la lista. Y las excesivas copias del musical “Burlesque”, 280, le han hecho acumular 0.49M€ en tres días.

La gran alegría la da el cine español. Y es que la tónica general este fin de semana ha sido mala para todos los estrenos, y el hecho de no haber películas extranjeras excesivamente taquilleras ha hecho que la cuota de pantalla del cine español suba hasta el 36%. Buena parte de este éxito se debe al fenómeno de la temporada, “3MSC”, que en su tercera semana lleva recaudados unos magníficos 7.06M€, convirtiéndose en la película española más taquillera del año, a pesar de que muchos medios den como merecedora de este honor a “Los ojos de Julia”.

Fuente: boxoffice.es

lunes, 20 de diciembre de 2010

Ganadores del concurso "Gana un DVD de la sexta temporada de Perdidos"

En Septiembre arrancaba el concurso para exponer tu final perfecto para "Lost", que nos dejó en Mayo de este mismo año. Ya tenemos ganadores de los dos DVD de la sexta temporada que sorteábamos. Muchas gracias a todos por participar.

“Me habría gustado que todo tuviera referencias bíblicas, que Jacob fuera un nuevo Noé y la isla una especie de arca moderna para salvar a unos cuantos elegidos del fin de la humanidad. Jacob llevó a gente a la isla para cumplir dicho objetivo, aunque en algunos casos fueran bandos opuestos entre sí, como los hostiles y Dharma, que además predijeron el fin de la humanidad con los números. Los manipuló a todos para ir llevando a unos pocos, que serían los que se salvarían”. Constantino Gil García (Madrid)

“La manera de cerrar la serie fue genial. Todos esperaban una gran teoría que lo explicara todo, pero casi nadie se dio cuenta de que lo más importante estaba aclarado y no era necesario soltar esa gran teoría. Lo que pasó pasó y tendremos que asimilar el final. Aunque me habría gustado que hubiera más explicaciones científicas, como los susurros, que podrían haberse debido a brechas en el espacio-tiempo que permitían oír lo que ocurría en otras épocas en determinados lugares.”  Clàudia Arias Soler (Barcelona)

viernes, 17 de diciembre de 2010

LA CRÍTICA

Balada triste de trompeta ***

Había una vez un circo llamado España

Hay que advertirlo desde el principio, para que nadie se sienta engañado: “Balada triste de trompeta”, pese a lo que puedan decir de ella o lo que la carrera de su realizador pueda sugerir, no es en absoluto una comedia. Ni siquiera es una comedia negra y macabra. Es más bien una monumental broma, una burla de esta España nuestra tan herida en su interior que debe recurrir a la carcajada siniestra en su exterior.

Esta balada triste, que debe su título a una canción de Raphael que describe perfectamente el espíritu de la cinta, está protagonizada por dos payasos desfigurados tanto física como emocionalmente. Dos víctimas de una etapa de nuestra historia tapada por el afán de algunos de acabar con la memoria histórica. Uno es el payaso tonto, el dictador, brutal en sus maneras y amante de los niños, caracterizado por el inmenso Antonio de la Torre. El otro es el payaso triste, condenado a sufrir toda su vida y a vivir siempre a la sombra del tonto, con el convincente patetismo del polifacético Carlos Areces. De su padre, fallecido en la Guerra Civil sin abandonar apenas su disfraz, ha heredado una sed insaciable de venganza de un régimen que le ha negado algo más que a su progenitor: su propia infancia. Y esas ansias de venganza las vierte en contra del payaso tonto, que además del protagonismo le roba a su amada, Natalia, otra desfigurada por las circunstancias que debe debatirse entre vivir con miedo, algo que le da un morbo indescriptible, o en paz con alguien que no le hará daño jamás, encarnada por Carolina Bang, correcta dentro de sus limitaciones interpretativas.



Completamente acertada en sus sublecturas, que van desde lo inverosímil de una guerra fratricida hasta el hecho de ser más un circo de bufones enviados a luchar sin motivo que una contienda, la última película de Álex de la Iglesia recurre a viejos fantasmas de su filmografía –el payaso tonto metralleta en mano recuerda al Tubullar Killer del corto “Mirindas asesinas”, el clímax final se desarrolla en un monumento simbólico, como en “El día de la bestia” o “La comunidad”, y la rivalidad mortal de sus protagonistas recuerda mucho a la de los cómicos de “Muertos de risa”- y los junta con otros fantasmas de nuestra historia aún reciente, dolorosa.


Es además un homenaje a esos monstruos que han forjado al director, para bien o para mal, resumidos en sus apabullantes créditos iniciales, mezclando a Paul Naschy con el Frankenstein de Karloff o Adolf Hitler, y que marcaron su infancia al igual que la de sus personajes. Porque si algo se desprende de esta carcajada escalofriante a nuestra historia es el hecho de que estamos ante la obra más personal de su creador, capaz de ofrecer una de cal y otra de arena, de ser excesiva en su violencia como cruel en sus chistes y fría en su ejecución, como fue la misma niñez de de la Iglesia, esa en la que vivía con el miedo a la represión y la hostilidad cotidiana de día y de noche se iba al circo o veía a los hermanos Marx por la tele. En ese sentido, la primera secuencia resume perfectamente este ambiente.


“Balada triste de trompeta” es valiente, necesaria, pero a la vez es incómoda para el espectador. De la Iglesia filma su film más personal, que no el mejor, pero a la vez el menos accesible de su filmografía, capaz de regalar momentos memorables –la transformación del payaso triste- y otros patéticos. Cuesta simpatizar con su trama, con sus personajes, y el halo que la rodea es el de una risa encubierta, tímida, que es imposible soltar a pesar de algunas situaciones cómicas y a la vez terribles. Por sus innumerables excesos y abusos –el caótico montaje y uso de la cámara, algunas situaciones imposibles, ciertos detalles técnicos cuestionables- le va a costar a muchos espectadores entrar en este circo dentro de otro circo y disfrutar con las bromas de estos dos payasos que deberían tener gracia, pero a los que la historia les ha desfigurado el sentido del humor.


A favor: sus múltiples sublecturas, y la transformación del payaso triste
En contra: sus excesos y abusos pueden pasarle factura para el público