miércoles, 30 de julio de 2008

Robocop volverá en 2010


Fue la segunda película americana de uno de los reyes del cine políticamente incorrecto made in USA, aunque su filmografía, y en especial en su país natal, sea más rica y variada. Paul Verhoeven entraba con “Robocop”, el cyborg-policía encargado de limpiar la ciudad de Detroit de la escoria que amenaza su seguridad, en el mercado yanqui de las grandes masas. Se convirtió en un clásico que mezclaba sabiamente la ciencia-ficción, el policiaco y el cine mugrientamente violento y oscuro de los 80 estilo “Terminator”, “Los halcones de la noche” o “Black Rain”.


En una época en la que ha vuelto otro tipo duro de de los 80, John McClane, y en la que se han resucitado a héroes como Rambo o Indiana Jones, MGM se lanza a la aventura de recuperar al personaje encarnado por Peter Weller y que diera lugar a dos secuelas -la tercera olvidable-, una serie de televisión cancelada tras su primera temporada, una tira de comics y algunas series animadas. Y han elegido para ello a uno de los directores más sobrevalorados de la actualidad, Darren Aronofsky, quien esperemos se aleje definitivamente de ese cine tan pedante y cultureta al que nos tiene acostumbrados con “Pi. Fe en el caos”, “Réquiem por un sueño” y “La fuente de la vida”. Se desconoce protagonista, pero sí se prevé que se comience desde el principio de la historia -mal empezamos, no es necesario contarlo de otra manera que no sea la descarnada de Verhoeven- y que su estreno sea en 2010.

viernes, 25 de julio de 2008

LA CRÍTICA

X-Files: Creer es la clave ***1/2

Quiero creer

En la secuencia final de la serie televisiva “Expediente X”, Mulder hablaba de que quería creer en un mundo en el que los vivos pudieran comunicarse con los muertos. Frente a él, ambos tendidos en una cama, estaba Scully, quien le aseguraba que todos queremos eso. “Puede que haya esperanza”, respondía Mulder. El cariñoso beso final y la cámara alejándose lentamente de la cama marcaron el final de nueve años cosechando éxitos, premios y elogios. La pregunta que se hacía en aquel momento el espectador una vez conocida la aterradora verdad que habitaba en la mente de Mulder y que por incapacidad para aceptarla él mismo no supo contar a su compañera, mucho más que la de responder a las grandes incógnitas de la serie, fue la del porvenir de la pareja protagonista.

Tras seis años de ausencia, Chris Carter ha debido hacer frente a esta duda que transita por las cabezas de todos. La segunda película de los expedientes X comienza como un capítulo más, se desarrolla como un capítulo más y culmina como un capítulo más. Por el camino, eso sí, arrastra un par de escollos de guión, de realización y lo que es más importante, el gran lastre de no presentar lógicamente a sus personajes después de tantos años. Para los que somos fans de la serie, la idea de los dos agentes viviendo en paz y harmonía, pese a servir perfectamente para comprender la huida de la oscuridad que persiguen los dos, se torna algo exagerada y probablemente ridícula, y más si consideramos la posibilidad de que terminaran siendo pareja.

Por suerte, el desarrollo de la cinta es de altura, y es lo que la salva realmente. Leído hasta aquí, puede pensarse que la idea de que el nudo de la historia sea como el de un capítulo más conlleve a que no merezca la pena verla por ser un simple episodio alargado, como ocurría en la primera película de hace una década. Sin embargo, aquélla exprimía con viejos tópicos de la ficción televisiva el asunto de la conspiración extraterrestre y no aportaba nada nuevo. Chris Carter, en un ejercicio de buen juicio que denota su inteligencia concibiendo historias, se ha prevenido de eso y ha optado por una trama independiente de la serie, y en la que abunda el desarrollo de sus dos antagónicos protagonistas. Así, “X-Files: Creer es la clave” acierta desde un punto de vista dramático por encima del suspense, al contrario que la anterior entrega, y da rienda suelta al debate entre fe y razón, entre obsesiva creencia y escepticismo. A diferencia de como pudiera parecer, aún se podía sacar partido de esta lucha entre las dos fuerzas.

Su independencia del modelo es tal que no se permite en su comienzo demasiado tiempo para la nostalgia, salvo contadas ocasiones. Lo que ha conseguido Carter es un episodio alargado, sí, pero sabiamente exprimido de cara a su propia filosofía, de la que él mismo sabe más que nadie. Tal vez por eso haya decidido ser el realizador, tras haber dirigido varios capítulos de la serie. Solventa la dirección de manera correcta, excepto en escasos momentos -los créditos finales y lo que ocurre durante los mismos-, inserta “gags” discutibles -la foto de George Bush mientras suena el tema central de la serie-, tiene pasajes del guión redundantes -cierta frivolidad ante temas de actualidad como la pedofilia; el cameo insustancial de Skinner-, pero en general es una película para ver tanto por los que no siguieron toda la serie como para sus más fervientes admiradores, entretenida, justa con su propia filosofía y bien edificada, como si de un capítulo bien pensado se tratase. Con eso es suficiente, o quiero creer que así es.

A favor: su independencia con la serie y lo sabiamente que exprime la lucha entre fe (Mulder) y razón (Scully)
En contra: la poco creíble presentación de la pareja protagonista después de tantos años, los créditos finales y algunos "gags"

FICHA TÉCNICA:

The X Files: I Want to Believe
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2008, EEUU, 102 minutos, Thriller/Ciencia-ficción
Dirección: Chris Carter

Guión y producción: Frank Spotnitz y Chris Carter
Intérpretes: David Duchovny, Gillian Anderson, Billy Connolly, Amanda Peet, Mitch Pileggi

domingo, 20 de julio de 2008

"El caballero oscuro" marca récord

Ya no es un simple hombre-murciélago, ahora es el caballero oscuro. Christopher Nolan dio hace tres años su elegante y tenebrosa visión del héroe, convirtiéndole en algo más que un mero niño rico con sed de venganza y armado de gadgets. Los que la han visto dicen de ella que es de lo mejor del año, algo que sería de esperar si Nolan sigue la línea de "Batman Begins", y eso se ha notado en la taquilla. "The Dark Knight" es desde ya la película con mayor recaudación en su primer fin de semana. Con un presupuesto de 180 millones de dólares, en su primer día hizo la friolera de 67 millones, llegando al domingo con un acumulado de 158 millones. Rompe así el récord que marcara hace un año Spider-Man 3, establecido en 151 millones. Desgraciadamente para ésta, su caída en taquilla fue acusada y finalmente sólo se hizo con 336 millones. Espero que la nueva aventura del caballero oscuro corra mayor suerte. La que sí no la está teniendo es "Hellboy II: The Golden Army", que con un presupuesto de 85 millones lleva recaudados apenas 60, y sus ingresos no hacen más que bajar. No todos los superhéroes tienen igual fortuna.

viernes, 18 de julio de 2008

"Funny Games", la copia micrométrica

Funny Games U.S. (2007) ***
Funny Games (1997) ***1/2

Hace unos días hablábamos del parecido que guarda el remake americano de “[REC]” con ésta, y eso que sólo se trataba del trailer. Esto no es nuevo. En la última década hemos vivido versiones infames, copias casi milimétricas de sus modelos. Preparándose está el remake del debut de Nacho Vigalondo, “Los cronocrímenes”, y ha sido el mismísimo Tom Cruise el interesado en el proyecto.


Fue el tal Cruise el encargado de traer para sus arcas una de esas buenas películas de suspense del señorito Amenábar, antes de perder parcialmente el rumbo con la sensiblera y manipuladora “Mar adentro”. El sueño y la pesadilla de “Abre los ojos” se convertían en esos cielos de amarillos soñados por Monet en “Vanilla Sky”, la hermana desquiciada y popera del segundo film de Amenábar. El propio Cruise asumió el papel de Eduardo Noriega, Penélope Cruz repetía y era Cameron Crowe, amiguete del protagonista-productor, quien tomaba la silla de dirección. ¿El resultado? Una película que copia la estructura y guión de la original, pero que en conjunto resulta totalmente distinta en su tratamiento. Algunos no entendieron esa especie de videoclip eterno de Crowe, pero reconozco que su versión tiene un encanto oculto, puede ser precisamente por su vertiente melómana propia del realizador de “Casi famosos”, y que hay pasajes que explica y matiza mejor que su homóloga española, como el desenlace por ejemplo.


Pero si existe una copia innecesaria es la del clásico de Hitchcock “Psicosis” realizada hace 10 años por el impredecible e imprescindible Gus Van Sant. Éste lo tuvo claro al ver que era imposible superar a la original, por lo que optó por la vía fácil y la vez más descabellada: copiarla plano a plano. Así, “Psycho” resultó una copia casi micrométrica pero en color, aunque fallida por demasiadas razones. Para empezar por lo innecesario de la misma versión en sí misma. A eso debemos sumar la exageración de sus actores, poco creíbles, y los mismos excesos del director, que añade planos desconcertantes para actualizar la obra, como las visiones durante la muerte de Arbogash.


Era precisamente al concepto de copia micrométrica de “Psycho” al que quería llegar. Cuando la película original es muy buena y de culto para muchas personas, seguramente su remake copiado plano a plano resultará como mínimo decepcionante y como máximo aceptable. La cosa cambia cuando es el director del original el encargado de remakear su trabajo segundo a segundo. “Funny Games” es una obra maestra para muchos, y un mero espectáculo morboso para otros. Yo me sitúo en un espacio intermedio. Se trata de una muy buena película que juega a despertar el morbo del espectador para hacerle ver hasta qué punto estamos insensibilizados frente a la violencia de los medios de comunicación. Su discurso y manera de manipular al público es tal que es odiada por muchos y venerada por otros. Para mí sus cualidades en cuanto a dirección son notables, y sí me convenció su discurso y manera de llevarnos a su terreno. En cuanto a su trasfondo, esos jóvenes bien posicionados y extremadamente que disfrutan con la violencia por el simple hecho de probar algo distinto a lo que sus acomodadas vidas les tienen acostumbradas puede asemejarse a “La naranja mecánica” de Kubrick, paralelismos que pueden entreverse también en las blancas vestimentas de sus protagonistas y en su trailer.


Usando el mismo razonamiento que Van Sant, Michael Haneke ha preferido copiar diálogo a diálogo y plano a plano sus juegos divertidos en un ejercicio de mimetismo que los yanquis no han entendido del todo. Existen dos tipos de personas a la salida de “Funny Games”: los que se sienten estafados, ya sea por considerarlo un espectáculo morboso (no muestra la violencia, la sugiere, y eso la hace todavía más violenta) y una tomadura de pelo o por no simpatizar con su discurso y su manera de plasmarlo, y los que salimos convencidos de que su moraleja es universal. Y si es universal, ¿para qué cambiar el cómo contarlo si funcionaba? No modificar nada implica trasladar la historia a EEUU; esto es, modificar nombres y algunas frases para hacer sus conversaciones más llevaderas para el público americano, pero mantener intactas sus virtudes y defectos. Hay tres rasgos a analizar en Funny Games U.S. que la diferencian por poco de su predecesora:


  1. Los actores. Naomi Watts convence por su naturalidad bastante más que Susanne Lothar en la primera media hora, mientras que Tim Roth se limita a sufrir en pantalla, y en ese sentido queda un poco por debajo de ese gran actor que era el desaparecido Ulrich Mühe. Pero si alguien sale ganando en el juego es Michael Pitt, buen actor independiente que consigue un personaje de Paul aún más terroríficamente infantil que el encarnado por Arno Frisch. En cuanto a Brady Corbet, nada tiene que hacer contra Frank Giering, y su caracterización resulta insatisfactoria respecto a la de éste. Sonreír malévolamente no es suficiente.
  2. La duración. A pesar de ser la misma película, distan entre sí unos pocos segundos. Esto es resultado de la adaptación al mercado USA. Haneke es consciente de la manera de concebir el cine al otro lado del Atlántico, y por ello intenta agilizar las muchas secuencias de diálogos y los momentos de silencio. SPOILER. Aún así, el momento cumbre de silencio, la muerte del hijo, se mantiene por fortuna intacto.
  3. El factor sorpresa. Es el principal factor en contra de la versión U.S. La historia ya se contó hace una década, y la copia tiene como consecuencia que para los que hayan visto la original, ahora no se aporte nada al conjunto.

Es el mismo hecho de haber sido realizada por Haneke lo que me ha causado mayor desconcierto, más incluso que los guiños cómplices de Paul a la cámara o la secuencia rebobinada. Me ha sido difícil posicionarme en torno a ella tras gustarme la versión del 97. Es inferior a ésta solamente por la falta de sorpresa. Pero es lógica la postura de Haneke. Antes de ver cómo otro destroza mi película, mejor la dirijo yo mismo, y dado que su mensaje sigue vigente y es universal, y en vista de lo bien que funcionó para aquellos que simpatizaron con ella, mejor hacerla exactamente igual.


Para terminar, y de paso comprobar cuántos de vosotros se dejaron arrastrar por los juegos del dúo protagonista, lanzo una pregunta: ¿contasteis también la edad de la protagonista en ese macabro juego que decidía el próximo en morir?

domingo, 13 de julio de 2008

Trailer de 'Quarantine', la nefasta copia de '[REC]'

Cuando se estrenó "Los cronocrímenes" lo apuntábamos: se está preparando un remake USA. Esto tiene una consecuencia positiva, y es que los yanquis comienzan a mirar hacia España, porque productos de calidad no nos faltan para exportar. En Octubre de este año llega a las carteleras americanas el remake de la exitosa "[REC]". Se titula "Quarantine", y a juzgar por el trailer, que podrán ver a continuación, nos encontramos ante un calco de la versión original. La protagonista en esta ocasión es una actriz más famosa allá que aquí, aunque su cara nos empieza a resultar conocida. Se trata de Jennifer Carpenter, protagonista de "El exorcismo de Emily Rose" y hermana de "Dexter", la fenomenal serie que Cuatro está emitiendo actualmente. Ya sin verla prefiero la versión española, y aunque fuera de este género seguramente Carpenter es mejor actriz que Manuela Velasco, me sigo quedando con la interpretación de la actriz madrileña. Por cierto, un gran error, en el trailer han incluido la escena final.

viernes, 11 de julio de 2008

LA CRÍTICA

Soy un cyborg ****
(I'm a cyborg, but that's OK)

El replicante Roy Batty buscaba en “Blade Runner” la razón de su existencia, buscaba a su creador para reparar lo que había creado. La búsqueda del personaje interpretado por Rutger Hauer en el film de Ridley Scott es la de su propia humanización, la misma que la del HAL 9000 de “2001: Una odisea del espacio” o el niño-robot David de “A.I.: Inteligencia Artificial”. Todos deseaban ser humanos, y en algunos casos su apariencia física les ayudaba a parecerlo en público. Lo que le ocurre a Young-goon, protagonista de “Soy un cyborg”, es justo lo contrario. Debe camuflarse como humana igualmente, pero en ningún momento desea serlo, y emprende la búsqueda en esta ocasión de la razón de su misión, no de esa idea tan humanizada de la razón de la existencia.

Pero Young-goon está loca, cree ser un robot. Internada en una institución psiquiátrica, intentará recuperar la energía necesaria para asesinar a los hombres de la bata blanca, salir del centro y encontrar a su abuela, a la que secuestraron los hombres de blanco por creer ser una rata. Durante su estancia, Young-goon conocerá a Il-soon, un retraído chico que cree poseer la capacidad de intercambiar “habilidades” con sus compañeros y así robarles parte de su alma.

Puede parecer un argumento estrafalario, pero lo anecdótico es que funciona. Park Chan- wook, uno de los referentes del cine surcoreano actual, no pierde el rumbo dentro de esta original y entretenida fábula a caballo entre “Alguien voló sobre el nido del cuco” y “Amélie”, con ecos a la ciencia-ficción y el melodramatismo. Chan-wook, educado bajo el cine de arte y ensayo europeo y el terror de serie B de los 80, lo que le aleja de las metafóricas historias intimistas de Kim Ki-duk y le acerca a Bong Joon-ho, plantea su bello cuento sin traicionar el propio espíritu planteado desde un comienzo, manteniendo a la película fiel a sí misma y sin alusiones a que lo que vemos sea real y todo con una atmósfera infestada de locura y juegos de montaje.

Su puesta en escena no es nada nuevo. Hay quienes no entenderán el cambio de registro tan optimista del director tras su amarga trilogía de la venganza. Pero analizando “Soy un cyborg” se puede disfrutar de los mismos excesos de montaje que “Old Boy”, excesos que en manos del realizador se convierten en virtudes, y que dan escenas tan memorables como la de la aniquilación del personal sanitario a manos del cyborg o el encuentro con la abuela en el campo tras volar en la cama llevada por la mariquita.

Una película original, bien construida, un soplo de aire fresco dentro de la propia cinematografía de Chan-wook y agradable para la vista, aunque haya quienes no simpaticen con la historia y la forma de relatarla. Ayudan mucho su pareja protagonista y la banda sonora, y se le puede echar en cara cierta falta de claridad en su confuso desenlace, sin olvidar el tiempo que ha tardado en estrenarse en nuestro país.


Lo mejor: se mantiene fiel a sí misma
Lo peor: el desenlace, algo confuso, y que tarde tanto en llegar a España


Título original:"Saibogujiman kwenchana"; Año: 2006; Nacionalidad: Corea del Sur; Duración: 107 minutos; Género: Drama/Comedia; Dirección: Park Chan-wook; Guión: Chung Seo-kyung y Park Chan-wook; Intérpretes: Lim Soo-jung, Jung Ji-hoon, Choi Hee-jin

domingo, 6 de julio de 2008

LA CRÍTICA

Los crímenes de Oxford ****

Atrapados por el efecto mariposa

En un arranque casi mitómano de honrar la memoria de Hitchcock, o la del efecticismo de Brian de Palma, Álex de la Iglesia resuelve la presentación del asesinato en su última película con un prodigio de montaje y puesta en escena que usa el plano secuencia y el travelling como principales recursos. El realizador vasco, uno de mis favoritos dentro del panorama español, suple con estos artificios de realización el único factor que puede hacer frente a su obra: el libreto en el que se basa.

La mayor fuerza de “Los crímenes de Oxford” reside en la historia, más o menos fiel a la novela original, en su planteamiento, consecución y sus diálogos tan encorsetados dentro del mundo de las teorías matemáticas y lógicas, las incógnitas y las verdades absolutas. El director se ha dado cuenta, y el aspecto formal se presenta tan clásico que podría no parecer una película suya. Esto no es para nada un inconveniente, sino la prueba de la madurez que es capaz de alcanzar, a pesar de que ya la haya alcanzado y de sobra con otros filmes anteriores menos trabajados formalmente que este.

De la Iglesia se muestra cómodo en esta adaptación de la novela de Guillermo Martínez, y en la misma proporción de saber estar se muestran sus protagonistas. Ha sabido tomar las riendas de su ansiado proyecto a todos los niveles, incluido el trabajo de sus actores. Poco hay que aportar al magistral John Hurt, Elijah Wood está donde debe estar, ni más ni menos, y Leonor Watling luce tan bella y espontánea como siempre. Es el suyo el papel quizá más flojo del conjunto, pero lo lleva convincentemente.

Para hacernos una idea, “Los crímenes de Oxford” es una especie de código Da Vinci, pero mejor dirigido y acabado. De la Iglesia no es Ron Howard, por suerte, y su película comparte con aquella la complejidad con que se ha realizado la adaptación al cine de la novela original, intentando insertar en su ajustado metraje la mayor cantidad posible de información y pasajes del relato. Pero, y he aquí donde el director español ha ganado al americano, el guión en esta ocasión resulta menos atropellado, a pesar de que en algunos momentos peque de cierta grandilocuencia y que las conversaciones sean un poco difíciles de seguir, lo que le confiere un aspecto frío y difícilmente accesible.

Esta complejidad, que obliga a razonar a un ritmo vertiginoso, es similar al efecto mariposa. Una reacción en cadena frenética en la que se ve envuelto todo el equipo y que se sustenta en el suspense y en los diálogos, y en la que no descubriremos hasta el último minuto a la mariposa que ha batido sus alas y desencadenado todo el desastre.

Lo mejor: el plano secuencia que precede al asesinato
Lo peor: el exceso de grandilocuencia en sus diálogos, que pueden hacerla fría y poco accesible

Título original: "The Oxford Murders"; Género: Thriller; Año: 2008; Nacionalidad: España/Reino Unido/Francia; Duración: 104 minutos; Dirección: Álex de la Iglesia; Guión: Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría, según la novela de Guillermo Martínez; Intérpretes: Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling, Julie Cox, Dominique Pinon, Jim Carter

martes, 1 de julio de 2008

La Eurocopa "puede" con la taquilla

España ha ganado, algo de lo que todos, incluso una persona poco futbolera como yo, estamos orgullosos. Cuatro ganó, llevándose el 80% de la audiencia del domingo, y dejando a TVE por ejemplo con un escaso 6%. Casi millón y medio de espectadores siguieron la final desde sus casas, y algo que ha beneficiado al share televisivo ha afectado negativamente a las taquillas. Según boxoffice.es, la recaudación sufrió un alarmante descenso durante el domingo. Para que se hagan una idea, la película más taquillera el pasado fin de semana fue "El increíble Hulk", con unos irrisorios 770000€ aproximadamente, lo que se traduce en una caída de casi el 50%. Estamos en época veraniega, durante la cual buena parte de la población se desplaza a las salas de cine como método de pasatiempo. Pero la Eurocopa en parte, y los gustos del público como otro factor importante, han hecho que la taquilla española marcase mínimos históricos. No obstante, películas como "Caos Calmo" no han sufrido un descenso tan crítico, lo que hace pensar que las afectadas son las películas más palomiteras del estilo "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal" y "Sexo en Nueva York", por lo que el público que ha acudido a las salas ha sido más bien adulto y motivado por el boca-oreja.

En lo que a cine español se refiere, las dos únicas cintas nacionales estrenadas el pasado fin de semana han entrado entre las diez más taquilleras, pero con recaudaciones muy bajas. "Los cronocrímenes" ha entrado en la octava posición con 70000€ y "Rivales" ha ido directa al 6º puesto con 190000€. Sólo hubo tres estrenos el pasado fin de semana, por lo que la presencia de los tres títulos en el Top Ten era casi obligatoria. Estrenar esas dos películas españolas frente a una americana, "Paso de ti", no ha constituido una ventaja, como se esperaba a priori, a juzgar por los puestos que han ocupado sendos estrenos patrios. De no haber fútbol, la recaudación de "Los cronocrímenes", por ejemplo, apenas habría pasado de los 1500€ por sala, poco más de lo que ha hecho "El increíble Hulk" en esos mismos tres días. Pero el número de copias de esta última es sustancialmente mayor, lo que lleva a concluir que igualmente la película de Nacho Vigalondo no habría recaudado mucho.

Estos datos, aunque no definitivos, dan una idea de los estragos que puede causar el deporte rey. Habrá que esperar a esta semana para ver cómo remontan "Rivales" y "Los cronocrímenes", que tampoco han tenido una campaña publicitaria como Dios manda, pero lo tienen difícil ante la secuela de "Las crónicas de Narnia", que seguramente quite espectadores al resto de producciones.
# Título Recaudación Descenso % N. salas Promedio/sala Acumulado
1 El increíble Hulk
0′77M€ -45% 561 1.385€ 2′9M€
2 Sexo en Nueva York
0′65M€ -51% 369 1.778€ 2′7M€
3 El Incidente
0′46M€ -40% 373 1.240€ 4′3M€
4 Indiana Jones y el...
0′39M€ -25% 430 922€ 18′7M€
5 Paso de ti
0′38M€ nueva 265 1.440€ 0′38M€
6 Rivales
0′19M€ nueva 245 805€ 0′19M€
7 El patito feo y yo
0′11M€ -10% 3.278 2.273€ 0′31M€
8 Los cronocrímenes
70.000€ nueva 2.442 914€ 70.000€
9 Caos calmo
48.000€ -13% 1.912 813€ 141.000€
10 Margot y la boda
31.000€ -20% 1.578 1.291€ 95.000€

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