Fecha de estreno: 30 de Mayo
La obra de Stephen King parte siempre de un prometedor planteamiento, que desgraciadamente en muchas ocasiones acaba perdiendo atractivo e interés por innecesariamente extenso y por desgastarse a sí mismo a los pocos capítulos. Se trata de uno de los escritores más sobrevalorados de las últimas décadas, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez publica más a la ligera. No es de extrañar pues que las adaptaciones que se han hecho de sus novelas, y tomemos como ejemplos “El resplandor” o “Misery”, hayan superado al papel.
Ha sido Frank Darabont uno de los pocos que ha establecido una extraña comunión con King. Ha sido capaz de coger dos aceptables novelas, “The Shawshank Redemption” y “The Green Mile”, y las ha convertido en dos grandes películas, “Cadena perpetua” y “La Milla Verde”. Para su cuarto trabajo huye del drama carcelario de ambas pero se aproxima al halo sobrenatural de la última y opta por una de esas historias de ciencia-ficción y terror claustrofóbico y paranoico que tan asiduamente, y con bastante poco acierto en ocasiones, vomita el novelista.
El planteamiento de la película no puede ser más prometedor. Un pueblecito de Maine en el que todos se conocen se ve envuelto por una espesa niebla que remite directamente a la del maestro Carpenter. Una figura ensangrentada emerge de ella en dirección al único refugio aparentemente libre de todo mal: un gran supermercado. Aterrados por el incidente y por la imposibilidad de no poder ver más allá de unos pocos metros, los supervivientes se encierran en el establecimiento a la espera de que el nuevo huésped se disipe o venga ayuda.
Lejos de lo que ocurriría en manos de King, el desarrollo posterior de la películasigue una lógica aplastante difícil de asimilar por los que aún crean en la bondad innata del ser humano, y siempre siguiendo una verdad irrevocable: somos seres dementes capaces de realizar cualquier atrocidad con la suficiente dosis de miedo. El personaje de Toby Jones lo expresa claramente: “si juntamos a más de dos en un cuarto, elegimos un bando y empezamos a soñar con motivos para matarnos”. Y es eso lo que precisamente ocurre en la cinta de Darabont, la confrontación de dos bandos de mentalidades opuestas capitaneados por una ferviente religiosa que usa el miedo a la condena eterna como herramienta de control y por un héroe aparentemente racional y justo, un defensor de la familia y la razón que tomará la decisión extrema en el momento menos indicado.
En ese microcosmos limitado por unos enormes ventanales que no aguantarán el envite de la amenaza externa desconocida, Darabont realiza su certera disección de la condición humana, mucho más sanguinaria y ácida que la casquería que fluye por el metraje. Es precisamente en ese momento, cuando se aleja del cine de monstruos y momentos de tensión bien dosificados y resueltos para las taquillas, cuando “The Mist” logra ir más allá de las convenciones del género y proponer su sugerente discurso, el de la política del miedo mezclado con la capacidad del hombre para destruirse a sí mismo. Lo demás es un artificio perfectamente orquestado, una mezcla del splatter más soft y del entretenido cine jurásico del amigo Spielberg.
No escatima en elementos gore, marca imprescindible de la casa Nicotero, y huye de los clichés del género con elegancia, a pesar de algunos instantes y roles estereotipados. A todo esto se le suma un desenlace que posiblemente, y por sus múltiples lecturas psicológicas y socio-políticas con el resto de la película, merezca un sitio en la historia como el Charlton Heston maldiciendo a la raza humana en “El planeta de los simios”, pero que desgraciadamente rompe el gratificante clímax apocalíptico inevitable que llevaba el conjunto antes de la llegada de ese giro final.
Lo mejor: consigue mantener más la atención en lo que ocurre en el interior que en el miedo al exterior
Lo peor: un giro final que rompe la atmósfera apocalíptica del desenlace
Título original: "The Mist"; Género: Terror; Nacionalidad: EEUU; Año: 2007; Duración: 127 minutos; Dirección y guión: Frank Darabont, basado en un relato de Stephen King; Intérpretes: Thomas Jane, Marcia Gay Harden, Laurie Holden, Toby Jones, Andre Braugher, William Sadler, Jeffrey Demunn, Frances Sternhagen