viernes, 12 de febrero de 2010

LA CRÍTICA

Triangle **

Más cuadrada que triangular o circular

Hay una escena en particular en la última película del aún prometedor Christopher Smith que resume su espíritu –aviso ya que la crítica puede contener algún spoiler- de historia cíclica, de enorme bucle condenado a repetirse una y otra vez, la de ese disco rayado cuyos saltos marcan los viajes temporales de sus personajes. Como salida del universo de los creadores de la sobresaliente y ya mítica serie “Perdidos”, “Triangle” marca así su tendencia no hacia el triángulo, como reza su título, sino hacia el círculo, hacia la máxima del “lo que pasó, pasó”.

Todo habría ido bien si no fuera porque en ciertos aspectos, este thriller psicológico profundamente cargado de paranoia social –al final mejor olvidar nuestras propias miserias y vivir la vida como un bucle condenado a perpetuarse en lugar de enmendar los errores del pasado- recuerda sospechosamente a otro deslumbrante debut de género de nuestro propio cine. Cuando aparece el hombre del saco en la cabeza escopeta en mano es imposible dejar de pensar en la opera prima de Nacho Vigalondo, “Los cronocrímenes”, pero sin máquina del tiempo, dejada la explicación del bucle a la imaginación del espectador. Ya cuando descubrimos el meollo del asunto, las similitudes casuales se convierten casi en referencias, pero no del todo inteligentemente manejadas.


Pero no falla en este aspecto “Triangle”, aunque por esto mismo se la ve venir fácilmente y se vuelve un poco previsible, sino porque no es capaz de mantener un nivel de congruencia en su tratamiento de los viajes temporales. Éste, dicho de paso, es un tema espinoso en el cual es fácil cometer errores, pero si Vigalondo supo atar los cabos sueltos, ¿por qué no Chris Smith? Así, su partida al cine australiano se torna en una película liosa, incongruente a pesar de que al final algo encaja en el conjunto –aún así el desenlace está cogido con pinzas-, con demasiados agujeros por culpa de los cuales algo se nos escapa y no todo engarza como debiera.

Un servidor, tras ver la reivindicable vuelta de tuerca al terror subterráneo “Creep” y la macabra pero divertida oda a la rivalidad empresarial “Desmembrados”, confiaba en su director como uno de los últimos talentos surgidos de la cinematografía de género británica. No es que haya perdido la fe en él, y menos tras ver las abundantes reminiscencias gore de su última propuesta que nos hacen añorar sus dos anteriores y descarnados trabajos, pero si así va a ser su dinámica en su aventura australiana mejor que vuelva a pisar terrenos ya conocidos en su filmografía y dejar de lado el terror psicológico. Su brío tas la cámara sigue intacto, pero el resultado final puede llevar a más de uno a sufrir un derrame cerebral tratando de encajar las piezas.


Bastante he leído estos meses sobre esta película. La mayoría de la gente opina de ella que es una joya. Yo no he visto esa obra maestra que los demás dicen que es. Tiene ideas prometedoras en su tratamiento del tema, como los “clones” o el concepto del disco rayado como señal de salto temporal, pero se queda a medio camino entre el hastío y la fascinación, pareciendo más cuadrada que circular o triangular. Eso o soy rematadamente tonto y he sido incapaz de seguirla. A mí, por favor, que me la expliquen. Eso sí, mención especial para Melissa George, gran motor del filme y que hace que todo se haga más ameno. Muchas gracias por convertirla en protagonista absoluta.

A favor: el disco rayado que rige los saltos temporales
En contra: es excesivamente confusa e incongruente

4 comentarios:

Pablo Martinez dijo...

Wow, por lo que leí/vi/capté de este filme es demasiado copiado de "The Strangers"!!

Bueno, no lo pienso ver, asi que... a otra cosa mariposa.

Te invito a que leas mi crítica de "An education".

Saludos!

PM

¡Kiko! dijo...

Pues no la conocía, pero pese a que tu crítica no la deja en muy buen lugar me ha despertado la curiosidad. A mi es que me pones un paradigma temporal y no me resisto ;) ¡Salud!

El Cinéfago dijo...

Pues sí, el encapuchado se parece Pablo, pero la trama me recuerda demasiado a Los cronocrímenes, tipo camuflado incluido...

Yo también la vi con interés ¡Kiko! por eso mismo, adoro las paradojas temporales. Pero me perdí más que Wally en una fiesta de barras americana.

Emilio M. Luna dijo...

Lo esperado, en otra gala más previsible. Celda 211 y Agora arrasan y algún que otro premio para el Secreto de sus Ojos y el paripé de Almodovar. Pese a todo un buen año para el cine español

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